Bajar el volumen de la música cuando aparcas es una señal de alerta de que necesitas una ayuda extra para concentrarte
Publicado el 18/03/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Encontrar aparcamiento en una gran ciudad es muchas veces todo un reto, por lo que cuando encuentras, sitúas el coche en posición, pones el intermitente y bajas el volumen de la música justo antes de iniciar la maniobra. ¿Alguna vez te has preguntado por qué instintivamente bajas el volumen de la música cuando estás intentando aparcar en un espacio complicado?
No es solo una manía extraña. Este hábito común tiene una explicación fascinante desde la perspectiva de la neurociencia y revela cómo el cerebro optimiza la concentración en momentos críticos.
El efecto de la música y otros estímulos en nuestra atención
Victoria Bayón, neurocoach especializada en optimización cerebral, explicaba en La Vanguardia que nuestro cerebro tiene una capacidad limitada para procesar información. Cuando intentamos realizar una tarea que exige precisión, como aparcar en un lugar estrecho o descifrar la información de unas celdas de un Excel, el cerebro necesita reducir los estímulos para concentrarse al máximo en esa tarea.
La música, aunque parezca que solo está de fondo para crear ambiente, ocupa un espacio valioso en el "ancho de banda" del cerebro, siendo un estímulo cognitivo más que debe procesarse, restando potencial a la tarea principal.
De hecho, investigadores de la Universidad de Georgia, descubrieron que no es lo mismo escuchar música instrumental que canciones con letra, siendo estas últimas mucho más exigentes para el cerebro. Incluso cuando no entiendes su idioma. Todo suma y se procesa igualmente.
"Cuando aparcamos, nuestro cerebro necesita enfocar toda su atención, y la música, aunque parezca que no, está ocupando un espacio valioso que podría estar mejor dedicado a la tarea que tenemos por delante", asegura Bayón.
Cuando se inicia una tarea importante que requiere una gran precisión, el cerebro prioriza ese "ancho de banda" de información, eliminando todo lo superfluo en ese momento. Por ese motivo, instintivamente bajamos el volumen o dejamos de oír las conversaciones de fondo cuando estamos muy concentrados en una determinada tarea.
La atención es un recurso limitado
Distintos estudios psicológicos han demostrado algo que básicamente ya sabíamos pero que insistimos en aplicar: el cerebro no es multitarea y no puede realizar múltiples tareas de manera eficiente al mismo tiempo.
Cuando se intentan hacer varias cosas a la vez, el cerebro solo cambia rápidamente el foco de atención, lo que disminuye la calidad de nuestra concentración. En el caso del aparcamiento, esa atención debe dividirse entre la música, los ruidos del entorno y las maniobras con el coche.
Un estudio de Hal Pashler, profesor de Psicología de la Universidad de California, demostró la interferencia que ocurre cuando el cerebro tiene que dividir su atención entre tareas simultáneas (escuchar música, procesar la información espacial del aparcamiento y accionar los mandos del coche), demostrando que la capacidad de procesamiento del cerebro es limitada cuando se enfrenta a estímulos múltiples.
Estrategias para maximizar la concentración
Si habitualmente apagas la música o bajas el volumen antes de aparcar, es un síntoma de que tu capacidad de atención ya está saturada, por lo que debes reducir todo el ruido cognitivo a tu alrededor para ser más eficiente en la tarea principal. Entender cómo funciona tu cerebro te permite diseñar estrategias para mejorar tu capacidad de concentración.
Una forma de preparar el entorno para reducir los problemas de concentración es minimizar los estímulos cognitivos. Evita ponerte música o el ruido ambiental, si es posible, evita tener pasillos o zonas de paso en tu rango visual. Eso libera espacio en tu cerebro y te ayudará a concentrarte en lo que realmente importa.
El uso de auriculares con cancelación de ruido puede ser una excelente opción incluso cuando no estés reproduciendo nada gracias a sus características aislantes, sobre todo en entornos ruidosos como los de una oficina. La atención es una habilidad que se ejercita y poco a poco se puede ir mejorando, de forma que el cerebro es capaz de aislar por sí solo esos estímulos reforzando la atención selectiva.
Imagen | Pexels (Gustavo Fring)
utm_campaign=18_Mar_2025"> Rubén Andrés .