Esta desastrosa adaptación de una de las series más queridas de los 80 fue un fracaso de taquilla. Pero está arrasando en Netflix
Publicado el 20/03/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Llamó la atención en su momento por dos cuestiones muy distintas: por un lado, es la adaptación, esperadísima, de uno de los animes más legendarios de los ochenta, uno que, en España, además, encendió la afición a la animación japonesa de forma tan significativa como sus contemporáneos 'Dragon Ball' o 'Campeones'. Por otro, fue notoria por su mayúsculo fracaso de taquilla: solo siete millones de dólares en taquilla, una recaudación completamente impropia para una adaptación de una serie tan conocida.
Hablamos, por supuesto, de 'Los caballeros del Zodiaco', basada en el legendario manga de Masami Kurumada y su correrspondiente versión anime, y que ahora está disponible en Netflix. Curiosamente, y aunque el número 1 en películas está ocupado por la (tampoco muy brillante) 'Estado eléctrico', ha alcanzado un sorprendente número 2. Una vez más, películas que naufragan en cines encuentran su espacio en las plataformas de streaming, donde los espectadores encuentran más sencillo arriesgarse en busca de contenido.
En esta nueva versión conoceremos a Seiya, un conflictivo adolescente que se gana la vida luchando por dinero mientras busca a su hermana secuestrada. Cuando en una de sus peleas se le revelan poderes místicos que desconocía, el joven descubre un mundo de santos en guerra, entrenamientos mágicos y una diosa reencarnada que le pide su protección. Tiene un lugar reservado dentro de Los Caballeros del Zodiaco.
La calidad de la película fue comparada en su momento con la también desastrosa adaptación en imagen real de 'Dragon Ball', aunque 'Los Caballeros del Zodiaco' está, quizás, un peldaño por encima. La simpática presencia de un par de estrellas en horas bajas (Famke Janssen y Mark Dacascos) y unas, pese a todo, contundentes coreografías de combate, hacen olvidar a ratos el perturbador conjunto: entre horrendos efectos digitales y subtramas de una ramplonería devastadora, una película completamente indigna del toque épico y la adorable ingenuidad del manganime original.
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