Este es mi ritual de limpieza de PS5: qué hago para mantener la consola impecable paso por paso
Publicado el 12/03/2025 por Diario Tecnología Artículo original
El mayor enemigo de PS5 es el polvo, y da igual el modelo que tengas o lo limpio que seas: ahora mismo se te está acumulando dentro. Su diseño te podrá gustar más o menos, pero la suciedad que entra a través de sus rejillas es un problema que tarde o temprano deberás atajar. Ante esta realidad, mi plan, a grandes rasgos, es ayudarte a pegarle una merecida limpieza general a tu consola del modo más sencillo y efectivo. Si jamás le has sacado las cubierta ha llegado el momento de hacerlo.
Índice de Contenidos (9)
- Qué necesitas para limpiar tu PS5
- Paso 1: preparativos esenciales (1 minuto)
- Paso 2: la retirada de las carcasas (1 -2 minutos)
- Retirada de carcasas PS5 original (modelo 2020)
- Retirada de carcasas PS5 "Slim" y PS5 Pro
- Paso 3: el repaso por las partes negras y las rejillas (mínimo de 3 a 5 minutos)
- Paso 4: la limpieza del ventilador y las partes interiores (10 minutos o más)
- Paso 5: poner de nuevo las carcasas y detalles finales (3 minutos o menos)
- Fase de Bonus: ¿cada cuanto debo limpiar mi consola PS5?
Qué necesitas para limpiar tu PS5
De cara a la limpieza de mi consola lo que hago es preparar una mesa o un amplio espacio de trabajo sin desniveles, completamente estable y con suficiente espacio para retirar las carcasas con comodidad. Sobra decir que el hecho de estar bien iluminado ayudará a localizar mejor las partes que necesitan un repaso adicional y, sobre todo, debe estar convenientemente aireado. Una vez lo tenga todo dispuesto, deja espacio para tumbar para la consola y ten a mano lo siguiente:
- Un aerosol de aire comprimido. Como referencia, un bote de 600ml cuesta algo más de ocho euros y tengo para meses. El precio ya depende de la marca. Si tienes una pistola de aire también te sirve.
- Un cepillo y/o una brocha con cerdas suaves. En mi caso tengo un kit con varios tipos (menos de diez euros) que uso para limpiar mis otras consolas y el PC.
- En caso de que quieras repasar la parte interna a fondo (ojo con la garantía) un par de destornilladores TR8 Torx y Phillips #1 con punta de cruz.
- Un trapo (limpio) a ser posible de microfibra y alcohol isopropilico (un bote de 500 ml cuesta aprox. 7 euros) para los repasos generales.
Quitando el aerosol de aire comprimido es altamente probable que tengas todo lo anterior ya en casa. Si tienes algo de presupuesto adicional también te recomiendo un soplador de aire (que parece un secador o una pistola y funciona igual), y si es la primera vez que limpias tu consola te recomiendo que sobre la superficie pongas una alfombrilla o despliegues un paño grande que seguramente no tardará en llenarse de suciedad y evitará cualquier posible y susto adicional. Por otro lado, y si lo ves necesario, quizás te interese tener a mano unos guantes.
Paso 1: preparativos esenciales (1 minuto)
Partiendo de lo más básico, es posible que tengas la consola conectada a la televisión. Lo primero que tienes que hacer es comprobar si hay un disco en la consola (si tienes lector) y extraerlo. Por otro lado, si tienes la consola en modo reposo te conviene encenderla y apagarla del todo. Si no lo haces te saltará un mensaje al encenderla de nuevo y hará un repaso para ver si todo está en orden.
Por muy obvio que suene, desenchufa las conexiones y cables. Con normalidad. Si vas a limpiar tu consola no la tengas enchufada o conectada a la corriente. Entre otras cosas porque, como verás, la retirada de las carcasas es algo innegociable y cuando veas lo que se ha acumulado dentro entenderás por qué.
Coloca la consola en la zona de trabajo, tumbada y en posición horizontal horizontal. Lo ideal es que uses el logotipo de PlayStation como referencia. Si, además, tu PS5 tiene las carcasas sucias por fuera, por lo que sea, puedes darle una primera pasada ahora con un papel o el trapo con un poquito de alcohol isopropilico antes de retirarlas y colocarlas a la vista en la zona de trabajo, teniendo preparado un lugar en el que sepas que no van a estorbar o se pueden caer. Luego les daremos otro repaso a las carcasas.
Paso 2: la retirada de las carcasas (1 -2 minutos)
Con la consola tumbada y en horizontal procedemos a separar las carcasas extraíbles. De hecho, éstas se retiran de diferente modo en función de si nuestro modelo es el primero de PS5, el cual son dos piezas, o si tenemos las carcasas de los modelos posteriores, incluyendo la popularmente conocida como PS5 Slim y PS5 Pro.
Retirada de carcasas PS5 original (modelo 2020)

En el caso de las primeras PS5 el proceso de retirada consiste en levantar un poco la parte de la solapa (o esquina) en la que está el logotipo de Playstation que deberá estar a nuestra izquierda y empujar sin miedo toda la carcasa hacia nuestra derecha. Deberá salir sin dificultad.
Una vez esté retirada le das la vuelta a la consola y repites el proceso con la carcasa trasera (la parte del lector) empujando hacia igualmente desde la solapa correspondiente hacia el lado opuesto. A falta del logotipo de PlayStation toma como referencia la parte de las conexiones.
Retirada de carcasas PS5 "Slim" y PS5 Pro

Colocamos la consola en horizontal y con el logotipo para que se vea en la zona inferior izquierda. Verás que, a diferencia de las originales, las carcasas se dividen en dos mitades con lo que nos vamos a la esquina superior de la mitad a nuestra izquierda, opuesta al logo de PS, y la levantamos manteniendo la consola en la superficie con la otra mano hasta escuchar dos "clicks" correspondientes a los dos puntos de unión. Una vez hayan cedido esa mitad saldrá fácil, así que no hagas fuerza.
Repetimos el mismo proceso en las otra mitad, manteniendo la PS5 tumbada y en horizontal y siempre sobre la superficie. La cantidad a los puntos de unión cambian según la pieza. Ya con uno de los lados de la consola retirado, procedemos a hacer lo mismo con el contrario tomando como referencia que las rendijas de ventilación deberán estar a nuestra vista. Y si ves que hay porquería dentro no te asustes: es la razón de ser por la que estás aquí.
Paso 3: el repaso por las partes negras y las rejillas (mínimo de 3 a 5 minutos)

Con las carcasas de nuestra PS5 convenientemente apartadas pasamos a la acción. Seguramente tendrás suciedad acumulada y perfectamente a la vista, con lo que puedes darle un repaso general antes de centrarte en zonas específicas. Importante: en el caso del frontal (donde está el botón de encendido) no uses el cepillo o la brocha en las partes negro brillante porque podrías dejar pequeñas ralladuras: usa el trapo.
En mi caso, y en los costados a la vista tras retirar las tapas, lo que hago es darle una primera pasada general a toda la zona interior negra con el trapo, con suavidad, y, después, irme directamente a las partes que tienden a acumular más polvo, que son las rejillas, y limpiando a conciencia y reparando en los tramos más complicados. Empleando en este último caso el cepillo o la brocha con cerdas suaves con cuidado.
Una vez hayas dado ambos repasos, aplica el aerosol de aire comprimido. Agítalo, ponle el tubo y si al emplearlo notas que la lata se enfría muy rápido es absolutamente normal. De hecho, no te preocupes si parece que estás mojando un poquito esas partes: lo esencial aquí es que elimines toda la suciedad a la vista siendo minucioso.
Este proceso se aplica a los dos lados de la PS5, así como las rejillas de la zona en la que están las conexiones HDMI, de internet y de alimentación. Para las zonas a las que no puedas acceder con un trapo o los cepillos pasa el aire comprimido (o la pistola de aire), y ya puestos dale un repaso -con tacto- tanto a la ranura de la tarjeta SSD M.2 o el lector de discos y el espacio reservado al mismo si tienes una edición digital. Ya estaría todo lo que tiene que ver con la parte básica.
Paso 4: la limpieza del ventilador y las partes interiores (10 minutos o más)
La parte más delicada. Tanto que a partir de aquí toca hacer un inciso. Salvo la ranura de la expansión de almacenamiento y el lector de discos, retirar cualquier otro destornillador puede costarte la garantía de la consola. Mi consejo, dado lo caras que son las PS5, es que no pongas en riesgo la garantía. Pero lo que sí debes hacer es dejar impoluto el ventilador.
Despeja completamente la zona del ventilador de polvo con los cepillos, la brocha y el aire comprimido. Lo que suelo hacer es poner la consola sin las carcasas de pie y aplicando una pistola de aire, se lo paso al ventilador a sabiendas de que la suciedad escapará hacia el otro lado (cuidado con las alergias o el asma) y con suavidad de no tocar nada, pero con la determinación de que no queden restos en las hélices que se acumulen.
Si estás decidido a limpiar con más profundidad el ventilador y consideras que su estado es un problema o no ventila bien necesitarás desatornillar. Insisto, abrir más la consola compromete la garantía.
El proceso pasa por retirar una pieza con rendijas empleando las manos y un poquito de fuerza, las dos placas con el destornillador y una pieza adhesiva (sale con una pinza o una palanquita de plástico, pero no la fuerces) y así puedes extraer el ventilador por completo y darle un repaso mucho más a fondo con el cepillo a las hélices y la zona interior.
Finalmente, pasa un paño nuevamente por la zona y coloca y atornilla todo tal y como estaba. No te voy a sugerir que repases la placa y los componentes, pero ya deberías tener la consola impecable y libre de polvo hasta la próxima revisión.
Paso 5: poner de nuevo las carcasas y detalles finales (3 minutos o menos)

Una vez hemos retirado por completo el polvo del ventilador, las rejillas y las zonas negras interiores le damos una última pasada integral a la zonas cromadas de la consola (no emplees los cepillos o la brocha) y con mucho cuidado a los puertos si tenemos una pistola de aire. De hecho, si tenemos el soporte de las primeras consolas PS5 podemos aprovechar para darle un repaso por las esquinitas.
El toque final pasa por las propias carcasas. Pese a que ya lo hicimos al principio podemos pasarles a las partes visibles a conciencia el trapo y el producto que solemos emplear normalmente para que queden como nuevas. A las partes que se enganchan también, pero toca ser más minuciosos con los enganches porque suele acumularse más suciedad y, pese a que son resistentes, tampoco vamos a ser brutos con todo lo logrado.
Una vez con las carcasas impecable y la consola libre de polvo hacemos el proceso inverso a la retirada de las piezas:
- En el caso de las primeras PS5 tomamos como referencia la base de la consola y de cada carcasa (si las ponemos de pié) y, desde ahí, empujamos hasta que haga click y estén fijados todos los agarres. Si está bien lo notarás a la primera.
- En el caso de las PS5 Slim y Pro las carcasas se "cierran" como si fuesen un libro. Colocamos los ganchos de cada tapa y los plegamos, apretando el extremo hasta escuchar el click de todos los puntos de agarre.
Finalmente le damos un último repaso general con el paño por si se quedó algún resto de suciedad durante este último paso procedente de la zona de trabajo y volvemos a conectar los cables y colocamos la consola en su sitio. ¡Enhorabuena!
Fase de Bonus: ¿cada cuanto debo limpiar mi consola PS5?
No hay una respuesta universal para la frecuencia con la que debes limpiar tu consola depende de diferentes factores, incluyendo la zona en la que vives, si se están haciendo reformas u obras, si vives en una casa de campo o un departamento, etc. Por no hablar de los hábitos que tiene cada uno a la hora de mantener su hogar como para recibir visitas en cualquier momento.
Mi consejo, de todos modos, es que tengas la PS5 en una lugar espacioso (si la tienes dentro de un cajón o un mueble sabrás por qué) y pese a que debe haber bastante ventilación, no la posiciones cerca de una ventana. Sobra decir que tampoco en esos puntos en los que se acumula más suciedad. A partir de aquí, no te diré que saques el aire comprimido en cuanto veas un poquito de polvo en las rejillas traseras, pero sí plantéate darle un repaso cada dos o tres meses.
En mi caso, a modo de referencia, mi costumbre es limpiar mis consolas y el PC cada tres meses. Siendo específicos, el segundo fin de semana de los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre. No es algo estricto y a veces no ha sido necesario del todo, pero este método me ayuda que no se me haya acumulado nunca una cantidad preocupante de suciedad. Lo cual no es poco. Pero, como ya comenté, quizás necesites hacerlo con mayor o menor frecuencia.
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