"WhatsApp es un alto riesgo para los usuarios": la Cámara de representantes de EEUU acaba de prohibir usar la app. Y da alternativas
Publicado el 24/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Salvo en regímenes dictatoriales o autoritarios, no es frecuente que se prohíba el uso de WhatsApp. Menos frecuente es que ocurra en Estados Unidos, donde nació y donde se desarrolla. Y sin embargo, la Cámara de Representantes de aquel país ha prohibido a sus empleados usar la plataforma de mensajería.
Según Reuters, Catherine Szpindor, la actual directora administrativa, remitió un comunicado que decía que "la Oficina de Ciberseguridad ha considerado que WhatsApp es un alto riesgo para los usuarios debido a la falta de transparencia en la forma en que protege los datos de los usuarios, la ausencia de cifrado de datos almacenados y los posibles riesgos de seguridad relacionados con su uso".
Y ahora qué: las alternativas que da la Cámara
La Cámara de Representantes afirma que el personal de la casa ya no tiene autorización para descargar o tener la aplicación en cualquier dispositivo relacionado con la institución, y eso incluye la versión móvil, web y escritorio. En cuanto a los dispositivos que gestiona la institución en un programa MDM, el comunicado dice que se contactará con sus usuarios para que la eliminen.
¿Qué alternativas hay, entonces? Szpindor no ha esperado a dar recomendaciones alternativas a WhatsApp, y no difieren mucho de las que recomendaíamos en Genbeta: Microsoft Teams, Wickr de Amazon, Signal, y iMessage y FaceTime de Apple. Sobre esto último, conviene recordar que, en Estados Unidos, WhatsApp no ha llegado a triunfar como en otras regiones, y que iMessage y los SMS tradicionales, ahora mejorados con RCS, siguen siendo el sistema de comunicación por defecto entre la mayoría de ciudadanos.
Una prohibición de este tipo no es para nada común y suele tener que ver con lo que consideran injerencia extranjera. De hecho, el precedente con algo así se dio con TikTok en 2022. La gran diferencia es que TikTok es una plataforma de origen chino y controlada por una empresa china, mientras que WhatsApp pertenece a una de las joyas de la corona de Silicon Valley, Meta. La que también está en el centro de la polémica, y prohibida en el Congreso, es DeepSeek.
Un portavoz de la compañía dirigida por Mark Zuckerberg expresó su desacuerdo con la medida "en los términos más enérgicos posibles", y señaló que la seguridad de su plataforma es superior al de otras aplicaciones permitidas.
En enero, la propia WhatsApp hizo pública la existencia de una campaña de hackeo a 90 usuarios, en una lista que incluía a periodistas. Para llevar a cabo los ataques se utilizó Paragon, un spyware israelí adquirido recientemente por una compañía estadounidense, AE Industrial Partners. Anteriormente, otra compañía israelí, NSO Group, ha estado causando estragos durante años a la privacidad de dirigentes políticos y personas de a pie. Meta le declaró la guerra y ganó en los tribunales.
En cualquier caso, la mayor filtración reciente de información compartida en una plataforma de mensajería no se dio por ningún hackeo, sino por negligencia del equipo de Donald Trump. Incluyeron (supuestamente por error) a un periodista de The Atlantic en un grupo de Signal donde compartían información muy sensible sobre seguridad. El cifrado de extremo a extremo no sirve de nada ante errores humanos de este tipo. A Signal le sirvió para darse a conocer más fuera de círculos donde la privacidad es prioritaria.
Imagen | Antonio Sabán con IA
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