Da igual lo larga o compleja que sea, la contraseña de tu router WiFi no sirve para nada si ignoras este botón

En la era digital actual, la seguridad de nuestra red WiFi doméstica se ha convertido en una preocupación primordial. Confiamos en ella para conectar desde nuestros teléfonos y ordenadores hasta los electrodomésticos inteligentes y sistemas de seguridad. La primera línea de defensa, y la más obvia para muchos, es una contraseña robusta: una combinación larga, alfanumérica, con caracteres especiales, que nos hace sentir invulnerables ante intrusos. Nos esforzamos en crearla, en recordarla, o en almacenarla de forma segura. Sin embargo, ¿qué pasaría si te dijera que, a pesar de todos tus esfuerzos por blindar esa contraseña, existe una puerta trasera en tu router que podría dejarte completamente expuesto con solo pulsar un botón, o incluso sin que nadie lo pulse? Este escenario, lejos de ser ciencia ficción, es una realidad para millones de usuarios, y el protagonista de esta vulnerabilidad es un pequeño, a menudo ignorado, pero increíblemente peligroso, botón: el WPS.

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