La alergia es todo un riesgo al volante: trucos para reducir los síntomas y medicamentos a evitar
Publicado el 01/04/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Después de un mes lluvias constantes en la mayor parte del país ha salido el sol. Se disfrutará mientras dure... y quienes puedan. Porque después de un mes de lluvias, la salida del sol también conlleva algo muy concreto: polen. Con la lluvia, el polen se mantenía bajo pero el sol hace que se eleve y los alérgicos sufran.
Ojos irritados, congestión, estornudos, tos... mil y un síntomas que pueden ser una auténtica pesadez cuando salimos a la calle a dar un paseo pero que se convierte en un verdadero problema si estamos al volante cuando empezamos a estornudar sin freno.
Cómo aliviar los síntomas de la alergia al volante
Puede parecer algo banal pero todo parece indicar que existe cierta correlación entre los accidentes mortales y la polinización de las plantas. Concretamente, en Estados Unidos calculaban que los accidentes con fallecidos aumentan alrededor del 6% cuando los conductores sufren más los síntomas de la alergia.
Teniendo esto claro, ¿qué podemos hacer para evitar las consecuencias de la alergia y reducir los riesgos?
Los consejos antes de ponernos al volante
Lo primero y más recomendable es, como para muchas otras cosas, llevar un buen mantenimiento y limpieza del coche.
En primer lugar, lo básico y lo que podemos hacer con más frecuencia: limpia el coche. Y hazlo a conciencia, poniendo especial cuidado en los lugares donde se suele acumular el polvo y en las rejillas de la ventilación. Es bueno pasar los cristales frecuentemente y, en general, llevar el coche lo más limpio posible.
Es especialmente interesante mantener la tapicería lo más limpia posible. Aspira los asientos y así evitarás que queden posibles restos de polvo. Es especialmente importante si, por ejemplo, tienes alergia a algún animal.
Pero además de esto, hay que mantener el coche en el mejor estado posible y, en este caso, hablamos de los filtros del aire. Este componente se recomienda cambiarlo una vez al año pero si haces muchos kilómetros o si allí donde vives hay mucho polen y dejas el coche aparcado en la calle, es buena idea cambiarlos cada seis meses. De esta manera, el aire que se cuele al interior del habitáculo será de mejor calidad y estará más limpio.
Los consejos para conducir
Cuando no tenemos más remedio que ponernos al volante sufriendo los síntomas de la alergia, lo mejor es que prioricemos las horas centrales del día. Las primeras horas y las del atardecer son las peores y en las que mayor concentración de polen hay en el ambiente por lo que los síntomas también serán más acusados.
Además de porque facilita la conducción, las gafas de sol pueden ser unas buenas aliadas porque reducen la irritación de los ojos y el lagrimeo de los mismos. Es conveniente que no nos toquemos los mismos con las manos sucias ya que podemos aumentar los síntomas.
Por lo demás, poco más puedes hacer si has llevado a cabo bien el primer paso. Si el coche está listo, sube las ventanillas, activa la climatización y aprovecha el funcionamiento de los filtros del propio vehículo.
Cuidado con los antihistamínicos
Si la alergia te obliga a medicarte, acude siempre a un especialista para que te indique qué puedes tomar para reducir los síntomas y cuándo.
Algunos antihistamínicos pueden producir somnolencia por lo que es mejor no tomarlos si tienes que conducir. Estos medicamentos tienen un aviso en la caja con un coche dentro de un triángulo rojo. Debes tener claro, eso sí, que la conducción no está prohibida si tomas uno de ellos pero sí desaconsejada.
Hay que tener en cuenta que algunos medicamentos pueden llegar a generar falsos positivos en un control de drogas. La propia DGT señala que lo ideal es optar por los antihistamínicos H1 de nueva generación. En su composición se indica que están formulados con astemizol, loratadina, ebastina, terfenadina, cetirizinas o desloratadina.
De igual modo, los antihistamínicos H2 contienen cimetidina, ranitidina y nizatidina y presentan riesgo bajo de somnolencia o fatiga. Estos medicamentos tienen un efecto sedante inferior a los antihistamínicos H1 de primera generación, que son los más peligrosos. Estos están formulados con Dimenhidrinato (Biodramina) o Doxilamina (Dormidina).
Esto último es importante ya que según Tráfico, el efecto de los antihistamínicos H1 de primera generación se puede asemejar a tasas de alcohol de entre 0,5 y 0,8 g/l en sangre.
Foto | Obi - @pixel9propics y Darwin Vegher
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