El Apple Watch y el iPhone ya no comparten redes Wi-Fi: esto es lo que ha cambiado en iOS 26.2 y watchOS 26.2
La promesa de la conectividad fluida ha sido, durante años, una piedra angular de la experiencia de usuario de Apple. Desde que el Apple Watch hizo su debut, la sinergia con el iPhone ha sido un pilar fundamental, permitiendo una interacción casi mágica entre ambos dispositivos. Esta conexión se manifestaba en muchos aspectos, y uno de los más convenientes era la gestión de las redes Wi-Fi: si tu iPhone conocía una red, tu Apple Watch la conocía también, garantizando una transición sin interrupciones y una independencia parcial para el reloj cuando no estaba cerca de su compañero telefónico. Sin embargo, con el lanzamiento de iOS 26.2 y watchOS 26.2, Apple ha introducido un cambio significativo que altera esta dinámica, marcando un punto de inflexión en cómo estos dispositivos gestionan su conectividad de red. Esta modificación, aunque sutil para el usuario casual, tiene implicaciones profundas en la seguridad, la privacidad y, en última instancia, en la autonomía de cada dispositivo dentro del ecosistema.