Imagina un punto de partida. Un lugar tan fundamental que, sin él, la compleja red de alturas y elevaciones de todo un país carecería de sentido. No es la cima de una montaña majestuosa, ni el epicentro de un observatorio astronómico de vanguardia. Sorprendentemente, y quizás con una pizca de encanto surrealista, todas las altitudes registradas en España, desde la cumbre del Teide hasta el lecho del Miño, se miden en referencia a un punto singular y discreto: un escalón en el ayuntamiento de una soleada ciudad levantina. Esta es una historia fascinante sobre la precisión, la historia y la importancia invisible de la geodesia, una ciencia que sienta las bases de nuestro entendimiento del mundo físico.
Esta afirmación, que a menudo provoca una ceja levantada o una sonrisa incrédula, es una verdad incontrovertible para ingenieros, cartógrafos y geólogos españoles. Durante décadas, este escalón ha sido el "punto cero" geodésico, la referencia inalterable a partir de la cual se construye el complejo mosaico tridimensional de la geografía española. Lejos de ser una curiosidad anecdótica, su elección y su mantenimiento son el resultado de un meticuloso trabajo científico y de una necesidad imperiosa de establecer un estándar unificado para una multitud de disciplinas.
El Origen del "Primer Nivel": La Determinación del Nivel Medio del Mar en Alicante

La historia de este punto de referencia se remonta a finales del siglo XIX. Antes de su establecimiento, las mediciones de altitud en España se basaban en múltiples referencias locales, lo que generaba incoherencias y dificultades significativas a la hora de integrar datos y proyectos a escala nacional. Era evidente que se necesitaba un sistema unificado, y este debía anclarse en un punto de referencia sólido y bien definido. La elección recayó en el Ayuntamiento de Alicante y, más concretamente, en lo que se conoce como el "Primer Nivel" o "Nivel Medio del Mar de Alicante".
Este punto no es arbitrario. Fue seleccionado por el Instituto Geográfico y Estadístico (precursor del actual Instituto Geográfico Nacional - IGN) tras un exhaustivo estudio de las mareas y el nivel del mar en varios puntos de la costa española. Alicante ofrecía una ubicación estratégica y condiciones oceanográficas que permitían determinar con gran precisión el nivel medio del mar. Se instaló un mareógrafo que, durante años, registró meticulosamente las fluctuaciones de la marea. A partir de estos datos, se calculó un valor medio que representaba el "nivel cero" de referencia. Este valor se materializó físicamente en una señal grabada en el escalón del Consistorio, una placa que aún hoy puede observarse y que simboliza el origen de todas las alturas peninsulares.
Personalmente, encuentro fascinante cómo una decisión tan técnica y científica se traduce en una marca física tan humilde en un edificio público. Es un testimonio de cómo la ciencia se arraiga en la realidad cotidiana, a menudo pasando desapercibida para la mayoría. Este "Primer Nivel" no es solo una cota, es la fundación de la cartografía moderna española y, por extensión, de innumerables proyectos de infraestructura y desarrollo.
La Indispensable Necesidad de un Datum Vertical Unificado
¿Por qué es tan crítico tener un único punto de referencia para todas las altitudes? La respuesta reside en la esencia misma de la geodesia, la ciencia que estudia la forma y las dimensiones de la Tierra, y en la multitud de aplicaciones prácticas que dependen de mediciones precisas de altura. Un datum vertical unificado es la espina dorsal de cualquier sistema de referencia de alturas coherente. Sin él, cada ciudad, cada región, podría tener su propio "nivel del mar", lo que resultaría en un caos de mediciones incompatibles.
Imagina la construcción de un acueducto que debe atravesar varias provincias, o una línea de ferrocarril que conecta diferentes comunidades autónomas. Si cada tramo se proyectara con una referencia de altura distinta, las pendientes no encajarían, las estructuras no se alinearían y los errores se acumularían de forma exponencial. Un datum vertical común garantiza que un metro de altura en Sevilla es exactamente el mismo que un metro de altura en Bilbao, permitiendo la interoperabilidad y la coherencia en proyectos de ingeniería civil, planificación urbana, gestión de recursos hídricos, estudios geológicos y predicciones meteorológicas.
Además, para fenómenos como la subida del nivel del mar a causa del cambio climático, disponer de un datum vertical estable y bien definido es fundamental. Solo así podemos monitorizar con precisión los cambios relativos del nivel del mar y sus posibles impactos en las zonas costeras, un desafío global que requiere una base de datos geodésica impecable.
De la Nivelación Topográfica a la Era del GNSS: ¿Cómo se Mide Hoy la Altitud?
La forma en que se determinan las altitudes ha evolucionado drásticamente, pero la necesidad de un punto de referencia estable como el de Alicante sigue siendo fundamental. Tradicionalmente, la altura se medía mediante la nivelación topográfica de alta precisión. Este método consiste en establecer una red de puntos (denominados "benchmarks" o "bases de nivelación") conectados entre sí a partir del punto de origen. Utilizando niveles ópticos y miras, se determinan las diferencias de altura relativas entre puntos adyacentes, propagando así la referencia de Alicante por toda la geografía española. Esta red, meticulosamente calculada y verificada, es la que proporciona las alturas ortométricas que encontramos en la cartografía oficial.
Con la llegada de los sistemas globales de navegación por satélite (GNSS), como el GPS estadounidense o Galileo europeo, las mediciones de altura han alcanzado una nueva dimensión. Sin embargo, es crucial entender que las alturas obtenidas directamente de un receptor GNSS (las llamadas alturas elipsoidales) no son las mismas que las alturas ortométricas que usamos en la vida diaria y que están referenciadas al nivel del mar. Las alturas GNSS se refieren a un elipsoide de referencia (un modelo matemático simplificado de la Tierra), no a la superficie irregular del nivel medio del mar (el geoide).
Aquí es donde entra en juego el concepto del geoide. El geoide es una superficie equipotencial del campo de gravedad de la Tierra que se asemeja mucho al nivel medio del mar, extendido idealmente bajo los continentes. Para convertir una altura elipsoidal (GNSS) en una altura ortométrica (referida al nivel medio del mar de Alicante), necesitamos un modelo preciso del geoide. El IGN mantiene y actualiza constantemente un modelo del geoide español que permite esta conversión, asegurando que las modernas mediciones por satélite puedan integrarse en el sistema de referencia vertical establecido originalmente en Alicante. Es un matrimonio de lo antiguo y lo moderno, donde el escalón de Alicante sigue siendo el ancla conceptual, aunque la tecnología de medición sea radicalmente diferente.
Mirando Más Allá de Nuestras Fronteras: Otros Datums Verticales Europeos
España no es única en tener un datum vertical basado en un punto concreto. La mayoría de los países europeos, y de hecho del mundo, tienen su propio punto de referencia, aunque se están realizando esfuerzos para armonizarlos. Uno de los más conocidos es el Normaal Amsterdams Peil (NAP) de los Países Bajos, establecido en 1683. Este datum es tan fundamental que incluso se utiliza como referencia para las alturas en algunas partes de Alemania.
Otro ejemplo significativo es el Marégraphe de Marseille en Francia. Al igual que en Alicante, este mareógrafo ha medido el nivel del mar durante un largo período para establecer el punto cero de referencia para todas las alturas francesas. Cada uno de estos puntos cuenta una historia similar de precisión y de la necesidad de unificar mediciones dentro de un territorio.
La existencia de múltiples datums nacionales ha planteado desafíos para la colaboración transfronteriza y los grandes proyectos continentales. Por ello, en Europa, se están impulsando iniciativas como la creación del European Vertical Reference System (EVRS), que busca establecer un sistema de alturas unificado para todo el continente. Sin embargo, incluso en un sistema unificado, los datums nacionales como el de Alicante siguen siendo fundamentales como puntos de anclaje y de control para la precisión a nivel local y regional. Puedes aprender más sobre el EVRS aquí.
El Instituto Geográfico Nacional: Guardian de la Precisión Vertical
Detrás de la solidez del sistema de altitudes español se encuentra el incansable trabajo del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Este organismo es el custodio de la Red Nacional de Nivelación de Alta Precisión (RAN), que es la infraestructura física que conecta el "Primer Nivel" de Alicante con miles de puntos distribuidos por toda la Península, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. La RAN está compuesta por monumentos estables y puntos de referencia permanentes, cuya altura se ha determinado con una precisión milimétrica.
El IGN no solo estableció esta red, sino que la mantiene y la actualiza constantemente. Esto implica campañas de medición periódicas para verificar la estabilidad de los puntos, detectar posibles movimientos corticales (aunque mínimos, pueden ser significativos en mediciones de alta precisión) y asegurar que las nuevas tecnologías y los nuevos modelos geodésicos se integren adecuadamente. La fiabilidad de la cartografía, de los sistemas de posicionamiento y de todas las aplicaciones que dependen de la altura en España, descansa sobre la dedicación y el rigor científico de esta institución.
Es un trabajo que rara vez se valora en su justa medida, pero que es absolutamente vital. La invisible labor del IGN asegura que, cuando consultamos un mapa, construimos una carretera o planificamos una defensa costera, estemos trabajando con datos coherentes y fiables, todos ellos, en última instancia, enraizados en aquel escalón de Alicante.
La Belleza Oculta de la Geodesia y el Legado de un Escalón
La historia del escalón del Ayuntamiento de Alicante es mucho más que una curiosidad geográfica. Es una metáfora de cómo la ciencia básica, a menudo imperceptible para el ojo inexperto, sustenta gran parte de nuestra civilización y nuestra comprensión del entorno. Nos recuerda que incluso los cimientos más fundamentales de nuestro conocimiento se construyen sobre decisiones humanas, mediciones meticulosas y un consenso científico a lo largo del tiempo.
Para mí, este punto de referencia encapsula la fascinación por la geodesia: una ciencia que se ocupa de la forma de la Tierra y sus cambios, una disciplina que combina las matemáticas más abstractas con la ingeniería más práctica. Es sorprendente pensar que, mientras caminamos por las ciudades o exploramos las montañas, cada altitud que vemos en un mapa o en un GPS está indirectamente conectada a ese humilde escalón. Es un vínculo tangible con el pasado, con los pioneros de la cartografía española que entendieron la necesidad de una base sólida para el progreso.
Este legado continúa vivo hoy, no solo en la placa de Alicante, sino en cada medición precisa que se realiza en el país, desde la construcción de infraestructuras críticas hasta la investigación de fenómenos geológicos. El escalón no es solo un punto; es el símbolo de la precisión, la uniformidad y la interconexión que define nuestra relación con el vasto y complejo terreno que habitamos. Es un recordatorio de que, a veces, los secretos más profundos y las bases más sólidas se encuentran en los lugares más inesperados y, a menudo, más sencillos.
Finalmente, un enlace a un recurso educativo que detalla la Redes GNSS y Alturas en España para aquellos interesados en profundizar más en la parte técnica.
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