Xi Jinping también tiene su particular "Air Force One": cómo China ha adelantado a EEUU en su avión presidencial
Publicado el 02/03/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Cada vez que el presidente de China, una de las principales potencias económicas y militares del mundo, viaja al extranjero en una visita de Estado, se activa un complejo operativo de seguridad. Desde el transporte hasta la protección personal, todo está diseñado para minimizar cualquier riesgo y garantizar que la agenda diplomática transcurra sin contratiempo alguno.
En los viajes más complejos, China despliega una flota de Boeing 747. Según Simple Flying, mientras un avión está reservado para Xi Jinping, otro transporta a su personal de acompañamiento y un tercero se encarga de la carga, incluyendo la limusina presidencial. Un esquema logístico que recuerda al que Estados Unidos emplea en este tipo de desplazamientos.
China y Estados Unidos eligen a Boeing
Boeing atraviesa tiempos difíciles, pero eso no impide que haya fabricado algunos de los aviones más emblemáticos del mundo. Un claro ejemplo es el Boeing 747, en servicio desde 1970 y aún considerado un referente en la aviación. Tanto Estados Unidos como China lo han elegido para el transporte de sus mandatarios, siendo una pieza clave en viajes internacionales.
El presidente Donald Trump tiene a su disposición dos Boeing 747-200B (VC-25), en servicio desde la década de 1990. Estas aeronaves han sido profundamente modificadas para funcionar como verdaderos centros de mando en el aire, con suites privadas, oficinas, salas de reuniones y avanzados sistemas de comunicación y defensa para garantizar seguridad de nivel VVIP.
Xi Jinping viaja en un Boeing 747-8, una versión más moderna que la utilizada por el presidente de Estados Unidos. Esta aeronave fue entregada en diciembre de 2014, pero no fue hasta 2016 cuando recibió su configuración VVIP, con modificaciones específicas para el transporte presidencial. Eso sí, la información sobre este punto es extremadamente escasa.
Lo que sí se sabe es que, aunque luce el logotipo de Air China, su uso está reservado exclusivamente para Xi Jinping y actúa como su centro de operaciones en el aire. Como indicábamos arriba, el Gobierno chino también solicita a la aerolínea estatal que disponga de aviones comerciales para funciones oficiales cuando sea necesario.
China utiliza un Boeing 747-8 para el transporte de personal y un Boeing 747-400 de carga para el apoyo logístico. En este último viaja la Hongqi N701, la limusina blindada de Xi Jinping, considerada la versión china de “The Beast” estadounidense, que en el caso de EE.UU. se traslada en un C-17 Globemaster III, un avión de carga militar construido por Boeing.
Aunque no hay un plan de reemplazo confirmado, China podría sustituir su avión presidencial de la estadounidense Boeing por una alternativa de fabricación propia. El país ya ha desarrollado con éxito el COMAC C919, un avión de fuselaje estrecho, y trabaja en el C929, un modelo de fuselaje ancho que podría convertirse en un candidato viable.
Estados Unidos lleva años intentando sustituir sus Boeing 747-200B presidenciales por Boeing 747-8, pero el proceso ha estado plagado de retrasos. En este contexto, el CEO de Boom Supersonic, Blake Scholl, ha sugerido que la Casa Blanca deje atrás el 747 y apueste por una versión especial del Overture, su avión supersónico en desarrollo.
Imágenes | Hugo LUC | United States Air Force | Asuspine
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