Vitoria lleva años siendo la ciudad más verde de España. Ahora se ha vuelto en su contra por una huelga de jardineros

Publicado el 20/06/2025 por Diario Tecnología
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Vitoria lleva años siendo la ciudad más verde de España. Ahora se ha vuelto en su contra por una huelga de jardineros

Vitoria-Gasteiz puede alardear de muchas cosas. De gastronomía, paisajes o patrimonio, por citar solo unos cuantos ejemplos. Si de algo ha presumido sin embargo en los últimos años la capital vasca es de zonas verdes. Su Ayuntamiento asegura que la ciudad dispone de 42 m2 de áreas ajardinadas por cada habitante, lo que le permite colarse a menudo en el TOP 10 de las urbes más verdes del país e incluso le granjeó el título de European Green Capital. Ahora sus jardineros se han puesto en huelga y esa vasta cubierta vegetal se ha convertido en un problema.

Los parques han pasado de ser un motivo de orgullo a un quebradero de cabeza.

Vitoria, "Capital Verde". Con el calentamiento global convertido en tema de discusión prioritario (y recurrente), cada vez más ciudades optan por aplicar una lógica "verde" a la hora de planificar su urbanismo. Ocurre tanto en España como en otros países, pero pocas ciudades han dado un paso tan decidido como Vitoria. En su web el Ayuntamiento vasco presume de tener 42 metros cuadrados de zonas verdes por cada vecino, 171 kilómetros de carriles bici, 115.000 árboles en calles y parques y un Anillo Verde de 33 kilómetros con hectáreas de campo.

La apuesta no le ha ido nada mal y la ciudad suele colarse en lo más alto del TOP 10 nacional de ciudades verdes. El esfuerzo ha llegado acompañado además de algunos reconocimientos internacionales importantes: el European Green Capital 2012, el de Ciudad Verde Global 2019 y la certificación Biosphere Responsible Tourism. Tanto es así que la ciudad presume de ser una "capital verde".

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Y llegó la huelga. Desde hace unos meses sin embargo los vecinos de Vitoria miran esa vasta área verde, en la que se incluyen parques y jardines, pero también rotondas, canaletas, alcorques y bordillos con cierta inquietud. Y el motivo es muy sencillo: los profesionales que se encargan de su cuidado están en huelga. A finales de marzo el comité de empresa de Enviser, la contrata del mantenimiento de las zonas verdes del municipio, convocó una huelga para exigir mejoras laborales.

"Sus condiciones de trabajo son absolutamente precarias, con salarios que apenas alcanzan el salario mínimo interprofesional y jornadas interminables. Cobran en torno a 10.000 euros al año menos trabajando más de cien horas más al año que los empleados municipales que realizan el mismo trabajo", alertaba en marzo el sindicato ELA sobre la situación de los 85 empleados afecatdos de Enviser. 

El primer día de huelga el seguimiento ya rondó el 90%, según los trabajadores, y el Ayuntamiento se ha encontrado con que su plantilla de jardineros municipales se queda corta para asumir la gestión de todos los parques y jardines.

"Supone un riesgo". Tres meses después y pese a los intentos de mediación entre las partes implicadas, la huelga de jardineros sigue en marcha en Vitoria para desespero de las autoridades y vecinos. Sus efectos de hecho se dejaron notar muy pronto. Sin podas, riego ni retirada de rastrojos, la vegetación de la ciudad se ha desmadrado... con todas sus consecuencias. En mayo Antena3 informaba ya de maleza crecida, plantas de más de un metro de altura en los jardines, verdín en las aceras e incluso de la aparición de insectos, incluidas garrapatas y mosquitos.

"La presencia de pulgas y garrapatas empieza a ser habitual y supone un riesgo para la salud", reconoce a Crónica Vasca Rafa Busto, miembro del sindicato ELA. A la maleza, el descuido de los parques y el riesgo de picaduras se añade además otro hándicap: un año mucho más duro de lo habitual para los alérgicos al polen. Tras tres meses de huelga el Ayuntamiento se ha encontrado además con que la noticia ha escalado a nivel nacional y quejas furibundas de sus ciudadanos.

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"Amenaza vidas". La situación ha llegado a tal punto que hace unos días el Gobierno Vasco ordenó a los jardineros que garanticen un cuidado mínimo de las zonas verdes. El decreto ha servido para que las segadoras vuelvan a los parques de Vitoria, pero ha caldeado aún más los ánimos. La sindiactos ya han avisado que recurrirán una orden que, insisten, "condicionan la huelga"; y los informes del servicio de Transportes y bomberos en los que se ha apoyado el Ejecutivo para tomar su decisión destacan por su contundencia, alertando de graves riesgos.

"La falta de desbroce amenaza vidas, propiedades, infraestructuras y también la salud pública, además de desbordar los servicios de emergencias", advierten los bomberos en su análisis. En una línea similar, el Servicio de Tráfico alertaba de que en algunas zonas de Vitoria la vegetación se ha desmadrado tanto que ha ganado altura que impide claridad las señales de tráfico o semáforos.

Más vegetación, muchas más flores. No todos los efectos de la huelga son negativos ni todos los ven con los mismos ojos. Las lluvias y el hecho de que los  arbustos crezcan a sus anchas ha llevado a que ciertas zonas de Vitoria hayan visto una explosión floral, para alegría de los botánicos y biólogos. "Las flores que antes considerábamos muy raras, hoy las encontramos casi en cualquier parterre", señala Gorka Belamendia, del Centro de Estudios Ambientales, en la SER.

"Si se deja que se desarrollen las plantas, la biodiversidad se multiplica: los insectos e invertebrados sobre todo", coincide en El País Pello Urrutia, presidente del Instituto Alavés de la Naturaleza (IAN). Irene Zúñiga, doctora en Arquitectura Urbanística, incluso iba más allá al valorar los efectos de la huelga: "Deberían estar ahora mismo aquí todas las escuelas de botánica sacando inventario".

Imágenes | RdA Suisse (Flickr), Euskadi.eus y Mariya Prokopyuk  (Flickr)

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