BMW M135 xDrive, primeras impresiones: tan rápido y eficaz que da miedo perder la cabeza
Publicado el 04/01/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Estamos en algún lugar de la provincia de Guadalajara, cerca de Sigüenza. Acabo de buscar un lugar un poco apartado en la carretera secundaria por la que llevamos un rato enlazando curvas. Miro a mi compañero y le digo con una sonrisa en la boca: "cógelo".
No hace falta decir nada más.
Al salir se hace evidente el olor a freno. Llega el turno de sentarme en el asiento del acompañante y ordenar ideas de cara a sentarme delante del ordenador y tratar de contar qué es lo que ha creado BMW con este BMW M135 xDrive.
Ficha técnica del BMW M135 xDrive
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bmw M135 xDrive |
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Tipo de carrocería. |
Compacto de cinco plazas |
Medidas y peso. |
4.361 mm de largo, 1.800 mm de ancho, 1.459 mm de alto y 2.670 mm entre ejes. 1.625 kg de peso |
Maletero. |
380 litros |
Potencia máxima. |
221 kW (300 CV) |
Consumo WLTP. |
7,6 l/100 km |
Distintivo ambiental. |
C. |
Ayudas a la conducción (ADAS). |
Control de crucero adaptativo, frenada de emergencia, asistente de guiado de carril, alerta de tráfico cruzado. |
Otros |
Pantalla central de 10,7 pulgadas, cuadro de instrumentos de 10,25 pulgadas. Sistema operativo propio (ID9) con actualizaciones vía OTA basado en Google. Compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay vía Bluetooth. |
Híbrido eléctrico. |
Sí, en las versiones BMW 120 y 120d con hibridación suave. |
Híbrido Enchufable. |
No. |
eléctrico. |
No. |
Precio y lanzamiento. |
Ya disponible. Desde 61.000 euros |
Brutalmente efectivo
Vuelve el BMW Serie 1. Porque esta nueva generación del compacto de BMW no es exactamente nueva. Los cambios son tan profundos, eso sí, que BMW ha decidido hacer una muesca en la historia del modelo y venderlo como un nuevo lanzamiento y no una simple evolución.
Misma plataforma pero nueva generación que dejará ese regusto de "esto ya lo conozco" para quien se haya subido a una de las anteriores versiones del modelo germano. Lo suficientemente moderno y cambiado, sin embargo, para quien no ha tenido oportunidad de ponerse a los mandos con anterioridad.
En nuestro caso, hemos saltado de golpe y porrazo a la versión más deportiva de la gama. Un BMW M135 xDrive que se posiciona como el compacto de relumbrón para pelear con los mejores modelos del mercado. Así que lo más importante no está a golpe de vista.
De lo que vemos, BMW replica la configuración de salpicadero que estamos viendo en el resto de los modelos con un tamaño mucho más contenido. De hecho, me gusta esta configuración con pantalla de 10,25 pulgadas para el cuadro de instrumentos y de 10,7 pulgadas para la pantalla central. Todo movido por el BMW iDrive 9.0, un sistema operativo construido sobre Android pero diseñado para sentirse exclusivo del modelo.
Como viene siendo habitual en todos los modelos de la firma germana, el sistema de infoentretenimiento es tan extenso y profundo como complejo. Cuando te habitúas a él vas encontrando las funciones allí donde las esperas pero es necesario dedicarle tiempo.
Una enorme maleta de aplicaciones que no tenemos claro cuántos preferirán relegarlas a un segundo plano y confiar todo a la compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay. Acompaña un Head-Up Display de buen tamaño y, sobre todo, de una lectura muy nítida y de gran calidad.
Los materiales son de buena calidad y están bien ajustados. Destaca un volante que, como siempre en BMW, es de aro contundente y ancho. Da gusto cogerlo y maniobrar con él aunque preferiría que fuera ligeramente más estrecho. Supongo que no tengo manos alemanas.
Para lo que sí necesito manos y también necesito botones es para el climatizador. Por suerte, tengo de lo primero pero BMW está decidida a que carezcamos de lo segundo porque, de nuevo, tenemos que irnos a la pantalla para enfriar o calentar el habitáculo. Al menos, la respuesta a las pulsaciones es realmente buena.
Pero el BMW M135 xDrive se presta a pulsar el botón de encendido y pisar el acelerador. Te saluda con un pequeño petardeo del tubo de escape, como ese amigo que te da un golpecito en el hombro y con un gesto de la cabeza te dice que "hoy se sale".
En la carretera ya deja entrever a qué ha venido. Su suspensión es firme y pese a que cambiamos de programa no hay concesiones a un modo de conducción que apueste por la comodidad.
Eso sí, tiene un empaque para comerse kilómetros y kilómetros de carretera sin sentirlo. La insonorización general es buena y el control de crucero adaptativo, lo poco que nos dio tiempo a probarlo durante la prueba, es tan bueno como siempre en los modelos de la firma de Baviera. Sin duda, BMW tiene uno de los mejores sistemas del mercado.
Pero es que el BMW M135 xDrive parece recordarle al que se ha gastado 61.000 euros en el coche (21.000 euros más que la segunda alternativa de gasolina más cara ahora, el BMW 120) que no está aquí para llevarle de un sitio a otro como un mero objeto de transporte. Su intención es hacerle ver que un día sacó su billetera para algo.
Bajo el capó aguarda un cuatro cilindros 2.0 turboalimentado de 300 CV que cubre el 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanza los 250 km/h. Le acompaña un cambio de doble embrague de siete relaciones. Son cifras que incitan a salirse de la autopista y a buscar una carretera revirada para comprobar de qué es capaz.
Y es ahí donde despliega todo su arsenal. Porque lo mejor (y casi lo que más miedo da) es que el BMW M135 xDrive es muy fácil de llevar. No te dará ningún susto, no te responderá de malas maneras pero, a cambio, te puede hacer alcanzar velocidades muy superiores a las legales sin darte cuenta. Con el riesgo que desde luego conlleva.
Durante la presentación del modelo, BMW nos contaba que estaba a la altura en prestaciones del famoso BMW Serie 1M. Y sobre el papel es imposible llevar la contraria pero en este caso estamos ante un modelo que parece más efectivo y dócil. De los que no te penaliza si no haces las cosas bien al volante.
Jugando con las levas del volante, parece imposible encontrar el punto donde el coche quede muerto. El propulsor parece decidido a sacar potencia de debajo de las piedras si hace falta y tampoco la dirección falla. Le pidas lo que le pidas, el coche parece estar siempre dispuesto a entrar en la curva. Si ahuecas un poco el acelerador, cerrará antes la trayectoria pero siempre con una facilidad pasmosa que no te mete en problemas.
Y ante la duda de si uno ha llegado demasiado rápido a la próxima curva, el freno muerde como si quisiera dejarnos clavados en el sitio. Ni pierde eficacia ni parece que la vaya a perder en ningún momento y el tacto, igual que el de la dirección, es durito y preciso. La capacidad de control que se tiene en el pedal del freno, de corto recorrido y modulable, es de lo mejor que tiene el coche.
En consecuencia, quien quiere ir rápido con este BMW M135 xDrive puede ir muy rápido. Y con la seguridad de que el coche siempre va a remar a favor del conductor, con una enorme capacidad para guardarse siempre un margen de seguridad amplísimo antes de meterle en un buen lío. Con la desventaja, eso sí, de que se aleja de las sensaciones más puras y radicales de lo que los más puristas podrían esperar.
Para quien busque un coche muy rápido y extremadamente eficaz es un coche perfecto.
Fotos | Xataka
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04_Jan_2025"> Alberto de la Torre .