China está asistiendo a una alocada carrera por demostrar quién tiene la batería más segura. Por eso las aplastan con tanques
Publicado el 01/06/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Si apunto al volumen, no tengo claro si aprendí mucho o poco en la universidad. Pero sí tengo claro una cosa: aprendí lo que era una noticia o, al menos, los criterios para señalar si un suceso es o no noticioso.
Cuando en una redacción se ponen encima los temas que se pueden tratar se valoran diferentes aspectos. Veracidad, actualidad, proximidad... y novedad. Y es que si un suceso sale en los medios es porque suele ser "singular, inédito, improbable o fuera de lo común". No lo digo yo, lo dicen las instituciones universitarias.
Por eso tiene poco sentido afirmar que los coches eléctricos son peligrosos basándonos exclusivamente en una noticia. Podríamos hacerlo si tuviéramos estudios relevantes que nos señalaran que el número de incendios de los coches eléctricos es notoriamente superior a los de combustión. Pero no es el caso.
Sí sabemos que el incendio de un coche eléctrico es más complicado de apagar y más virulento. Por eso es lógico que haya que tomar medidas en los barcos donde se transportan o trabajar en nuevos protocolos en los cuerpos de bomberos. Eso no quiere decir, sin embargo, que los riesgos de esta tecnología sean mayores.
Pese a todo, también entra dentro de cierta lógica que cuando se da un incendio o cualquier otra situación de riesgo se multipliquen las voces de alarma. Desde ayuntamientos donde se plantean si seguir comprando coches eléctricos a aparcamientos que prohíben su paso.
En ese caso, a las compañías sólo les queda demostrar que sus baterías son tan seguras como cualquier otro componente de un coche.
Como si pudiera pasarles un tanque por encima.
La loca idea de un tanque
Aunque parezca una tontería, tiene sentido que los fabricantes afinen las ideas a la hora de demostrar la seguridad de las baterías de coches eléctricos. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, en Corea del Sur se ha vivido un intenso debate sobre si estos coches pueden o no acumularse en garajes después de que explotara un Mercedes EQE el año pasado.
Cuando BYD llegó a España tenía un reto por delante. Necesitaba darse a conocer y, sobre todo, demostrar que era una compañía en la que se podía confiar. Ya sabemos los prejuicios hacia el producto chino. Como periodista, no sé en cuántas ocasiones pude visualizar este vídeo en el que un clavo atraviesa una batería LFP sin que no suceda nada.
Era una de las imágenes clásicas. La otra eran las pruebas de presión. Cuando se aplica demasiada presión a una batería (de coche eléctrico o de cualquier otro aparato) se corre el riesgo de experimentar una fuga térmica. El calor crece en el interior, la química se libera y la presión aumenta hasta provocar una explosión con el consiguiente incendio.
Para evitar esto, las carcasas se diseñan para liberar la presión acumulada en el interior, con el objetivo de que si tenemos un accidente, la presión ejercida sobre la batería no provoque una explosión. Y la compañía ya nos puede hablar de cifras y datos y todo lo que queramos. Pero nada mejor que lo visual.
Por eso Geely, explican en CarNewsChina ha cogido su nueva "Aegis Gold Brick Battery" un tanque de 36 toneladas y la ha pasado por encima. ¿Y qué ha sucedido? Nada. Nada de nada. La batería no dio ningún signo de daño pese a recibir 1,8 veces la presión mínima requerida por las instituciones chinas para homologar una nueva batería. Puedes ver el vídeo en este enlace.
Señalan en el medio que el tanque no sólo aplastó la batería en una ocasión. Pasó por encima de la misma, volvió sobre sus pasos y siguió aplastándola en repetidas ocasiones. E hizo lo mismo pasando por encima de celdas individuales. El paquete de baterías "mantuvo su integridad estructural sin abultamientos, fugas, incendios o explosiones", recalcan.
Para superar la prueba, la Aegis Gold Brick Battery se ha diseñado con un doble revestimiento húmedo que facilita la dispersión del calor y las fugas térmicas ya que es especialmente resistente al calor generado por el óxido de aluminio. Cuenta, además, con separación líquido-eléctrica de los materiales.
Foto | Geely