Arrasó por ser el coche de los jóvenes, barato, para todos los públicos, y quiere volver a ser un coche de precio razonable en un entorno muy diferente
Publicado el 17/09/2025 por Diario Tecnología Artículo original
Éramos felices y no lo sabíamos. Corría el año 2004, todavía no había estallado la gran crisis que años después asestaría un golpe tremendo a la economía española, y en la industria que nos ocupa haría que entre los años 2007 y 2011 las matriculaciones se desplomasen hasta la mitad. Aquel año se matricularon en España más de 100.000 unidades del Renault Mégane, el del "culo cuadrado", y aún nos costaba creer que la marca del rombo estaba a punto de darnos un campeón del mundo.
Fijémonos en lo espectaculares que eran aquellas cifras que, hoy en día, todas las matriculaciones de Renault de un año (consideramos las matriculaciones del año 2024), apenas superaron las 65.000 unidades. Y ni tan siquiera Toyota, la marca más vendida en España, llegó a superar, aunque sí acarició, la barrera de las 100.000 unidades.
Definitivamente muchas cosas han cambiado. Esta industria no es lo que era por aquel entonces, ni volverá a serlo. Ni tampoco lo es el Renault Mégane, que ya hace tiempo dejó de ser ese compacto para todos los públicos, y el coche con que muchos jóvenes aprendieron a conducir, para convertirse en un coche eléctrico, de calidad, por supuesto, pero también dirigido a un público potencial mucho más reducido y en un rango de precios mucho más elevado.
Renault ahora mira a China. Francois Provost, CEO del Grupo Renault, apuntaba hacia sus rivales chinos asegurando: "tenemos que alcanzar a nuestros mejores competidores" (Automotive News). Según la International Energy Agency un 75% de los coches eléctricos vendidos en China el pasado año empleaban baterías con tecnología de litio ferrofosfato (LFP), frente al 10% europeo. Baterías que, entre otras cosas, permiten abaratar el coste de estos vehículos y, como mínimo, disponer de una versión de acceso más económica.
Incluyendo ayudas, el Renault Mégane más barato parte ahora de 26.278 euros, un precio correcto para la tecnología que alberga, pero muy alejado de lo que hasta hace poco entendíamos en un Mégane con motor de combustión. Con esas mismas ayudas, el Renault 5 parte de 16.971 euros, un precio mucho más razonable.
El Renault Mégane no volverá a ser el best-seller de antaño, no nos quepa la menor duda, pero la marca francesa se ha propuesto dar un empujón a toda su gama eléctrica con un cambio que podría hacer que los precios de partida se reduzcan bastante.
LFP para todos. Empezando por el Renault Mégane, que en su próxima actualización dispondrá de baterías LFP que harán que esos precios de acceso sean más contenidos, con una estrategia que pasa por dar más variedad a la gama. "Dependiendo del modelo, queremos tener una versión económica y una versión prestacional", decía Fabrice Cambolive, CEO de la marca Renault, apuntando a que necesariamente veremos en su gama eléctrica la existencia de versiones más baratas y con una autonomía más contenida, pero también de versiones de mayor autonomía.
Ahora mismo el Mégane dispone de versiones de entre 130 y 218 CV de potencia y entre 315 y 470 kilómetros de autonomía.
Renault Mégane II:
Renault Mégane V: