Muchos jóvenes ya ven y oyen todo a 1,5x. No han llegado ahí por casualidad: había mucho dinero en juego
Publicado el 16/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Hace unos años hablábamos de los "fasters", ese grupo de personas que no concebían ver sus series favoritas a menos de 1,5x. Lo mismo con los podcasts o los audiolibros. En aquel momento, eran la excepción, y al preguntar por redes sociales, la gente se sorprendría y horrorizaba ante la posibilidad de disfrutar de la cultura de esa manera.
Hoy las cosas han cambiado, y ser "faster" llega a ser bastante común: según una encuesta de The Economist y YouGov, un 31% de los estadounidenses de entre 18 y 29 años escuchan audios a más de 1x.
Los grandes de Internet han puesto muy fácil acelerarlo todo. YouTube, Spotify o Netflix son gigantes de Internet que ya solo no compiten contra sus competidores directos, compiten contra todo y todos buscando una cosa: nuestra atención sostenida. Quieren que pasemos más y más tiempo en la plataforma, no solo para evitar que vamos a la competencia, sino porque de esa forma nos fidelizan más y generan más ingresos publicitarios por usuario. En el caso de Spotify, por ejemplo, gana más dinero cuando reproducimos podcasts (y es común acelerarlos) que cuando escuchamos música, porque ahorran derechos que pagar a las discográficas. En YouTube la lógica es parecida: si aceleramos la reproducción, podremos consumir más contenido en el mismo tiempo.
Así se entiende el parte el éxito del consumo rápido de contenidos: estas compañías y otras no solo implementaron la velocidad de acelerar la reproducción donde antes no era tan común (fuera del audio), sino que pusieron la función casi al nivel de relevancia de pausar o adelantar la reproducción. Así, YouTube ofrece hasta trucos como dejar el vídeo pulsado en móviles o en la web para que la reproducción pase de 1x a 2x de forma automática.
La vida a 1x se nos hace lenta. WhatsApp y Telegram lo saben, y en 2021 implementaron la posibilidad de acelerar los audios de nuestros contactos, algo que un servidor valora enormemente. La sensación con los audios, como decía uno de sus odiadores, es que hay "hay muchísimo rodeo, pausas, repeticiones innecesarias", y acelerarlos a 1,5x ofrece, en muchos casos, una cadencia de conversación más normal. Como en persona, con menos distracciones.
Personalmente, todos los audios los reproduzco ya a dicha velocidad, y siento que no pierdo atención, contexto o datos de lo que mis amigos y familiares me explican. Los audios de algunas personas de habla lenta son compatibles con subir a 2x, pero por lo general no es cómodo. Acelerarlo todo tanto tiene consecuencias: al volver a escucharlos a velocidad normal, hay cierta sensación de que las personas están "borrachas". Este efecto es extremo si en lugar de acelerar ralentizamos la reproducción.

El FOMO como factor de un enorme "ahorro" de tiempo. Para entender los efectos de acelerar la reproducción en los distintos servicios es muy útil recordar sus cifras oficiales. Según contaba YouTube en 2022, sus usuarios ahorraban 900 años de vídeo al día al verlos más rápido de su velocidad original. Para Linda Stone, investigadora de la revolución digital, acelerarlo todo tiene que ver con el FOMO, el miedo a perdernos cosas, a no llegar a todo.
La tele, reducto del respeto a la intención creativa. De las grandes plataformas (Disney+, Netflix, Prime Video, HBO Max y Apple TV+), Netflix es la única que permite acelerar sus contenidos desde la aplicación oficial para móviles. El resto, ni en móviles ni en otras plataformas, quizá siguiendo los motivos que alegó Netflix para no ofrecer la función en pantallas más grandes:
"Hemos sido sensibles a las preocupaciones de los creadores y hemos evitado incluir pantallas de mayor tamaño, especialmente televisores". Cinco años después de estrenar el ajuste en móviles, Netflix sigue sin permitir alterar la reproducción en las Smart TV. YouTube no se lo toma así, y entre sus ajustes la posibilidad de variar la reproducción de 0,25x a 2x desde hace 15 años.
No destruyas mi trabajo. El ritmo y el montaje son elementos clave de series y películas. Que sean lentos o rápidos no es un fallo, son una decisión con la que reflejan una intención. Así que los cineastas consideran que acelerar la reproducción es algo devastador para su trabajo. Frente a la alegría de los "fasters" por poder acelerar Netflix y series "innecesariamente estiradas", Peyton Reed (Ant-Man) y Peter Ramsey (Spider-Man: Into the Spider-Verse) se mostraron claramente en contra de implementar la funcionalidad, a lo que se sumó Aaron Paul, pese a haber trabajado con ellos en 'El Camino'.
Los efectos. The Economist recoge la postura de distintos expertos y estudios respecto al fenómeno. La conclusión de investigadores de la Universidad de Waterloo en Canadá fue que consumir contenido hasta 1,5x no añade diferencias cognitivas respecto a hacerlo a la velocidad original.
Sí, pero. Sin embargo, cuando nos acercamos o superamos la velocidad 2x, la cosa cambia: las respuestas a la evaluación de estudiantes que habían visto pruebas a esta velocidad eran de bastante peor calidad. Teniendo esto en cuenta, lo llamativo es que YouTube ya está ofreciendo la opción de reproducir sus vídeos a velocidad 4x a usuarios de la suscripción Premium.
La experiencia de un fan. Mi compañero y editor de Xataka José García reconocía en una charla entre compañeros haber visto 'One Piece' a velocidad 1,5x, "en esas escenas que sabía que eran importantes, pero en las que tampoco me aportaban en exceso 10 segundos de miradas intensas", mientras que "lo que sabía que era mítico (café para cafeteros: episodios 483, capítulo 1.000 y 1.076, por ejemplo) lo dejaba a 1x".
Y no tuvo la sensación de perderse nada con este anime en concreto, porque "los diálogos son relativamente lentos y total, no entiendo mucho japonés, así que con poder leer los subtítulos me vale". Además apunta a que algo así era posible a 1,5x, mientras que "a 2x ya era otra historia". A diferencia de lo que puede pasarnos con los audios de WhatsApp, volver al 1x le resultó satisfactorio: "Fue raro. Estaba acostumbrado a unos ritmos mucho más acelerados y sí, sentía que iba como lento, pero volví a apreciar los detalles de la animación, los matices de algunas voces... Era más lento, pero de alguna forma lo estaba disfrutando más, sentía que era más completo".
Imagen | Pluto Mossa en Unsplash, Netflix
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