Le roban el iPhone en Nueva York y acaba en China con su nuevo dueño. Ahora son grandes amigos

Publicado el 29/06/2024 por Diario Tecnología
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Le roban el iPhone en Nueva York y acaba en China con su nuevo dueño. Ahora son grandes amigos

Uno de los mayores pánicos de la era tecnológica es que nos roben o perdamos el iPhone. A veces tenemos suerte y un alma caritativa nos lo devuelve, pero por desgracia no es lo común. Luego hay historias rocambolescas a más no poder como la que vivió Matt Stopera, editor de BuzzFeed y que desde hace años es famoso en China gracias a perder su iPhone.

Stopera perdió hace casi diez años su iPhone en Nueva York, y alejado de cualquier recomendación, no activó el modo perdido del iPhone. Esto podría haber sido el fin de todo indicio sobre la localización del dispositivo. Sin embargo, el ladrón cometió un grave error y el periodista no sólo pudo llegar hasta su iPhone, sino que lo hizo de una forma cuando menos curiosa.

Todo empezó con un descuido en el peor lugar posible

Ya decimos que perder un iPhone no es de lo más agradable. No lo fue para Matt Stopera, quien a principios de 2014 se encontraba en su bar favorito al este de Nueva York. Estaba abarrotado y aquello pudo ayudar a que, en un descuido, Stopera perdiese el iPhone. O más bien, que en un descuido ayudase a que lo robasen.

Dejó su iPhone sobre una mesa del bar para saludar a otra persona. Un acto casi instintivo y que le salió caro. Tanto que cuando quiso percatarse, su iPhone ya no estaba sobre la mesa. Desde otro teléfono, se llamó a esa línea y comprobó lo que él denomina "la señal de la muerte", que no es otra cosa que la locución automática que precede al buzón de voz. Efectivamente, alguien había robado su iPhone.

Cuando Stopera cuenta esta historia, alaba el buen ojo criminal del ladrón, dado que afirma que aquel bar y en aquella noche "era un lugar perfecto para robar móviles". Apostaba incluso a que seguramente habría podido sustraer unos 20 iPhone sólo en aquella noche.

Hasta aquí todo normal. Un robo desgraciado, pero que al fin y al cabo no tiene nada de particular. Dadas las circunstancias, Stopera compró otro iPhone y siguió haciendo su vida con normalidad. Hasta que empezaron a suceder "fenómenos paranormales".

Un doble fallo dio la pista definitiva a Matt Stopera

Primeramente debemos recalcar el error de Stopera. No bloqueó su iPhone y eso permite que el ladrón pueda seguir usándolo. Lo más común es que en pocos minutos se cierre sesión en iCloud y que se restaure de fábrica el iPhone. De esa forma el ladrón puede quedárselo usando su propia cuenta o, en su defecto, venderlo a un tercero. Esto tampoco sucedió.

Y de repente, aparecieron fotos de un señor chino obsesionado con las naranjas

El ladrón tampoco cerró sesión de la cuenta de Stopera. El periodista seguramente no le dio importancia a eso hasta que empezaron a ocurrir lo que antes llamábamos fenómenos paranormales. Y es que, sin saber cómo habían llegado allí, en su nuevo iPhone tenía fotos de un desconocido chino.

Fotos Algunas de las fotografías que empezaron a aparecer en el nuevo iPhone de Matt Stopera

Eran unas cuantas fotografías de naranjos las que encontraba en su galería, acompañadas por un misterioso ciudadano chino. Y sí, sabía que era chino porque en los metadatos de la fotografía se reflejaba el lugar en el que habían tomado esas fotografías.

En un primer momento pudo haber pensado que le habían hackeado la cuenta. La explicación, en cambio, era de lo más simple. El iPhone robado seguía activo con su cuenta y por tanto se sincronizaban todos los datos del nuevo propietario con el contenido de Stopera. De hecho, aquel nuevo propietario chino tendría también las fotos de Stopera.

"Me convertí en una celebridad en China y me gané un amigo de por vida"

Aunque lo ha contado en diversas entrevistas, la repercusión de esta historia comenzó con un artículo publicado por el propio Matt Stopera en BuzzFeed. Y si bien es cierto que entre sus lectores llamó la atención, no se compara en absoluto con lo que ocurrió en China. Alguien tradujo esta historia y tanto Matt como el nuevo propietario del iPhone se hicieron virales en China. Al menos, en una gran parte de ella.

Con cierta gracia, los chinos apodaron el Hermano Naranjo a aquel compatriota que tenía ahora el iPhone de Stopera. Este otro, por su parte, se llegó a abrir una cuenta en Weiboo, que es la principal red social de China y que viene a ser algo parecido a X (antes Twitter).

Su lista de seguidores aumentaba por minutos. Eran miles los que empezaron a seguirle. Tanto que al final se tuvo que tomar en serio esa repercusión de la historia para viajar a China él mismo y reunirse con el nuevo propietario de su iPhone perdido. Invitado por él, además, ya que en la misma Weiboo le invitó publicamente a "probar la comida local", dando fe de que sería bien recibido.

Stopera Matt Stopera (izda.) en su multitudinario recibimiento en China. El del medio es el Hermano Naranjo. El de la derecha... bueno, el de la derecha es un ciudadano anónimo asistiendo atónito a la escena

Más allá de hacerse fotos con todo aquel ciudadano que le reconociese, Stopera tuvo una importante reunión con la otra pata de su fama. El Hermano Naranjo se llama en realidad Li Hongjun, tenía 30 años en aquella época y vivía en una pequeña localidad de la región china de Meizhou.

Lo curioso de esta historia es que Matt Stopera fue recibido como un héroe, un rey o cualquier jefe de estado. Agasajado con flores y otros regalos, decenas de ciudadanos chinos le recibieron en el aeropuerto. Y sí, allí estaba también Li Hongjun como anfitrión y no se olvidó su iPhone. El ya ex iPhone de Stopera.

¿Pero cómo llegó el iPhone de Nueva York a China?

Sí, vale, el iPhone llegaría a China en avión. Sin embargo, más allá de este chascarrillo obvio, lo cierto es que aún a día de hoy se desconoce qué ocurrió entre medias de esta historia. Cuando Li Hongjun se reunió con Li Honjung (AKA, el Hermano Naranjo), pudo saber que al ciudadano chino le llegó el iPhone como un regalo de su sobrino.

Matt2 Matt y Li Hongjun, celebrando su amistad

Sin embargo, Li desconocía por completo el origen. Ni sabía dónde lo había comprado, ni nada de nada. Dado el estrecho lazo que unió a ambos, se dio por sentado que en ningún caso fueron responsables del robo. Ni el famoso Hermano Naranjo, ni su sobrino.

Lo más probable es que aquel iPhone robado en Nueva York acabase siendo uno más de una larga cadena de intermediarios. Seguramente fuese vendido de forma ilegal en el mercado negro de Estados Unidos y de algún modo acabase vendiéndose a su vez a China. El sobrino de Li Hongjun no sabría su procedencia cuando lo compró y en ningún caso temió que fuese robado.

Imágenes e información | Matt Stopera

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