Existe una categoría "fantasma" de los Oscar de la que no se habla: es tan exigente que nunca ha habido películas que opten a ella

Publicado el 01/03/2025 por Diario Tecnología
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Existe una categoría "fantasma" de los Oscar de la que no se habla: es tan exigente que nunca ha habido películas que opten a ella

Si te parece que los Oscar tienen demasiadas categorías, no sabes ni la mitad: hay incluso más de las que llegamos a ver. Lo que pasa es que una de ellas presenta unas exigencias tan altas para que las películas sean nominadas que siempre ha permanecido desierta. Este año, de hecho, alguna película principal podría optar a ella, pero un año más quedará vacía. Y detrás de su existencia hay una larga historia relacionada con la música en el cine.

Musicales reciclados. La problemática de esta extraña categoría se remonta a los años treinta, cuando la costumbre habitual para las bandas sonoras de las películas era el uso no de bandas originales exclusivas, sino de composiciones musicales previas. Todos hemos visto películas de los años treinta en los que suena 'El lago de los cisnes' u otras piezas de música clásica, y Hollywood se dio cuenta de que era un problema cuando en 1938 'Loca por la música', una película sin composiciones originales y en cuyos créditos ni siquiera figuraba un compositor, recibió un Oscar a la Mejor banda sonora. Por ello, desde 1939 se premió también a la Mejor banda sonora original, que ganó la mítica 'Robin de los bosques'.

El musical arrasa. La situación volvió a cambiar con nuevas categorías en 1942, cuando los musicales se convirtieron en moneda común en los cines. Frank Churchill and Oliver Wallace ganaron a Mejor banda sonora de musical por 'Dumbo', venciendo a nueve contrincantes. Esta categoría se enfrentaba a Mejor banda sonora de drama, que ganó el gran Bernard Herrmann por 'El hombre que vendió su alma'. Durante décadas, las bandas sonoras se premiaban según estas dos distinciones, y sufriendo múltiples variantes (a veces las comedias y los dramas estaban agrupados frente a los musicales, por ejemplo).

Se acabaron las adaptaciones. Independientemente de esta distinción entre musical y drama / comedia, en 1963 y hasta 1985 se pasó a una distinción entre Mejor banda sonora original y a la Mejor banda sonora adaptada, para premiar a las composiciones originales como se había hecho en los años treinta. En 1985, se prescindió definitivamente del premio a las adaptadas, y quedó una sola categoría, Mejor banda sonora original. ¿El problema? Disney, siempre Disney.

El monstruo Disney. Desde 1989, con el estreno de 'La sirenita', Disney comenzó a arrasar, año tras año, en la categoría de Mejor banda sonora. Entre 1989 y 1994, ganaron cuatro veces (además de esa, 'La bella y la bestia', 'Aladdin' y 'El rey león') y perdieron solo dos. Para evitar la dominación de Disney, en 1995 la categoría se volvió a dividir en dos: Mejor banda sonora de drama y Mejor banda sonora de comedia o musical.  Igual no hacía falta: después del cambio, Disney solo volvió a ganar una vez, con 'Pocahontas'.

Los musicales, solos. Entonces, en el año 2000 llega una nueva distinción: la Academia decide que siga habiendo dos premios para las bandas sonoras originales, pero ahora tendremos Mejor banda sonora y Mejor musical original, una categoría propia. Para formar parte de esa categoría la película debe incluir cinco canciones originales, y estas deben ser "sustancialmente reproducidas, claramente audibles e inteligibles, y deben contribuir al argumento de la película. No se admitirá un grupo arbitrario de canciones que no sean esenciales para el argumento". Muchas películas desde el año 2000 han seguido esos requerimientos, pero entonces... ¿por qué la categoría ha permanecido inédita?

Las duraciones, las cantidades. Para empezar, porque las normas exigen un minutaje mínimo para esas bandas sonoras. Por ejemplo, dos musicales de 1999, 'Tarzán' y 'South Park: Más grande, más largo y sin cortes' tenían bandas sonoras de 45 minutos, insuficientes según las normas. Y segundo y más importante: deben presentarse al menos diez películas a la categoría para que ésta quede abierta. Una cantidad absolutamente excesiva para el momento que viven actualmente los musicales en el cine.

No hay bastantes musicales. Y esto es lo que ha mantenido a la categoría oculta, pese a éxitos (incluso dentro de los Oscar) que demuestran que el género vive buenos tiempos, como 'La La Land'. Hemos tenido películas como 'Chicago' (que no habría entrado en la categoría por proceder de un musical de teatro) y este año, 'Wicked'. Sin embargo, diez son demasiadas: 'El color púrpura', 'Encanto', 'El gran showman', 'Vaiana'... grandes películas musicales, pero habría que sumar todas las de una década para encontrar entradas suficientes para un año en la categoría. Según afirmaban en Next Best Picture, la última vez que se sumó esa cantidad fue en 1963.

Por qué sigue. Si la historia de los Oscar es también la historia de una lista interminable de categorías muertas (Mejor dirección de baile, Mejor fotografía en blanco y negro...), ¿por qué esta sigue oficialmente activa? Posiblemente porque Hollywood no quiere perder la oportunidad de premiar a un género que es pura historia del cine. Quizás habría que abrir algo la mano, permitir que participaran musicales tipo jukebox como 'Joker: Folie á Deux', adaptaciones de Broadway como 'Wicked' o 'Chicago' o, en fin, bajar un poco el mínimo de nominadas necesarias. Los musicales lo merecen.

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