SpaceX lleva 11 semanas rascándose la cabeza para relanzar Starship. Ahora por fin tiene luz verde para volver a volar
Publicado el 23/05/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Tras dos explosiones consecutivas a principios de año, SpaceX ha recibido permiso del gobierno estadounidense para el noveno vuelo de prueba de Starship, que acaba de anunciar para la noche del martes 27 de mayo. La compañía ha detallado los cambios en la nave y las causas del fallo anterior.
¿A la tercera va la vencida? Los técnicos de Starbase han estado trabajando frenéticamente para implementar mejoras en el prototipo que volará en la novena misión de prueba del programa Starship. Este intento llega tras dos fracasos consecutivos de una nueva versión de la nave, conocida como Starship Block 2.
SpaceX ha completado incontables pruebas en tierra. Tras avanzar en la investigación del vuelo anterior y con la autorización de la Administración Federal de Aviación (FAA) en mano, todo está listo para que el cohete más grande del mundo vuelva a surcar los cielos. Si no hay contratiempos, la ventana de lanzamiento se abrirá el martes 27 de mayo a las 18:30, hora local de Texas (01:30 de la madrugada del miércoles 28 en horario peninsular español).
Problema resuelto. En los dos vuelos anteriores, que tuvieron lugar en enero y marzo, Starship tuvo un final prematuro y explosivo: los motores de la etapa superior se apagaron antes de tiempo, la nave perdió el control y acabó desintegrándose en la atmósfera superior, esparciendo sus restos cerca de las Bahamas y las Islas Turcas y Caicos. Un duro golpe para SpaceX, que había solicitado permiso para 25 vuelos de prueba de Starship al año.
La investigación del vuelo de enero, supervisada por la FAA, determinó que el fallo en vuelo se había originado por una fuga de oxígeno líquido y el consecuente incendio en el compartimento de motores de la nave, causados por vibraciones más intensas de lo previsto.
Aunque SpaceX realizó ajustes para el vuelo de marzo, la nave volvió a fallar, dando lugar a interminables rumores sobre un error de diseño en la versión 2 de Starship, ligeramente más alta y con un nuevo sistema de alimentación de combustible. Los hallazgos de la investigación, recién publicados, revelan que el segundo incidente no tuvo relación con el primero, y que el problema de las vibraciones había quedado resuelto antes del vuelo 8.
Qué falló en el vuelo. Según la investigación del vuelo de marzo, supervisada por la FAA, la causa más probable de la pérdida de la nave fue un fallo de hardware en uno de sus tres motores Raptor 2 centrales. El fallo provocó una mezcla e ignición accidental de propelente, lo que causó una explosión.
Inmediatamente después de la explosión, los otros dos motores centrales y un motor Raptor de vacío se apagaron, haciendo que Starship perdiera nuevamente el control. SpaceX cree que el sistema de terminación de vuelo se activó después de que perdiera las comunicaciones con la nave, asegurando su desintegración.
Las mejoras. Puesto que el problema de las vibraciones ya había quedado solucionado con las mitigaciones implementadas de cara al vuelo 8, SpaceX se ha centrado ahora en los motores de la etapa superior de Starship, que han recibido refuerzos en juntas clave, un nuevo sistema de purga de nitrógeno y mejoras en el sistema de drenaje de propelente.
Es una solución temporal que dejará de ser necesaria tras la introducción del motor Raptor 3, que tiene un diseño más minimalista con la integración de varios componentes e incluye mejoras de fiabilidad para abordar este este tipo de fallos. De todos modos, la FAA da por buenos los cambios en los Raptor 2, destacando que SpaceX "ha abordado satisfactoriamente las causas del percance del vuelo 8".
Puesta a punto. Hace unos días, la compañía completó con éxito un encendido estático de larga duración de los seis motores de Starship 35, el prototipo que usará en el noveno vuelo. Esta prueba ha sido un escollo importante de cara al vuelo 9 porque la nave necesitó varios intentos para completarlo.
En un primer intento a principios de mayo, uno de los motores emitió un fuerte destello y parte de su material salió volando. Tras el encendido exitoso, la Ship 35 volvió a las instalaciones de producción para los preparativos finales; presumiblemente, la carga de maquetas de satélites Starlink y retoques en su escudo térmico.
Cómo será el vuelo 9. El perfil del vuelo de la semana que viene será muy similar al de los intentos fallidos, pero con varios hitos importantes. El cohete Super Heavy que impulsará la nave, el Booster 14, será el primero en ser reutilizado tras su vuelo anterior de enero, en el que ascendió hasta el borde del espacio, se separó de la nave Starship y regresó a la plataforma de lanzamiento para ser atrapado en el aire por sus brazos mecánicos.
29 de los 33 motores del propulsor son "de segunda mano", aunque se les realizaron inspecciones exhaustivas y se les reemplazaron componentes de un solo uso (como el escudo térmico ablativo). Eso sí, esta vez no se recuperará: el Booster 14 maniobrará directamente sobre el mar para probar un perfil de vuelo más arriesgado, con un giro rápido tras la separación de etapas, un ángulo más agresivo en el descenso y un motor deliberadamente apagado en la maniobra de amerizaje.
En cuanto a la Starship 35. La nave, por su parte, alcanzará más de 160 kilómetros de altitud y demostrará por primera vez el despliegue de carga, lanzando ocho simuladores de Starlink con su sistema inspirado en los dispensadores de caramelos Pez. Una hora después del despegue, reentrará sobre el océano Índico para realizar un amerizaje controlado.
Más allá de superar los problemas anteriores, uno de los objetivos pendientes es probar el rendimiento del escudo térmico mejorado de la Starship Block 2, que será crucial para poder reutilizar la nave. Los fallos previos impidieron que el cohete llegara al punto donde este escudo entra en juego: la reentrada.
SpaceX ha eliminado un número significativo de losetas térmicas para probar áreas vulnerables. En el vuelo 9 probará nuevas losetas metálicas (una de ellas con refrigeración activa) y nuevos accesorios de captura para futuros aterrizajes. También se pondrán a prueba durante la reentrada los alerones nuevos de la nave.
Los aviones estarán más lejos esta vez. A pesar del voto de confianza en SpaceX, la FAA ha impuesto algunas condiciones, como la ampliación de las zonas de exclusión aérea, tanto en Estados Unidos como en otros países. La zona de peligro para aeronaves se extenderá 1.600 millas náuticas hacia el este desde Starbase, atravesando el estrecho de Florida hasta llegar a las Bahamas y las Islas Turcas y Caicos, donde se desintegraron las naves anteriores.
Esta medida afectará a 175 vuelos en más de 70 rutas aéreas, causando retrasos de unos 40 minutos; pero si SpaceX vuelve a lograr una racha de vuelos exitosos, es probable que las zonas de exclusión se reduzcan de nuevo. Las próximas semanas serán cruciales para Starship. El éxito del vuelo 9 no solo significaría superar los recientes fracasos, sino dar un respiro a la NASA, que espera una Starship lunar para transportar astronautas desde la órbita a la superficie de la Luna en 2027.
Imagen | SpaceX
utm_campaign=23_May_2025"> Matías S. Zavia .