Enviar electricidad sin cables parecía cosa del futuro. DARPA lo ha vuelto a hacer, y la prueba ha salido mejor de lo esperado

Publicado el 14/07/2025 por Diario Tecnología
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Enviar electricidad sin cables parecía cosa del futuro. DARPA lo ha vuelto a hacer, y la prueba ha salido mejor de lo esperado

¿Qué son 800  vatios? Más o menos lo que consume un microondas funcionando a media potencia. ¿Y 8,6 kilómetros? Es una distancia aproximada entre las estaciones de Atocha y Chamartín, en Madrid. En realidad es algo menor, pero sirve para hacerse una idea. Esa es la escala del último experimento de DARPA: un sistema que logró transmitir energía real con un láser, en línea recta, sin cables y con un receptor que convierte la luz en electricidad usable. Puede parecer poco, pero no lo es. Lo importante no era la cantidad, sino la prueba. Y funcionó.

Qué ha hecho exactamente DARPA. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de Estados Unidos (DARPA) ha completado con éxito la primera fase de un programa llamado POWER, diseñado para explorar nuevas formas de transmitir energía a larga distancia. En su prueba más reciente, realizada en Nuevo México, lograron enviar un haz láser que entregó unos 800  vatios durante 30 segundos a un receptor situado a 8,6 kilómetros. La cifra es importante porque supera por mucho los registros anteriores: hasta ahora, el mejor resultado documentado era de 230  vatios a 1,7 kilómetros.

Aunque la agencia no ha revelado cuánta potencia se emitió originalmente, sí se sabe que el sistema fue capaz de mantener el flujo de energía durante periodos incluso más largos que los reportados oficialmente. Según los responsables del proyecto, no se trataba de demostrar eficiencia, sino viabilidad. Lo esencial era comprobar si era posible construir un sistema funcional en poco tiempo. Y lo hicieron en apenas tres meses, desde el diseño inicial hasta la ejecución final.

El receptor fue desarrollado por Teravec Technologies y emplea células solares comerciales ya disponibles en el mercado. El objetivo no era optimizar al máximo el rendimiento, sino probar que esta tecnología puede ponerse en marcha con componentes accesibles y sin procesos complejos de fabricación.

Cómo funciona esta tecnología. La idea detrás del experimento es simple de entender, aunque técnicamente compleja: enviar energía a través del aire con un haz de luz, y que al llegar pueda usarse como electricidad. El sistema de DARPA se basa en un láser infrarrojo que apunta directamente a un receptor compuesto por un espejo cónico y células solares. El espejo capta el rayo y lo redirige hacia los paneles, que convierten la luz en energía eléctrica.

An Optical Power Beaming Receiver Parte del equipamiento utilizado durante la prueba

Lo interesante es que no se usaron componentes exóticos ni células fotovoltaicas diseñadas a medida, como ocurre en muchos laboratorios. Se emplearon células comerciales, listas para usar, lo que refuerza la idea de que esta tecnología puede ser viable fuera del papel. Como decimos, el rendimiento, por ahora, no era la prioridad. La eficiencia del receptor ronda el 20 %.

Power Program Prad Comparison Graphic El sistema POWER Receiver Array Demo logró un nuevo récord al transmitir energía por láser con más potencia y mayor alcance que nunca

Durante la prueba también se utilizaron ópticas difractivas, un recurso poco habitual en este tipo de transmisiones, y se implementó un sistema de refrigeración integrado directamente en las piezas ópticas, fabricadas con técnicas de impresión aditiva. Ninguna de estas innovaciones estaba prevista al inicio. Fueron soluciones que surgieron sobre la marcha, a medida que se enfrentaban a los desafíos del experimento.

Por qué hacerlo con láser y no con ondas de radio. Transmitir energía a larga distancia no es una idea nueva. Durante décadas se ha investigado cómo hacerlo con ondas de radio o microondas, pero esas tecnologías tienen limitaciones físicas que lastran su eficacia. Como apunta IEEE, para que funcionen, necesitan antenas grandes y sistemas de beamforming, una técnica que permite concentrar la señal en una sola dirección. Cuanto más larga es la distancia, más grande debe ser el emisor, y más difícil resulta enfocar el haz con precisión.

Comparado con las ondas de radio, el láser se puede enfocar mucho mejor: se puede crear un haz estrecho casi sin dispersión, al menos en condiciones ideales, según explica Eric Yeatman, vicepresidente del Colegio de Ciencia e Ingeniería de la Universidad de Glasgow.

Eso sí, no todo son ventajas. Los láseres también se dispersan con la niebla, las nubes o el polvo. En condiciones atmosféricas adversas, las microondas siguen siendo más fiables. Pero para ciertas aplicaciones, especialmente si hablamos de redes aéreas o transmisiones en entornos despejados, el láser es difícil de igualar. Para el líder del proyecto POWER en DARPA, Paul Jaffe, si no funciona con óptica, no funcionará de ninguna manera.

Qué significa este avance (y qué no). El experimento de DARPA no resolvió todos los retos de la transmisión inalámbrica de energía. La eficiencia sigue siendo baja, el sistema aún no está preparado para operar en condiciones adversas, y la potencia transmitida, aunque notable, dista mucho de lo que necesitaría una infraestructura comercial. Pero eso no era lo importante. Lo importante era demostrar que la tecnología puede funcionar fuera del laboratorio, con componentes accesibles y en plazos realistas.

Imágenes | DARPA (la imagen principal muestra una prueba anterior realizada en 2019, a menor distancia)

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