Intel acaba de confirmar uno de sus mayores repliegues en años: miles de despidos y adiós a fábricas en tres países

Publicado el 24/07/2025 por Diario Tecnología
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Intel acaba de confirmar uno de sus mayores repliegues en años: miles de despidos y adiós a fábricas en tres países

No es ningún secreto que Intel atraviesa una etapa complicada. La histórica firma de procesadores lleva años lidiando con una crisis que ya no puede esconderse, y cuyas consecuencias empiezan a hacerse visibles.

Desde el pasado 18 de marzo, el nuevo CEO, Lip-Bu Tan, ha tomado el timón tras la salida de Pat Gelsinger. Y lo ha hecho con decisiones que marcan un punto de inflexión. Los despidos son solo una parte del plan: lo que viene detrás apunta a una transformación más profunda.

Un recorte silencioso (y amplio)

Intel no ha anunciado despidos como tal. Pero basta con leer entre líneas. En su informe financiero del segundo trimestre de 2025, la compañía deja claro que su objetivo es terminar el año con una plantilla de unos 75.000 empleados. Eso supone una reducción significativa respecto a los 99.500 trabajadores con los que cerró 2024, según datos de Reuters. En ese intervalo ya se produjeron recortes discretos —la propia Intel habla de “acciones de plantilla” ya completadas—, por lo que no se puede precisar el número exacto de despidos. Pero la magnitud del recorte habla por sí sola.

El plan forma parte de una estrategia más amplia para reducir gastos operativos, ganar agilidad y mejorar la eficiencia. De hecho, la compañía ha reconocido 1.900 millones de dólares en cargos por reestructuración solo en el segundo trimestre, y esas medidas ya están afectando directamente a su red global de operaciones.

El ajuste de Intel no se limita a reducir plantilla. También ha comenzado a recortar su presencia en países donde tenía proyectos clave en marcha. En Alemania y Polonia, la compañía ha decidido no seguir adelante con los planes de expansión anunciados en los últimos años. Eran movimientos estratégicos con los que buscaba reforzar su capacidad de fabricación en Europa, pero que ahora quedan fuera del nuevo mapa.

Procesador

En Costa Rica, el repliegue va un paso más allá. Intel consolidará sus operaciones de ensamblaje y pruebas, trasladando parte de la actividad a centros más grandes que ya tiene en Vietnam y Malasia. El mensaje entre líneas es claro: menos dispersión, más control de costes. La compañía también ha anunciado que ralentizará las obras en Ohio, uno de sus proyectos estrella en Estados Unidos para adecuar el ritmo de gasto a la demanda real del mercado.

Queda por ver si ese viraje será suficiente para recuperar terreno frente a rivales como AMD, Nvidia o TSMC, que no han dejado de ganar músculo mientras Intel se replegaba. De momento, los pasos que está dando apuntan a un proceso de transformación que será largo, incómodo y con implicaciones globales. Porque cuando una empresa como Intel se encoge, no solo se trata de números: se trata de impacto.

Imágenes | Intel | Thufeil M

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