Japón había usado su reserva de arroz ante terremotos o tsunamis. Ahora es su arma contra la escalada de precios
Publicado el 21/03/2025 por Diario Tecnología Artículo original
A lo largo de los últimos años el Gobierno de Japón ha tenido que echar mano de su reserva de arroz de emergencia para afrontar precisamente eso, emergencias. Lo hizo tras el terremoto y maremoto que golpearon el este del país en marzo de 2011. Y volvió a hacerlo años después tras la cadena de seísmos que hicieron temblar el suelo en Kumamoto. Ahora las autoridades se han visto obligadas a recurrir de nuevo a sus silos nacionales, aunque no para responder ante una emergencia imprevista. O no al menos una en el sentido convencional de la palabra.
Su objetivo es otro: frenar el encarecimiento del arroz.
Un precio: ¥3.939. Eso es lo que costaba de media a finales de febrero un saco de cinco kilos de arroz en Japón: 3.939 yenes, equivalente a 24,4 euros. Es mucho (muchísimo) más que hace apenas un año, cuando por esa misma saca de grano una familia pagaba alrededor de 2.000 yenes (12,4 €). A principios de marzo el Ministerio de Agricultura volvió a hacer un sondeo en un millar de tiendas y se encontró con que la bolsa de 5 kg estaba ya en 4.077 yenes (25,3 €).
Un porcentaje: 71%. La escalada de precios no es nueva. Los japoneses llevan meses viendo cómo prepararse un cuenco de arroz les sale cada vez más caro, con subidas del 30, 40%... o incluso más pronunciadas. A principios de 2025 el índice básico de precios del Gobierno mostraba que los sacos estaban registrando alzas interanuales del 71% en los 23 distritos de Tokio, un dato demoledor por varias razones. La principal, el enorme peso que tiene el grano en la dieta nipona.
Aunque ha ido disminuyendo con el paso de los años por la influencia de la cocina extranjera a base de harina de trigo y su consumo actual queda lejos de los picos alcanzados en los años 60, la demanda per cápita de grano sigue siendo más que considerable en Japón: en 2020 rondaba los 51 kilos. A modo de referencia, en 2022 un japones promedio consumía cuatro veces más que un estadounidense.
Una pregunta: ¿Por qué? La pregunta del millón. ¿A qué responde ese encarecimiento del arroz? Lo cierto es que no hay un solo motivo. En la escalada de precios ha influido una meteorología adversa para las cosechas, el aumento de la demanda en pleno boom turístico, las compras de pánico (alentadas en 2024 por la amenaza de un "megaterremoto"), las políticas gubernamentales que afectan al cultivo, el desabastecimiento... y algo más: la sombra de la especulación.
"Algunas empresas y particulares han empezado a comerciar con arroz como si fuera un juego de dinero", reconocía hace poco a The New York Times Masayuki Ogawa, profesor de economía agrícola en la Universidad de Utsunomiya. El propio ministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca, Taku Etō, ha admitido en público que la situación resulta "extremadamente irregular". "Estamos produciendo 180.000 toneladas extra y tenemos suficiente en stock. Si uno va al supermercado puede encontrar arroz. Pero el precio es anormalmente alto: cuesta el doble".

Una salida: la subasta. Ante semejante panorama el Gobierno japonés ha optado por una salida radical: echar mano de sus reservas de arroz de emergencia, un fondo que el país mantiene desde 1995 para cubrir la demanda interna en casos de fuerza mayor, como malas cosechas, desastres meteorológicos o terremotos. En total ronda el millón de toneladas de grano, un amplio stock que resultó útil por ejemplo tras el seísmo y el maremoto que afectó a las islas hace 14 años.
En esta ocasión no ha hecho falta que tiemble el suelo o se levanten enormes olas. Ha llegado con que el índice de precios se dispare. Y eso sí es excepcional. El país nunca antes había usado la reserva de arroz para reducir los precios.
Hace unos días el Gobierno sacó a subasta cerca de 165.000 toneladas de grano para que pudiesen pujar por ella operadores profesionales, distribuidores a través de los que espera que el grano llegue a los supermercados. El objetivo: cubrir la demanda, destensar los precios y dar un respiro a las familias. La convocatoria despertó el interés de siete postores a los que se acabó adjudicando algo más del 90% del arroz disponible. En total eso supone 141.796 toneladas de arroz.
Un objetivo: repetir. No será el único movimiento del Gobierno para reducir el precio del arroz. Tokio planea liberar 210.000 toneladas y el ministerio ya advierte que si esa medida no funciona se repartirá aún más. "Haremos todo lo posible para resolver el cuello de botella en la cadena de suministro y aliviar las dificultades de los consumidores", recalca Eto, que busca un "equilibrio entre oferta y demanda".
Por lo pronto las autoridades ya han decido subastar otras 70.000 toneladas que restan para alcanzar su objetivo de 210.000 t inyectadas en el mercado. Lo hará a priori la última semana de marzo. Una vez haya completado el proceso el Gobierno habrá movilizado algo más de la quinta parte de sus reservas de emergencia.
Imágenes | Steven Rieder (Flickr) 1 y 2 y Fidel Fernando (Unsplash)
utm_campaign=21_Mar_2025"> Carlos Prego .