Daniel Ek, CEO y cofundador de Spotify: "Apple aprovecha cada oportunidad para eludir lo que dicen gobiernos o tribunales en cualquier país"
Publicado el 12/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Daniel Ek reconoce que es un aguafiestas. Mientras todavía tañen las campanas por los ansiados beneficios de Spotify tras 18 años perdiendo dinero, el cofundador y CEO de la empresa sueca de streaming confiesa que su nuevo sueño húmedo es superar los 1.000 millones de suscriptores de pago en la plataforma.
Aunque no pone plazos para lograrlo, lo dice con una media sonrisa pícara y mirando de reojo a su CFO, Christian Luiga, el hasta ahora feliz hombre "de los dineros" por los recientes titulares de prensa, que estaba junto a mí y otros periodistas en la sede central de Spotify en Estocolmo.
"Me miraron como si estuviera absolutamente loco al día siguiente de celebrar nuestro primer millón de suscriptores porque dije que el próximo objetivo eran 100 millones de suscriptores, lo cual muestra lo aguafiestas que soy", nos recordó.
Un aguafiestas que cumple sus objetivos, al parecer. ¿Lo hará de nuevo? Esto es lo que nos contó de su plan.
Índice de Contenidos (4)
Nuevos planes para super fans y, ¿subidas de precios?
El camino hasta la rentabilidad de Spotify ha sido tortuoso y largo. Han tenido y siguen teniendo enemigos y piedras en el camino en diferentes momentos (discográficas, artistas, consumidores, competidores que no viven solo del streaming, el fiasco millonario de Joe Rogan por su contenido antivacunas y racista, etc.), pero a día de hoy cuentan con 678 millones de usuarios en más de 180 países del mundo, de los que 268 millones son de pago. Su hito más reciente es que, solo en Europa, han superado los 100 millones de suscriptores premium.
Con la suma total, Spotify triplica en suscriptores a Apple Music o Amazon, fieros competidores que tienen la ventaja de no vivir solo del streaming. Por eso era tan importante para Ek y los suyos alcanzar la rentabilidad, porque para ellos no hay plan B. "Ahora depende de nosotros", afirmaba orgulloso el aludido CFO de Spotify, que intentó aparentar tranquilidad tras la charla de los suscriptores de su jefe.
La cosa ahora está en cómo pretenden mantener esa rentabilidad. La sombra de nuevas subidas de precios ya sobrevuela Europa y Latinoamérica para este mismo verano, y la idea de nuevos planes de pago más caros parece cada vez más cerca.

Aunque no conseguimos sonsacarle nada muy concreto sobre esto ni a Daniel Ek ni a los principales directivos que nos acompañaron, nos explicaron que:
- El precio es supuestamente lo último que miran. Al parecer, primero se fijan en el valor que aportan y en si así lo perciben los usuarios. "No queremos subir precios aunque ganemos más dinero si vamos a perder usuarios", dijo tal cual Christian Luiga.
- Están experimentando con "alternativas de valor extra", como acceso prioritario a conciertos para super fans (usuarios que escuchan muchísimo a un artista concreto) o chatbots y otros usos de IA integrados en Spotify.
- La personalización es muy importante para ellos. Dicen que cada usuario valora Spotify por diferentes cosas, y que están enfocados en entender cuáles son las que hacen que alguien acabe pagando.
Esto suena a una confirmación extraoficial de que, efectivamente, hay nuevos planes de pago en camino (que encaja con lo de la personalización) y que las subidas de precio no están en absoluto descartadas. Tiene bastante sentido que sea así, sobre todo porque la llegada de los audiolibros a mercados como España o Latinoamérica está pendiente, y suena a oportunidad para que Spotify diga "ahora ofrecemos audiolibros, por eso vemos justificada esta subida de un euro/dólar al mes". Por otro lado, poder escuchar en alta fidelidad es una de las bazas que supuestamente incluirán en un plan superior al premium actual.
En el fondo se trata de seguir aumentando base de suscriptores y ser capaces de rentabilizarlos más. Eso pasa inevitablemente por cobrar más por las suscripciones y diversificar el contenido más allá de la música, que nos lleva al siguiente punto.
¿Qué pasará con el pago a los artistas?
Hace tiempo que Spotify no habla solo de "artistas" porque en su catálogo ya no solo hay música. Daniel Ek nos lo explicaba así: "el ecosistema de Spotify pasó de la música a ser esta cosa que ahora se ha expandido a todas estas otras formas de creadores. Tenemos muchos periodistas, educadores y científicos ahora en la plataforma. Tenemos muchos músicos, por supuesto, y autores y realmente todo tipo de emprendedores creativos en la plataforma". Se refiere a los audiolibros, podcasts y otros programas de audio y vídeo que conviven con los discos y canciones.
En todo momento menciona "compensar justamente" a los creadores y reconoce la necesidad de los artistas de "monetizar su arte y ganarse la vida", y de cómo el crecimiento por encima de los mil millones de suscriptores de pago "beneficiaría la creatividad". Es una manera de referenciar indirectamente el mayor elefante en la habitación ahora mismo: los artistas se quejan de que cobran poco por su música en Spotify. En esto puedo hablar en primera persona porque, en concreto, lo que yo veo con mi música es que Apple Music me paga hasta el doble que Spotify.
Sobre esto, Bryan Johnson, el responsable de artistas y acuerdos con la industria de Spotify y que solo tiene que ver fonéticamente con el cantante de AC/DC, fue muy tajante diciendo que "Spotify no paga por reproducción y nadie en la industria lo hace". En su lugar, explicó el concepto de "stream share", que consiste en:
- Cada mes recolectan los ingresos por suscripciones y anuncios. De esos ingresos, Spotify se queda con un tercio. Los otros dos tercios conforman lo que llaman el "royalty pool" o "fondo de regalías", que es lo que se reparte a los dueños de los derechos.
- Dicen que ese fondo fluctúa cada mes dependiendo de la actividad de los usuarios, la cantidad de suscriptores, el tipo de suscriptor que está reproduciendo la música, etc. De ahí sacan un número, el "stream share", o "cuota de streams".
- Al parecer, para llegar a ese número suman las escuchas totales de un artista o dueño de derechos en concreto, y luego lo dividen entre el número total de streams en ese mercado. Si un artista ha sido escuchado 100 veces y el total de todo lo escuchado en mercado de un país ha sido 10000, pues su cuota sería de 0,01 de share.
- De ese número, un quinto de los ingresos son en concepto de publishing (los derechos que recolectan las asociaciones como SGAE en España y que luego deberían repartir a los autores) y el resto es para los distribuidores (se quedan su parte y son obligatorios porque no puedes subir directamente música a Spotify como en YouTube) y, finalmente, los artistas.
Queda muy mono en este gráfico:

Aunque el resumen es: no hay manera de saber cuánto vas a cobrar si eres un artista subiendo música a Spotify. No es como cuando alguien vendía un CD, que podía extraer un cálculo de lo ganado por disco vendido. Además, noticias como que Spotify reduce las regalías a pesar de subir los precios de sus suscripciones, que Daniel Ek amasa una fortuna de más de 10 mil millones de dólares según Forbes, o artistas indie quejándose de la racanería de no pagar nada si no llegas a 1.000 reproducciones, no ayudan desde luego a defender la postura de la plataforma sueca.
En su lugar, dan cifras de lo mucho que han generado para la industria (1.700 millones de euros en Europa en 2024, un 13% más que en 2023), pero se olvidan de mencionar que los artistas suelen ser el último eslabón en una cadena de intermediarios. En otras palabras, a los artistas les llega muy poca parte del pastel, que se reparte entre la propia Spotify, discográficas y distribuidoras.
Es paradójico, pero aunque la música para Spotify es por lo que son reconocidos, también es con lo que menos margen de beneficios tienen. Un podcast o un audiolibro siguen acuerdos diferentes de monetización y ahí Spotify está controlando las normas, por lo que el consenso en la industria es que tienen más márgenes con este tipo de contenidos. En concreto, mientras que con la música el margen de beneficios es de en torno al 30 o 35%, en los audiolibros asciende a un 4o o 50%. Es decir, ganan más porque te suscribas y escuches audiolibros, que por la música.
Por tanto, el futuro Spotify quizá se tenga que enfrentar a una situación en la que los artistas deciden no subir su música a la plataforma. Ya hubo conatos en el pasado y parece poco probable que vuelva a suceder por la posición dominante que tiene el servicio, pero es cierto que la situación está revuelta, sobre todo entre artistas medianos y pequeños.
La IA como aliada
Daniel Ek se muestra a favor de la inteligencia artificial. Empezó a contarnos que no ve la IA como algo radicalmente nuevo y ajeno a la música:
"Lo veo mucho más como una evolución que como una revolución. Recuerdo hace solo unas décadas, cuando el auge del EDM y la cultura DJ se consideraba algo muy controvertido. E incluso antes, con el auge del hip hop, donde la gente sampleaba música [...] la gente decía, 'bueno, eso no es música de verdad' [...] Con los DJs [...] mucha gente no pensaba que Avicii fuera un músico de verdad [...] porque creó música usando software. Incluso en la creación musical, hemos estado usando el aprendizaje automático desde siempre."
La principal razón para su optimismo, dice, es que la IA permite que más gente pueda crear sin necesidad de una formación clásica o recursos costosos. Puso el ejemplo de Mozart, que debía tener las sinfonías en su cabeza, y que no podía escuchar cómo sonaría hasta una o dos veces en los ensayos antes de los conciertos, en comparación con lo que nos ofrece la tecnología hoy:
"La IA bajará de forma 'insana' las barreras para crear y traerá más oportunidades. Cualquiera de nosotros podría probablemente crear un ritmo en, ya sabes, cinco o diez minutos. No va a ser increíble, pero podríamos hacerlo y podríamos ser creativos. Y las herramientas que tenemos ahora a nuestra disposición son asombrosas comparadas con las que teníamos hace unos cientos de años. Y creo que eso invita a más gente a intentarlo. Y los mejores de ellos ahora tienen esta capacidad, gracias a la transmisión y gracias a cosas como Spotify, para llegar a todo el mundo en lo que habría tomado décadas ahora, potencialmente en días y horas, que es algo bastante radical y loco.
Reconoce que hay retos y "preocupaciones genuinas" con la IA:
"Por supuesto, también hay muchas preocupaciones genuinas que debemos tratar de resolver [...] sobre todo, desde la suplantación de identidad hasta, bueno, qué es un cuerpo de trabajo real si una IA escribió algo o un humano hizo algo. Hay muchos aspectos legales en los que no soy un experto y definitivamente no soy la persona adecuada para juzgar, que creo que son preocupaciones legítimas. Pero también estoy muy emocionado porque habrá un niño en algún lugar que no tuvo la oportunidad de hacer algo que va a crear piezas locas de la música que nos van a alucinar".
De hecho, Spotify empezó a meter la patita con la inteligencia artificial en 2014 con la compra de Echo Nest, una empresa de Boston especializada en análisis semántico de la música a través de machine learning. Con ella, etiquetan las canciones para saber si son tristes, alegres, de un género concreto y muchas variables más, lo cual ha servido para alimentar sus algoritmos de recomendación, cruciales para playlists como Descubrimiento semanal, que Spotify vende como uno de sus grandes éxitos de los últimos años, o lo que va a sonar en tu cola de reproducción.
¿Qué viene a partir de ahora con la IA?
- Para consumidores: están desplegando poco a poco su DJ con IA, que en su versión más completa por ahora es un chatbot con el que puedes hablar y pedirle cosas. Yo lo probé y le pedí cosas como "una playlist con las canciones de Eurovisión de España desde 1990", y lo hace muy bien, aunque se pierde con cosas actuales. Por ejemplo, no fue capaz de incluir aún la de candidatura de 2025 de Melody.

También estuve probando AI Playlists, un chatbot esta vez por texto al que le puedes pedir cosas muy concretas para una playlist. Como en ChatGPT, cuanto más preciso el prompt, mejor funciona. Por ejemplo, yo le pedí una lista de música rock y metal para conducir que no incluya el topicazo de Fleetwood Mac, y funcionó genial.
Por último, Gustav Söderström, cofundador y director técnico de Spotify, nos dijo que en menos de un año se podrán traducir podcast y audiolibros a otros idiomas con resultados naturales, y la IA jugará un papel importante. Él mismo nos dijo que ya tienen la tecnología y que es posible hacerlo, pero confiesa que no está al nivel que quieren todavía.
- Para artistas: prometen que van a ser capaces de ofrecer datos mucho más precisos para entender a la audiencia y que la IA podrá generar informes a demanda para ayudarles a entender qué significan los datos.
La regulación y las quejas contra Apple

Daniel Ek nos dejó claro que sigue enfadado e indignado con Apple. Literalmente, dijo: "Apple aprovecha cada oportunidad para eludir lo que dicen gobiernos o tribunales en cualquier país. Ese ha sido su modus operandi." Y puso los ejemplos de Países Bajos o el reciente caso con Epic.
Se encendió bastante cuando recordó la famosa comisión del 30% que imponía Apple y que les forzó a no vender audiolibros en Estados Unidos: "Apple quería llevarse una comisión del 30% por vender un audiolibro desde Spotify, una comisión que en muchos casos era más alta que las tarifas que recibíamos de los editores. Así que habríamos perdido dinero por cada audiolibro que vendiéramos. Y eso no tiene ningún tipo de sentido".
Reflexionó sobre la necesidad de regulación para proteger a los usuarios y, aunque reconoció que no le encanta la DMA, están esforzándose por cumplirla, al mismo tiempo que se muestra preocupado por la postura de Apple: "A menos que veamos la aplicación de la DMA, vamos a crear un precedente para muchas empresas dependan de lo que Apple piensa que debería ser la forma correcta de hacer eso, incluyendo, por supuesto, Apple tratando de tomar el 30% de todos los ingresos que estas empresas generan esencialmente sin razón. Eso es un verdadero problema".
Desde luego, un panorama de futura regulación de la IA, la legislación más dura de la UE, o las tensiones geopolíticas, con los aranceles y el conflicto China vs Estados Unidos, serán decisivas para el Spotify que tiene en la cabeza Daniel Ek.
La duda es si con esta hoja de ruta conseguirá seguir siendo rentable y llegar hasta esa ambiciosa de más de 1.000 suscriptores de pago en todo el mundo.
En Xataka | Spotify Free vs Premium: diferencias entre las versiones gratis y de pago del servicio de streaming
utm_campaign=12_Jun_2025"> César Muela .