Bennu y el origen cósmico de la vida: la NASA desvela pistas fundamentales

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha mirado a las estrellas con una pregunta primordial: ¿de dónde venimos? La búsqueda de los orígenes de la vida en la Tierra es una de las empresas científicas más profundas y, hasta hace poco, gran parte de la respuesta se buscaba en nuestro propio planeta. Sin embargo, las últimas investigaciones de la NASA sobre el asteroide Bennu están transformando radicalmente esta perspectiva. Los datos iniciales, derivados de la histórica misión OSIRIS-REx, sugieren con una contundencia creciente que algunos de los "ladrillos" moleculares esenciales para la vida podrían no ser exclusivos de la Tierra, sino haber sido sembrados desde los confines del cosmos. Esta revelación no solo redefine nuestra comprensión de la abiogénesis, sino que también nos invita a considerar la vida como un fenómeno potencialmente universal, diseminado por el inmenso jardín estelar. Es un pensamiento que, sinceramente, encuentro fascinante y un poco poético: que nuestros mismos cimientos puedan tener un eco en las profundidades del espacio.

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