El MIT ha estudiado cuánta actividad tiene nuestro cerebro al usar ChatGPT, y tiene un preocupante veredicto

Publicado el 19/06/2025 por Diario Tecnología
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El MIT ha estudiado cuánta actividad tiene nuestro cerebro al usar ChatGPT, y tiene un preocupante veredicto

A medida que la inteligencia artificial (IA) se integra cada vez más en nuestras vidas, comienzan a surgir preguntas fundamentales: ¿Nos está haciendo más eficientes o más dependientes? ¿Nos ayuda a aprender o nos roba esa oportunidad?

Y es que un nuevo estudio del MIT Media Lab advierte que esta revolución tecnológica podría estar cobrándonos un precio inesperado: la disminución de nuestra actividad cerebral.

Así se llevó a cabo el estudio

Un equipo liderado por la investigadora Nataliya Kosmyna sometió a 54 participantes de entre 18 y 39 años a una serie de tareas de redacción de ensayos tipo SAT (propios de la versión estadounidense de nuestra PAU).

Divididos en tres grupos, unos usaron exclusivamente su cerebro, otros emplearon un buscador como Google, y el tercer grupo recibió la ayuda de ChatGPT, el popular chatbot de OpenAI.

Durante el experimento, los participantes llevaron dispositivos EEG (de 'electroencefalograma') que monitorizaban su actividad cerebral en 32 regiones diferentes. Además de analizar los ensayos escritos, los investigadores realizaron entrevistas y evaluaciones con docentes humanos y un sistema automatizado de calificación.

Resultados: menos esfuerzo mental, menor retención

Los hallazgos fueron contundentes. Los participantes que usaron ChatGPT mostraron la menor actividad cerebral, evidenciada por una caída de hasta un 55% en las señales de conectividad cerebral. Esto se determinó tras medirlo con una técnica denominada dDTF, que detecta cómo fluye la información entre distintas zonas del cerebro.

Muchos apenas podían citar frases que acababan de generar con la ayuda del chatbot: esto puede tener consecuencias negativas para el aprendizaje a largo plazo

En comparación, el grupo que escribió sin ayuda activó redes neuronales mucho más amplias, asociadas con la creatividad, el procesamiento semántico y la carga de memoria. Incluso el grupo que usó Google mostró mayor actividad mental que quienes recurrieron a la IA.

La calidad de los textos también reflejó esta diferencia: los ensayos generados con ayuda de ChatGPT fueron calificados como 'planos', repetitivos y carentes de originalidad por los docentes. Además, los usuarios de IA mostraron poca capacidad para recordar o citar lo que habían escrito minutos antes, lo que sugiere un aprendizaje superficial y escasa integración de la información.

Riesgos para el aprendizaje

Curiosamente, en una cuarta sesión del estudio, los roles se invirtieron: quienes habían usado solo su cerebro ahora podían usar ChatGPT, y viceversa. El resultado fue revelador: El grupo que antes usó ChatGPT tuvo dificultades para escribir sin él, mientras que los que dependieron sólo de su mente al principio mostraron un aumento en conectividad cerebral al incorporar IA —lo que sugiere que su conocimiento previo ayudó a usar la herramienta de forma más crítica y eficiente.

Chatbot + cerebro 2
El estudio plantea una reflexión urgente para docentes, padres y responsables de políticas educativas: ¿Queremos una generación que sabe encontrar respuestas o una que sepa pensar?

Esto apoya la idea de que la IA puede complementar el aprendizaje, pero no reemplazarlo, al menos no sin consecuencias negativas. Según la psiquiatra Zishan Khan, que colabora con adolescentes en contextos escolares,

"las conexiones neuronales que ayudan a retener información, recordar hechos y desarrollar resiliencia podrían debilitarse con el uso excesivo de estas herramientas [de IA]".

Kosmyna advierte además que el uso temprano e indiscriminado de estos sistemas puede perjudicar el desarrollo cerebral, especialmente en niños y adolescentes, e insiste en que deberíamos retrasar su uso hasta que los estudiantes hayan desarrollado suficientemente sus habilidades cognitivas.

"El cerebro necesita desarrollarse de forma analógica antes de depender de herramientas digitales. [...] Me preocupa mucho que, en unos meses, algún responsable político proponga 'jardines de infancia con GPT'. Eso sería desastroso".

Imágenes | Marcos Merino mediante IA

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