La cerveza 'sin' es un negocio tan grande que ha activado una nueva carrera: cerveza sin alcohol capaz de emborrachar
Publicado el 02/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Viernes. Ocho de la tarde. Estás en una terraza del centro con tus amigos y te apetece tomarte un par de cañas (quizás un par de copazos) para aprovechar el sol de un verano en retirada, pero la sola idea de la resaca de la maña siguiente y que el alcohol te arruine buena parte del fin de semana te echa atrás, así que acabas pidiendo una cerveza 'sin'. Otra más. Pero… ¿Y si hubiese una IPA o un licor 'sin' capaz de darte el puntillo de euforia y desinhibirte, todo sin una sola gota de alcohol, resacas ni riesgo de terminar desarrollando una adicción?
Esa es la curiosa promesa que ha lanzado un laboratorio británico.
¿Qué ha pasado? Que en un momento delicado para la industria del alcohol, marcado por la caída de demanda en mercados clave, un cambio generacional claro en el consumo de copas y un creciente interés por las cervezas o vinos 'sin', hay quien ya quiere ir varios pasos más allá y alcanzar el 'santo grial' de la bebida. ¿Cuál? Ni más ni menos que lograr la cuadratura del círculo: licores y cervezas libres de alcohol pero capaces de embriagar. O al menos de dar a quien los consume ese punto de desinhibición y euforia que se busca en las botellas.
¿Quién está detrás? El nombre clave en esa carrera es el de David Nutt, neurocientífico con una larga experiencia en investigación y que lleva décadas explorando cómo afectan los fármacos al cerebro, la adicción o la ansiedad. Nutt reconoce que la bebida ofrece ciertas ventajas a nivel social, pero aspira a que la gente pueda disfrutar de sus copas de forma más segura y saludable, evitando riesgos como la adicción, la cirrosis o los comportamientos agresivos.
Convencido de que puede lograrse, hace años cofundó GABA Labs, una firma que parte de una promesa ambicioso: "Brindar a los bebedores sociales lo que quieren del alcohol sin el alcohol". El equipo trabaja para lanzar al mercado una molécula patentada llamada Alcarelle, un compuesto inodoro, insípido e incoloro que actúa como "un ingrediente diseñado para promover la socialización y la relajación".
Su propósito, aclaran desde Bloomberg, es amplificar los efectos del ácido gamma-aminobutírico, un neurotransmisor que transmite mensajes químicos a las células nerviosas para indicar al cerebro que se relaje. La empresa se ha propuesto además otra meta ambiciosa: que su creación supere al alcohol tradicional sin ser adictiva. No solo eso. En las entrevistas que concede Nutt suele hablar de unos efectos similares a los de las bebidas espirituosas sin la resaca del día siguiente.
¿Y cómo les va? En su página web GABA Labs precisa que su objetivo es que Alcarelle y los productos derivados estén disponibles en Estados Unidos a partir de 2028, aunque en una entrevista con Bloomberg en julio Nutt confesó que espera que el compuesto esté disponible comercialmente antes de que finalice 2027.
Desde que se fundó, hace casi una década, GABA Lab ha estado buscando moléculas capaces de actuar en los receptores GABA del cerebro para lograr los resultados deseados (y esquivar los indeseados), lo que les ha llevado a desarrollar decenas de opciones distintas. "Se trata de probar y refinar", reconoce el científico. Ahora mismo el laboratorio tiene tres moléculas 'finalistas' y espera apostar pronto por la más prometedora para avanzar en su investigación y desarrollo.
¿Han lanzado algo ya? Sí. Para comprobar los resultados de GABA no habrá que esperar tanto. En 2021 la compañía lanzó una bebida en pequeñas cantidades en Reino Unido y tiempo después lo hizo en EEUU. Su nombre: Sentia. El brebaje no incluye aún la molécula que persigue GABA, pero se elabora con ingredientes naturales que aspiran a ofrecer un anticipo de los planes de Nutt. Sus creadores la presentan como una alternativa para los clientes "cansados de elegir entre alcohol o sin alcohol que buscan una bebida funcional que mejore su conexión social".
¿Una cerveza 'sin' distinta? Esa la última promesa del equipo de Nutt. Hace unos días la agencia EFE se hacía eco del lanzamiento de una cerveza 'sin' capaz de generar en quien la ingiere una desinhibición similar a la de la bebida tradicional. Su nombre comercial: Gabyr. "Proporciona los mismos efectos que la gente busca en una bebida, relajación, sociabilidad, pero con un impacto mucho menor que el alcohol", reivindica el cofundado del laboratorio desde Hemel Hempsetad, a las afueras de Londres, que es donde se fabrica la bebida según precisa la agencia.
El equipo ya está trabajando también en un whisky y un vino.
¿Por qué es importante? Por varias razones. Primero, por lo que promete. Aunque de momento se trata básicamente de eso (promesas y declaraciones de intenciones), en sus entrevistas Nutt insiste en que su meta es ambiciosa: persigue una gama de bebidas 'sin' que ofrezca lo que buscan muchos bebedores sociales en las copas, desinhibición y un punto de euforia. Todo, insiste, con una alternativa no adictiva ni resacas. Se bebe y en teoría los efectos llegan al cabo de 20 minutos.
Eso por supuesto deja botando algunas preguntas interesantes en diferentes ámbitos. ¿Cómo afrontarlo a nivel regulatorio? ¿Cómo influiría en la conducción? ¿Y cómo podrían supervisar su uso las autoridades? ¿con alcoholímetros? ¿Tiene efectos secundarios? En una entrevista con Bloomberg, Kenneth Sher, profesor de la Universidad de Missouri, reconocía que le cuesta imaginar un solo sustituto para el alcohol basado en GABA. Otro académico, Jim Cook, muestra también su recelo frente a posibles efectos secundarios, como la somnolencia o pérdida de memoria.
¿Hay más? Sí. Tras la propuesta de Nutt hay algo más que interés científico. La lucrativa industria del alcohol ha experimentado cambios importantes a lo largo de las últimas décadas, y aunque la tendencia no es la misma (ni igual de intensa) en todos los mercados, hay ciertas pautas que están afectando a las grandes marcas: la generación Z parece menos interesada por el alcohol que sus predecesoras, ganan fuerza tendencias como la del "Enero Seco" y se habla mucho más de las cervezas o los vinos 'sin', que ya representan un mercado al alza y con pingües promesas.
El portal Statista calcula que en 2028 le ventas globales de cerveza sin alcohol superarían holgadamente los 50.000 millones de dólares, lo que coronaría una subida de demanda prácticamente ininterrumpida que puede remontarse como mínimo a antes de la pandemia. La agencia Bloomberg habla de que solo en EEUU el mercado de las bebidas 'sin' mueven cerca de 900 millones de dólares cada año. Si Nutt logra finalmente dar con la tecla adecuada y alcanza su ambicioso objetivo podría convertirse en un nuevo actor destacado en ese negocio en auge.
Imágenes | Mark Broadhead (Unsplash) y Statista
utm_campaign=02_Sep_2025"> Carlos Prego .