Ha tenido que llegar Drag x Drive para estrenar el ratón de Switch 2 y no he parado de sudar mientras reafirmaba mi nivel de manquismo
Publicado el 13/08/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Llámalo demo técnica o juego completo. Eso ya depende de las sensaciones que le transmita a cada uno, pero otro de los lanzamientos más importantes que recibirá el catálogo de Nintendo Switch 2 en estos primeros meses de vida es el de Drag x Drive, el juego de baloncesto con personajes que se desplazan en sillas de ruedas y uno de los títulos principales de Nintendo para ampliar el catálogo de su consola.
He de admitir que desde el primer momento que lo vi me pareció una propuesta interesante por no ser el típico juego de baloncesto sin más. Al menos aquí los personajes compiten en sillas de ruedas y es precisamente eso lo que le consigue dar un toque magistral a la jugabilidad y a una de las nuevas funciones de la sucesora de Nintendo Switch: el usar los Joy-Con 2 en su modo ratón.
Hasta ahora, había probado esta característica de los mandos de forma puntual en el menú para comprobar cómo respondía el puntero, pero lo suyo es hacerte una mejor idea con algo realmente decente, y ahí es donde ha entrado en escena Drag x Drive, dado que solo se puede jugar con ambos mandos desplazándolos como si fueran un ratón. Cualquier otro intento de controlar a los personajes de otra manera es inútil, porque la jugabilidad no se ha diseñado para recurrir a otros métodos.
Partiendo de esta base, el juego arranca con un tutorial muy simple que logra que desplazar la silla de ruedas se vuelva muy intuitivo en cuanto comienzas a probarlo. Básicamente, tienes que deslizar los dos mandos hacia delante para avanzar en línea recta, dado que cada uno de ellos corresponde a uno de los brazos del personaje. Eso mismo implica que tienes que mover uno solo de los Joy-Con 2 para girar a un lado u otro y hasta pulsar uno de sus botones para derrapar y hacer un giro increíblemente veloz.
Sobre el papel todo suena muy bien y sencillo, es así, pero una vez llevado a la práctica… las apariencias engañan, aunque no descarto que tal vez sea problema mío. La cuestión es que los Joy-Con 2 detectan perfectamente todos los movimientos que hagas y por eso mismo debes de pensar muy bien qué jugada vas a realizar y coordinar bien ambas manos para ello.

Si me tenía que desplazar en línea recta, ya fuese hacia delante o hacia atrás, o ejecutar un giro normal, sin problema, pero la jugabilidad alcanza momentos muy frenéticos en los que tus oponentes no te dan ni un solo momento de tregua. Debes de estar muy avispado para robar los balones o bloquear los tiros todo lo posible, porque en realidad hay más movimientos y jugadas secretas, aparte de las que he mencionado previamente.
Por lo tanto, dependiendo de cómo muevas los mandos, los agites o los botones que pulses, puedes lograr que la silla se incline hacia un lado mientras levantas uno de los brazos, para así pillar una mayor altura, al igual que se pueden dar brincos, volteretas y mucho más. Una locura que es lo que a la larga acaba definiendo quién es un jugador experto y alguien que necesita muchas más horas de práctica para ello.
Y por cierto, os aseguro que agota. La ola de calor por la que estamos pasando actualmente no ayuda precisamente, pero el estar moviendo todo el rato los brazos te hace sudar lo suyo con tan solo jugar varios partidos. Como os decía, suelen ser muy intensos y no te puedes relajar en ningún momento, por lo que estás varios minutos moviendo los brazos constantemente. En las pistas compiten un equipo de tres contra otro de tres con unas reglas básicas del baloncesto y unos escenarios que me han recordado a Rocket League por sus rampas en los laterales para dar giros en el aire.
Así pues, como si fuera una cancha de verdad, obtienes 2 o 3 puntos dependiendo de lo lejos que lances el balón, mientras que tienes ciertos segundos de posesión para lograr encestar antes de que sean los rivales los que reciban ese beneficio. Además, si los tiros son con alguna jugada magistral, como mates o volteretas, recibes algunas décimas más en la puntuación que acaban siendo determinantes para hacerte con la victoria.
Por suerte, la mayoría de las veces los tiros son automáticos y con tan solo levantar la mano apuntando a la canasta es suficiente para que el personaje trate de encestar. Por otro lado, puedes empujar a tus adversarios haciendo placajes a sus sillas, pero la única forma de robar el balón es con un golpe directo cara a cara, y creedme que no es nada fácil, de ahí que los bloqueos y los saltos, o los reflejos para interceptar balón si no entra en la red, son las mejores opciones para pillar la delantera en el partido.
Asimismo, como en los partidos de verdad, puedes escoger roles, por si quieres ser un base, un ala o un pívot, con sus propias estadísticas, pero algo que me ha gustado, aparte de que se distingan por sus dimensiones corporales, es que a los personajes es posible personalizarlos con distintos colores, números y piezas de equipo que solo afectan a la estética, aunque así consiguen un toque más asombroso acorde al estilo y los gustos de cada uno.

Tampoco es que haya podido darle demasiada caña al juego porque, si bien dispone de opciones para disfrutar de la experiencia en solitario, es innegable que el mayor pozo de horas se encuentra en el multijugador online, así que tendré que esperar hasta su lanzamiento para probarlo más decentemente. Porque en este caso puedes optar por juntarte con amigos en partidos privados o pasearte por partidas públicas y unirte a cualquier grupo en el que falte gente, pero claro, si no hay gente…
Por eso mismo, los ratos en los que no he encontrado a nadie lo he dedicado a probar los desafíos que hay por todo el inmenso estadio. La mayoría de ellos requieren una destreza sin igual a los mandos y dominar como un auténtico experto todos los movimientos para superar los tiempos y puntuaciones determinadas, porque hay retos que consisten en carreras de obstáculos, otros de pillar una pelota antes de que pare de rebotar en el suelo y hasta hay carreras normales para llegar a la meta cuanto antes.
Ha sido en estas pruebas en las que me he dado cuenta que necesitaré jugar decenas de partidos y entrenar durante una burrada de horas para superarlos, porque ahora mismo me producía risa cómo he fracasado estrepitosamente mientras me dejaban con la lengua fuera. En definitiva, para probar cómo funcionan los mandos de esta manera, el juego está bien, pero creo que aquellos que no tengan la suficiente paciencia se cansarán rápido porque el nivel de habilidad que se pide es extremadamente alto.

Para echar unas partidas con amigos con piques y risas, Drag x Drive es una buena opción y para hacerte una idea de cómo los Joy-Con 2 se pueden emplear en modo ratón. Es una propuesta original, aunque no especialmente rompedora o de las que se vuelvan imprescindibles, así que eso es lo que me causa dudas acerca de cuánto interés generará para que sea fácil encontrar oponentes en el modo online para los partidos o minijuegos, o de lo contrario acabará pasando sin pena ni gloria y se quedará en una prueba anecdótica para comprobar cómo es el modo ratón.
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