El crossfit es el pasado, Hyrox es el presente: la nueva obsesión en los gimnasios es también una pista sobre el futuro del ejercicio
Publicado el 24/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Es la nueva fiebre del mundo del fitness: unas competiciones que llevan aparejadas unos ejercicios y, por tanto, unos entrenamientos muy específicos. Por comparación, aunque estos ejercicios asientan sus bases en el entrenamiento tradicional, hacen que el crossfit o la calistenia parezcan anticuados o toscos. Una mezcla de elementos únicos (competición, estética y esa filosofía de superación y estoicismo tan de moda en los gimnasios de última generación) ha convertido Hyrox en un fenómeno. Analizamos algunas de sus claves.
En qué consiste. Es una competición que combina 8 kilómetros de carrera con 8 ejercicios funcionales de fuerza y resistencia. Los ejercicios son siempre los mismos e incluyen: máquina de esquí, empuje y arrastre de trineos, burpees con saltos largos, remo, transporte de pesas, zancadas con sacos de arena y lanzamiento de balón medicinal. Es decir, una mezcla demoledora (pero con ejercicios al alcance de cualquiera) que combina fuerza, resistencia y capacidad atlética general.
Éxito mundial. Nacido en 2017 en Alemania, en los últimos años ha experimentado un gran impulso (globalmente, más de 650.000 deportistas entrenan para las competiciones, y en 2025 se celebran más de 80 carreras globales en más de 30 países y 85 ciudades). Actualmente tiene un amplio margen de crecimiento futuro: por ejemplo, acaba de llegar a zonas como Canadá, Australia y Oriente Medio, y empiezan a retransmitirse los campeonatos del mundo de la disciplina.
España quiere Hyrox. España supone una de sus mayores áreas de crecimiento. La última edición, en Bilbao, congregó a más de 8.000 competidores. En Málaga 2025 participaron 11.000 atletas de 40 países, mientras que en Hyrox Barcelona 2025 se inscribieron 13.000 atletas y finalizaron 10.000. En la temporada 2024-2025, la disciplina superó los 40.000 atletas inscritos en España, consolidando al país como uno de los referentes europeos en esta disciplina. El número de participantes ha crecido un 1.900% desde el primer gran evento nacional en 2021, cuando se registraron 2.000 atletas.
El secreto de su fama. ¿Por qué gusta tanto una competición que, esencialmente, es una versión vitaminada del fitness tradicional? Su naturaleza híbrida tiene mucho que ver: lo exigente de las competiciones obliga a los atletas a preparar no solo fuerza, con levantamiento y movimientos de grandes pesos, sino también resistencia, con esos ocho kilómetros que deben recorrerse entre pruebas. Eso lo convierte en un entrenamiento muy completo y variado, y donde no conviene dejar a un lado ninguna disciplina.
Y además, sin grandes exigencias técnicas: todo el mundo puede empujar un trineo. Por otra parte, la competición permite categorías en grupo o parejas, lo que la hace más asequible.
Orgullo de clase. Hyrox es una marca registrada, como tantas otras asociadas al fitness. Desde el mismísimo CrossFit, que no es una palabra genérica sino una marca asociada a competiciones y formación oficiales, a la popular Zumba, que ha desatado una auténtica plaga de imitadores (al final, es el viejo gym-jazz ochentero en esteroides). Todo ello pasando por competiciones que se adelantaron a Hyrox, como Spartan Race o Ironman, y sistemas de entrenamiento como F45 Training u OrangeTheory Fitness. ¿Qué quiere decir todo esto? Que para entrenar y competir en Hyrox hay que pagar la cuota que los artífices de Hyrox decidan que se pague.
Esto conduce a unos gimnasios y competiciones oficiales de precio considerable (el coste mínimo de una carrera suele estar en torno a los 70 euros), y de la mano de ello, a la transformación del entrenamiento en una pieza de exhibición de buena salud económica que distancia a Hyrox de formatos (no registrados) como la calistenia, que se puede entrenar al aire libre. Hyrox no solo permite presumir de un modo de vida saludable sino de una cartera bien oxigenada.
El entrenamiento como lifestyle. Vinculado sin duda a este último aspecto, tenemos el deporte como un modo de exhibición de una forma de vida, también desahogada, a lo que ayudan las competiciones internacionales de Hyrox, en países como Berlín o Roma. Una circunstancia que permite hacer "turismo saludable": viajar para competir, y sin dejar de lado lo que afirma Álvaro Taracena, CEO de la marca en España: "Aquí nadie te mira mal por levantar menos peso (...) para hacer algo más dinámico, al final haces amigos con los que tomar algo después del entreno".
Hyrox para influencers. En un momento en el que absolutamente todo tiene que ser instagrameable para triunfar, Hyrox tiene los elementos para hacerlo: es entrenamiento completamente gamificado y dirigido a un objetivo específico (competir y mejorar las marcas en las competiciones, nada de abstracciones como "la salud"). Su nombre resultón lo convierte en fácil de googlear y etiquetar, y genera sensación de pertenencia a un grupo. Y lo accesible de las competiciones (con modalidades por equipos, sin límites de tiempo) abren las puertas a cualquiera que busque algo más que sudar dos días a la semana sin una meta clara. Como negocio estudiado al milímetro, desde luego, es uno de los mayores que ha visto el fitness moderno
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