Multimillonarios aterrados por la IA se preparan para el fin de la humanidad: armas, oro y búnkeres para resistir al desastre

En un mundo donde la fortuna a menudo se asocia con el poder y el control, resulta paradójico observar cómo aquellos que han acumulado riquezas inimaginables, en muchos casos gracias al avance tecnológico, ahora dirigen su mirada hacia un futuro que no controlan: uno donde la inteligencia artificial (IA) podría dictar el destino de la humanidad. Esta no es una trama de ciencia ficción para una novela distópica, sino una preocupación creciente y muy real entre la élite global. Los mismos visionarios y magnates que han impulsado la revolución digital están invirtiendo, en secreto y a la vista, en planes de supervivencia que suenan a algo sacado de una película post-apocalíptica. Hablamos de búnkeres subterráneos fortificados, arsenales personales, reservas de oro y provisiones suficientes para décadas. La pregunta es perturbadora: si los arquitectos del futuro temen tanto a sus propias creaciones, ¿qué implicaciones tiene esto para el resto de nosotros?