Un hombre cobra 38 dólares la hora por hacer fila. Tras ganar mucho con el lanzamiento de un iPhone, ahora tiene un imperio empresarial
Publicado el 20/05/2025 por Diario Tecnología Artículo original
El tiempo es oro. Y quienes no quieren perderlo haciendo colas tienen la opción de pagar a otros para que los sustituyan. En ciudades como Nueva York hay personas que cobra hasta 40 dólares por cada hora que deba pasar en una cola. Puede parecer una broma pero hay quien ha visto una gran oportunidad ahí y ha creado una empresa, con decenas de empleados, encargados de hacer colas.
Robert Samuel es dueño de la empresa Same Ole Line Dudes en Nueva York, una firma que tiene 45 empleados que ofrecen servicios como esperar en la cola para compras las entradas para un concierto o una obra de teatro; o para algún evento en alguna reconocida tienda de Manhattan; o con el objetivo de comprar un nuevo dispositivo electrónico, como el último iPhone del momento (de hecho, la primera vez que decidió cobrar por hacer una cola fue cuando llegó al mercado el iPhone 5). También su empresa ha cubierto la fila para el juicio de Sam Bankman-Fried.
Además, este empresario, que lleva 13 años con su compañía, tiene un consejo para otras personas que quieran crear un nuevo negocio: “Observa todo lo que te rodea. Cuando la gente se queje, piensa y mira si hay una solución”. Eso hizo él con las quejas neoyorquinas sobre el tiempo que pierden haciendo colas y encontró ahí una oportunidad de monetizar ese malestar.
Cómo funciona el negocio de hacer colas
La empresa de Robert Samuel ofrece tarifas varias según el servicio, que suelen ir de entre 25 dólares a la hora hasta casi 40. El hombre, que antes se encargaba de ventas dentro de la empresa de telecomuniciones At&T comenzó con la fiebre del "cronut" en 2013. Cronut se refiere a una fusión entre croissant y donuts que llevaba a la gente a hacer mucho tiempo en la fila para poder comerse uno.
De hecho, en su web, en la sección servicios, los cronuts aparecen como una de las posibilidades disponibles de la empresa: puedes pagar a alguien para que espere en la cola y poder comer uno de esos dulces.
Como recuerda Fortune, en la ciudad, donde hay una nueva moda pasajera cada semana, el negocio tiene mucha estabilidad. Samuel dice que siempre tiene un flujo constante de solicitantes interesados.
Además de su precio base (mínimo se puede contratar dos horas), el negocio también cobra una tarifa por mal tiempo de 3 dólares por hora en caso de lluvia, nieve o temperaturas extremas. Hay un cargo adicional de 15 dólares si es un servicio para hacer filas nocturnas y si es una solicitud urgente, que se pide el mismo día, la empresa cobra 20 dólares más.
Además, los precios del servicio aumentan en las "temporadas altas" de las filas neoyorquinas como son la Navidad o cuando se lanzan nuevas zapatillas muy populares de alguna marca reconocida u otros productos muy atractivos para la gemte en Nueva York.
Así surgió la idea
Como vimos, el hombre recomienda fijarse en las quejas constantes de la gente y buscarles una solución, como oportunidad de negocio. En su caso, en 2012, salió el iPhone 5 mientras él trabajaba en AT&T. Decidió publicar un anuncio en Craigslist ofreciendo hacer fila para conseguir el codiciado teléfono.
Alguien lo contrató por tres horas, y cuando Samuel estaba ya cerca de poder pagar, su cliente le informó que había hecho un pedido en línea y que ya no le hacía falta el teléfono.
Decidió vender su lugar en la fila por 100 dólares. Samuel decidió volver a la cola para acabar vendiendo su puesto a otra persona más. Además del dinero del anuncio de Craigslist, se llevó 300 dólares ese día y estaba encantado con su logro: había ganado cientos de euros por estar sentado en una acera a la espera de una fila que avanzaba poco a poco.
Creó cuentas en redes sociales y ahí se puso a hacer filas y vender su tiempo. Cuenta que, luego, en el auge de los cronuts pudo trabajar muchísimo.
Imagen | Captura de pantalla del Instagram de la empresa
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