Un salto cuántico al pasado: cuando nicolás maduro prometió chips de nvidia con una placa de macintosh de los 90

En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, y la carrera por la supremacía en la inteligencia artificial y el hardware de vanguardia es feroz, ciertas declaraciones políticas pueden generar asombro, escepticismo o incluso una profunda reflexión sobre la brecha entre la aspiración y la realidad. Recientemente, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se embarcó en una de esas promesas que resonó con particular estruendo en el ámbito tecnológico y más allá: la fabricación de "los famosos chips de Nvidia". Sin embargo, lo que realmente capturó la atención de millones no fue tanto la audacia de la declaración, sino el peculiar elemento visual que la acompañaba: una placa base de un Macintosh, que para cualquier ojo conocedor, databa claramente de la década de 1990. Este episodio no solo abre un debate sobre la viabilidad tecnológica, sino que también nos invita a analizar la comunicación política, el conocimiento técnico en la esfera pública y las realidades de la industria global de semiconductores. ¿Es posible que Venezuela se posicione como un actor relevante en la producción de componentes tan complejos como los de Nvidia, o este fue un ejemplo más de un simbolismo desfasado con la realidad?

Diario Tecnología

Nexperia y la industria automotriz europea: buenas noticias para el sector en jaque

La sombra de la incertidumbre se ha cernido sobre la industria automotriz europea en los últimos años, con la escasez de componentes electrónicos actuando como un freno constante a la producción y la innovación. En este escenario, empresas como Nexperia, un gigante en la fabricación de semiconductores discretos, emergieron como puntos críticos en la cadena de suministro. Su relevancia era tal que cualquier interrupción en sus operaciones o en la entrega de sus productos tenía el potencial de paralizar, y de hecho lo hizo en ocasiones, a algunas de las mayores factorías del continente. Durante meses, la frase "Nexperia tenía en jaque a toda la industria automotriz europea" resonó con una preocupación palpable en los pasillos de las empresas, desde los fabricantes de vehículos (OEMs) hasta los proveedores de nivel 1 y 2. Sin embargo, en medio de este panorama desafiante, y tras un período de intensa presión y esfuerzos coordinados, podemos decir que tenemos buenas noticias para el sector. La situación, si bien no está completamente resuelta, ha tomado un giro prometedor, ofreciendo un respiro largamente esperado y sentando las bases para una mayor resiliencia.

Diario Tecnología