En 1966 EEUU convirtió una isla en un área secreta. Imágenes por satélite han revelado que no para de llegar artillería
Publicado el 01/04/2025 por Diario Tecnología Artículo original
La historia se remonta a la década de 1960. En aquel entonces, en plena Guerra Fría, Reino Unido y Estados Unidos sellan un acuerdo: los británicos permiten que Washington tome también la isla y construya una base militar secreta en Diego García, ubicada a medio camino entre la costa de África y el oeste de Indonesia y colonizada por los ingleses como parte del Tratado de Paris tras la derrota de Napoleón en 1814.
Y desde entonces, todo lo que pasa allí es un secreto. O casi.
Bombarderos y logística aérea. Ahora sabemos a través de imágenes satelitales que el gobierno de Estados Unidos ha iniciado un despliegue de bombarderos B-2 Spirit y recursos logísticos en la estratégica isla del Índico, coincidiendo con el aumento de operaciones contra los Hutíes y la escalada de advertencias hacia Irán. Imágenes desde el espacio muestran la presencia de al menos tres bombarderos B-2, siete aviones cisterna KC-135, un C-17 de transporte y posiblemente un P-8A de patrullaje marítimo, además de una concentración poco usual de cargueros y tanqueros desplegados en los últimos días.
Los movimientos, además, fueron precedidos por vuelos detectados a través de comunicaciones aéreas, confirmando la ruta hacia Diego García de al menos tres B-2 más, y la salida de otros desde Whiteman AFB, base principal de toda la flota B-2 de la Fuerza Aérea estadounidense. Dicho de otra forma, se trata de un despliegue que supera en magnitud a muchas misiones y que se interpreta como una clara señal de fuerza dirigida al Medio Oriente y a un actor en particular.
Contexto estratégico. La elección de Diego García responde a su ubicación fuera del alcance de misiles balísticos iraníes y hutíes, lo que la convierte en un refugio seguro para operaciones de largo alcance. Además, su importancia estratégica se refuerza al albergar un escuadrón de preposición de equipo militar.
El B-2 en ese sentido es clave por su capacidad de penetrar defensas aéreas densas y emplear el GBU-57/B Massive Ordnance Penetrator (MOP), la bomba convencional más potente para destruir bunkers subterráneos, una capacidad exclusiva de este bombardero. El precedente de operaciones desde Diego García incluye las guerras de Afganistán (2001) e Irak (2003) y recientes ataques contra los Hutíes.
Presión a Irán. Hay más, ya que, como decíamos, el despliegue coincide con un endurecimiento del discurso de la administración Trump, que responsabiliza a Irán de los ataques de los Hutíes contra la navegación en el Mar Rojo, Israel y fuerzas extranjeras. Trump y el secretario de Defensa Pete Hegseth han advertido que cualquier nuevo ataque hutí será considerado como una agresión directa iraní y será respondido con "gran fuerza", sin descartar acciones más amplias.
La administración sostiene que la milicia yemení ha fortalecido sus capacidades de producción de misiles y drones gracias al apoyo iraní, aunque reconocen que parte de su manufactura ya es local.
Diplomacia paralela. Pese al endurecimiento, Trump ha manifestado su intención de negociar un nuevo acuerdo con Irán que limite su programa nuclear y de misiles, dando a Teherán un plazo de dos meses para alcanzar un entendimiento.
Mientras tanto, altos funcionarios, como el asesor de Seguridad Nacional Mike Waltz, insisten en que Irán debe renunciar de forma verificable a cualquier capacidad de desarrollar armas nucleares. Paralelamente, el equipo de transición de Trump ha evaluado opciones de ataques selectivos contra el programa nuclear iraní, aunque no hay señales claras de una acción inminente.
Impacto en la región. El refuerzo militar incluye también el aumento de la presencia de portaviones, como el USS Harry S. Truman y el USS Carl Vinson, y el despliegue adicional de cazas F-35A. La escala del dispositivo en Diego García, junto con los NOTAMs (avisos a la navegación aérea) que restringen áreas de la base hasta mayo, sugiere que la acumulación podría extenderse durante semanas.
Además, el aparente uso recurrente de la isla ha reabierto el debate sobre la necesidad de construir más refugios reforzados para aeronaves en bases clave del Indo-Pacífico. El movimiento ha captado la atención incluso en redes sociales, donde funcionarios de la Casa Blanca, como Dan Scavino, han compartido imágenes del B-2 sin contexto alguno, alimentando (o disparando) las especulaciones.
Qué duda cabe, la acumulación de medios aéreos de alta capacidad parece proyectar una señal inequívoca a Irán y otros actores regionales de que Washington está dispuesto a emplear su poder militar de forma contundente si lo considera necesario, aunque todavía mantiene abierta la vía diplomática.
Imagen | Google, IndoPac
En Xataka | EEUU desembarcó en una isla vacía durante la Segunda Guerra Mundial. En nueve días tuvo más de 300 bajas
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