Magnates de Silicon Valley están animando a Trump a crear 'ciudades de la libertad' controladas por grandes empresas: esta es la idea
Publicado el 14/03/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Quieren revolucionar la estructura urbana y económica de Estados Unidos, y su medio para lograrlo se denomina 'Freedom cities': un grupo de multimillonarios y defensores del 'libre mercado' han impulsado la idea de estas "ciudades de la libertad" que estarían caracterizadas por contar con una regulación (pública) mínima o inexistente.
En teoría, esa naturaleza separada de las ciudades normales fomentaría la innovación tecnológica y el emprendimiento, al estar liberadas de las "restricciones" impuestas por las agencias gubernamentales.
La iniciativa ha sido respaldada por figuras influyentes de Silicon Valley como Peter Thiel y Marc Andreessen y cuenta con el apoyo de algunas voces destacadas de la administración de Donald Trump (empezando por el propio presidente, que ha expresado en alguna ocasión su interés en la creación de estos enclaves).
Hay que tener en cuenta que Peter Thiel y Marc Andreessen son dos de los empresarios e inversores más influyentes en el mundo de la tecnología y el capital de riesgo en Silicon Valley:
- El primero fue cofundador de PayPal, y el primer inversor externo de Facebook.
- el segundo creó el primer navegador web gráfico de la historia, después fundó Netscape, y ahora es inversor en empresas como Facebook, Twitter, Airbnb, Coinbase y OpenAI.
¿Qué son (exactamente) las "Freedom Cities"?
Las "Freedom Cities" son un concepto basado en la idea de crear espacios urbanos con supuestas políticas de desregulación extrema: la propuesta, impulsada por la organización Freedom Cities Coalition y financiada por inversores privados, busca establecer zonas donde las normativas federales y estatales sean sustituidas por un marco regulador diseñado por los propios empresarios y tecnólogos.
De ahí lo de "supuesta desregulación": simplemente cambia el regulador. Y es que, en este tipo de ciudades, los desarrolladores privados tienen la potestad de establecer sus propias leyes y sistemas judiciales, lo que ha generado controversia en los países donde se han implementado.
Estas ciudades serían experimentos urbanos y sociales con capacidad para operar al margen de la intervención de agencias como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) o la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
La propuesta se inspira en experimentos previos en el extranjero, como 'Próspera' en Honduras, un enclave autónomo creado bajo el modelo de Zonas de Desarrollo Económico y Empleo (ZEDE). Trey Goff, el jefe de personal de Próspera, es miembro activo de la Freedom Cities Coalition.
¿Cómo funcionaría algo así?
Las 'Freedom Cities' funcionarían como enclaves autónomos dentro de Estados Unidos (algo así como el Vaticano en Italia), gestionados principalmente por corporaciones y fondos privados en lugar de gobiernos tradicionales.
La gobernanza se basaría en acuerdos contractuales entre residentes y administradores, estableciendo reglas personalizadas para el urbanismo, la economía y la seguridad. Las empresas tendrían control sobre la infraestructura, los servicios públicos y el desarrollo tecnológico, priorizando la innovación sin las restricciones de normativas federales.
Sin embargo, este modelo plantea interrogantes sobre la equidad social, la rendición de cuentas y la protección de los derechos de los ciudadanos dentro de un entorno predominantemente corporativo.
Entonces, ¿Trump lo apoya?
El presidente Donald Trump ha sido uno de los principales promotores de esta idea. En un discurso de 2023, previo a su retorno al poder ejecutivo, propuso la creación de hasta diez 'Freedom Cities' en terrenos federales subutilizados, argumentando que estas urbes "impulsarían el sueño americano" y proporcionarían oportunidades de vivienda y empleo a miles de ciudadanos.
Trump destacó que casi un tercio del territorio estadounidense es propiedad del gobierno federal y sugirió destinar una fracción de estos terrenos a este ambicioso proyecto.
- ¿Cómo podría articularse su creación? La Freedom Cities Coalition ha estado en conversaciones con la administración Trump y ha propuesto la creación de estas ciudades mediante "pactos interestatales", en los cuales dos o más estados podrían acordar designar áreas fronterizas como zonas especiales con marcos fiscales y regulatorios propios. Además, algunos defensores del proyecto han planteado la posibilidad de que Trump establezca estas ciudades como enclaves federales mediante órdenes ejecutivas.
¿Qué cabe esperar de estas ciudades?
Sus defensores argumentan que estas ciudades permitirían "despojarse de décadas de acumulación burocrática" y brindar a los empresarios la libertad de operar sin trabas gubernamentales. Según ha informado 'Wired', entre los objetivos de estos enclaves se incluyen ensayos clínicos de antienvejecimiento, el desarrollo de startups nucleares y nuevas técnicas de construcción que, en condiciones normales, estarían sujetas a estrictas regulaciones gubernamentales.
Problemas del proyecto
- Ya ha generado fuertes críticas. Sus detractores advierten que la eliminación de regulaciones esenciales podría llevar a riesgos medioambientales, abusos laborales y un incremento en la desigualdad económica. Además, permitir que entidades privadas escriban sus propias leyes y administren justicia dentro de estos enclaves plantea dudas sobre la erosión del Estado de derecho.
- Uso actual de tierras federales de EE.UU. Actualmente, la mayoría de las tierras federales no destinadas a la agricultura o la producción energética están dedicadas a la conservación de la vida silvestre. Algunos ecologistas han expresado su preocupación por el impacto ecológico que tendría el desarrollo urbano en estas áreas.
¿Un concepto de ciencia ficción?
El concepto de las "Freedom Cities" tiene paralelismos con escenarios futuristas imaginados en novelas de ciencia ficción ciberpunk como 'La era del diamante' de Neal Stephenson, o 'Jennifer Gobierno' de Max Barry. En la obra de Stephenson, la sociedad está fragmentada en enclaves tecnológicos altamente avanzados, gobernados por corporaciones y otras entidades privadas, donde la ciudadanía depende más de la afiliación económica que de la nacionalidad tradicional.
Por otro lado, 'Jennifer Gobierno' presenta un mundo donde las empresas se han equiparado (y casi sustituido por completo) a los gobiernos y los ciudadanos toman el apellido de la corporación para la que trabajan (la 'Jennifer' del título es una funcionaria). En este universo, la competencia sin restricciones ha llevado a un capitalismo extremo plagado de abusos corporativos.
Vía | Gizmodo
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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