Aragón quería que sus niños comiesen más fruta en el colegio. Así que fue a buscarla a 10.000 kilómetros de distancia

Publicado el 15/05/2025 por Diario Tecnología
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Aragón quería que sus niños comiesen más fruta en el colegio. Así que fue a buscarla a 10.000 kilómetros de distancia

El debate político aragonés se ha caldeado estos días con dos protagonistas inesperados: fruta y colegios. O mejor dicho, la fruta que se reparte en los colegios. A pesar de que Aragón tiene miles y miles de hectáreas llenas de árboles frutales y hortalizas y destaca en la producción de cereza, melocotón y manzanas, entre otras frutas, los agricultores de la región han alzado la voz para quejarse de que en los centros educativos de sus pueblos se están repartiendo piezas que llegan desde plantaciones situadas en el extranjero, en algún caso a miles de kilómetros.

La denuncia la ha lanzado la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) y pone el dedo en una yaga que ya ha sacado al colectivo a la calle.

¿Qué ha pasado? La denuncia la ha hecho pública UAGA-COAG. En un comunicado publicado ayer la organización agraria asegura que hay comedores de centros educativos de Aragón en los que se está repartiendo fruta llegada de países extranjeros. Es más, UAGA va más allá y afirma tener testigos que confirman que en varios escuelas de la región se han entregado naranjas de Egipto y peras de Sudáfrica, cultivadas a más de 10.000 kilómetros de distancia.

A modo de prueba la asociación incluyen una fotografía en la que se muestra una caja de peras que indica que su origen es Sudáfrica, aunque no hay ninguna referencia que revele que la imagen se tomó en una escuela de Aragón.

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"Competencia desleal". En su comunicado UAGA asegura sentirse "indignada" por la importación de frutas que es perfectamente posible encontrar en los campos españoles y cuestiona que los países desde los que se trae la mercancía cumplan los estándares sanitarios, medioambientales y laborales que la Unión Europea sí exige a los agricultores comunitarios. "Supone la vulneración de las reivindicaciones de la organización y de los fruticultores que exigen la aplicación de 'cláusulas espejo' a las importaciones de terceros países", recalcan desde el colectivo.

UAGA-COAG esgrime dos razones que, en su opinión, condenan a los agricultores locales a sufrir "competencia desleal" frente a las importaciones de otros países. La primera es la estricta regulación que impone Bruselas a las plantaciones europeas sobre uso de pesticidas, manipulación y conservación de la fruta. La segunda son los costes laborales. Mientras en España suben cada año, en Egipto, denuncia, el salario mínimo es de 176 euros mensuales y en Sudáfrica ronda los 270.

Mirando a la UE. La denuncia de la UAGA ha alcanzado el calado suficiente como para que el Gobierno de Aragón haya salido a dar explicaciones. La prensa regional cita fuentes de la Consejería de Agricultura que aclaran que la clave está en la financiación del programa de reparto de almuerzos y meriendas a escolares: los fondos parten de la UE, con lo que llegan acompañados de sus normas.

A la hora de contratar el suministro de frutas no se aplica un requisito de proximidad geográfica ni tampoco se pide que los productos sean de origen comunitario precisamente para evitar una "ventaja competitiva discriminatoria" en el proceso. El Gobierno regional argumenta que su papel es el de intermediario.

¿Y ahora qué? El Ejecutivo regional recalca también que el objetivo es "consolidar hábitos alimentarios saludables" entre los escolares y que la fruta y leche se reparte en momentos como el almuerzo y la merienda, no en los servicios de comedor. El programa no es exactamente nuevo, pero ahora se ofrece con fondos mixtos que combinan una aportación comunitaria y otra de Aragón.

Con el dinero de la UE se paga un lote de 300.000 euros que se gestiona con los requisitos de Bruselas. Con el aportado por el Gobierno de Aragón se financia otro de 200.000 que sí puede manejar con sus propios criterios. Y la administración ya garantiza que, "en línea con su defensa del producto local", dará prioridad a las producciones de proximidad. La idea es repartir cerezas, albaricoque y nectarinas, aunque también podrán sustituirse por manzanas o peras si lo piden los centros.

Más allá de las escuelas. El programa de reparto de frutas es importante porque llega a cientos de puntos escolares y miles de niños, pero la "indignación" de UAGA-COAG no se explica solo por el supuesto reparto de peras de Sudáfrica y naranjas de Egipto en vez de fruta cultivada en el campo aragonés. Los agricultores ha salido a la calle en varias ocasiones para reclamar precios dignos, cambios en la política comunitaria y mayores controles para garantizar que la mercancía que llega al país se ajustan a las exigencias comunitarias con las que ellos trabajan.

"Estos parámetros hacen posible que importar fruta de países terceros resulte rentable para ciertas empresas y genera a los productores locales una competencia desleal a todos los niveles", censura la asociación agraria en su comunicado. "Para terminar con estas prácticas, UAGA insiste en reclamar a las administraciones públicas (autonómica, estatal y europea) la regulación de los mercados y la recuperación del principio de preferencia comunitaria".

Imágenes | FedericoOtth Fotografía (Flickr) y UAGA

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