El nuevo panel de Chrome: centralizando la gestión de datos
En la era digital actual, la cantidad de información personal que gestionamos en línea es abrumadora. Contraseñas para decenas de sitios, datos de tarjet
En la era digital actual, la cantidad de información personal que gestionamos en línea es abrumadora. Contraseñas para decenas de sitios, datos de tarjet
Recordamos con cierta nostalgia y, para muchos, con un pellizco en el bolsillo, aquellos años de la pandemia y la explosión de la minería de criptomonedas, donde conseguir una tarjeta gráfica a un precio razonable era poco menos que una utopía. El mercado de componentes de PC se convulsionó, y el usuario final fue quien pagó las consecuencias de una escasez sin precedentes y una especulación rampante. Sin embargo, cuando creíamos que esa tormenta había amainado, o al menos se había retirado a aguas más calmadas, un nuevo frente se abre en el horizonte de la tecnología, amenazando con una réplica económica que podría ser igual de devastadora, o incluso peor, dada la universalidad del componente afectado. Hoy, la alarma no suena por la GPU, sino por un elemento aún más fundamental en cualquier sistema informático: la memoria RAM. Este componente esencial ha experimentado un alza de precios que ha sorprendido a propios y extraños, llegando a doblar su valor en un corto periodo, y lo que es más preocupante, los analistas y los propios fabricantes sugieren que esto no ha hecho más que empezar. Estamos ante un nuevo desafío para consumidores, empresas y el sector tecnológico en general.
En un panorama tecnológico donde la innovación y la disrupción son la moneda corriente, pocas empresas han logrado capitalizar una tendencia emergente co
En el vertiginoso mundo de la inteligencia artificial, donde cada día trae consigo un nuevo avance, hay hitos que redefinen completamente nuestra percepción de lo posible. El reciente anuncio de OpenAI sobre el lanzamiento de GPT-5.1-Codex-Max no es solo una evolución incremental, sino una verdadera revolución que promete transformar el panorama del desarrollo de software de una manera que hasta ahora solo habíamos imaginado en la ciencia ficción. Una IA capaz de programar de forma autónoma durante 24 horas seguidas, sin intervención humana, es un salto cualitativo gigantesco. Este logro no solo subraya el imparable progreso en el campo de los modelos de lenguaje y la generación de código, sino que también nos obliga a reflexionar profundamente sobre las implicaciones técnicas, éticas y económicas de una tecnología tan poderosa. La idea de un asistente, o quizás un colaborador, que puede diseñar, escribir, depurar y optimizar software con una persistencia ininterrumpida, abre un sinfín de posibilidades y, al mismo tiempo, plantea preguntas cruciales sobre el futuro del trabajo, la seguridad del software y la propia naturaleza de la creatividad humana en la era digital. Estamos, sin duda, ante un punto de inflexión. Personalmente, me encuentro en una encrucijada entre el asombro por la capacidad tecnológica y una prudente cautela ante las ramificaciones que esto podría tener para nuestras industrias y sociedades.
El vasto lienzo del cosmos guarda secretos inauditos, y de vez en cuando, uno de esos secretos decide cruzar nuestro umbral, ofreciéndonos una fugaz pero invaluable oportunidad para mirar más allá de nuestro propio rincón del universo. Recientemente, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha vuelto a captar la atención del mundo con la revelación de imágenes inéditas del cometa 3I/ATLAS, un objeto celeste que no es un vecino más, sino un genuino viajero que se ha aventurado hasta nosotros desde las profundidades de otra estrella. Estas instantáneas no son solo bellas fotografías; representan una ventana sin precedentes a la composición y evolución de material proveniente de un sistema planetario ajeno al nuestro, brindando a los científicos una mina de oro de información sobre la diversidad de la formación estelar en la Vía Láctea.
La noticia ha caído como una bomba en el ámbito científico y medioambiental: se ha descubierto en una zona indeterminada de España una nueva fuente de me
En el complejo tablero de la guerra moderna, donde la tecnología avanza a pasos agigantados y la sorpresa táctica es un bien preciado, surge una paradoja
Con la llegada inminente del Black Friday, el gigante del comercio electrónico, Amazon, ha decidido adelantarse a las festividades de descuentos y lanzar una de sus ofertas más atractivas del año. En un movimiento estratégico que busca captar la atención de millones de consumidores desde el primer momento, el popular Fire TV Stick básico ha visto su precio reducido drásticamente hasta los 27 euros. Esta rebaja, que lo sitúa en uno de sus mínimos históricos, no solo representa una excelente oportunidad para aquellos que buscan adentrarse en el mundo del streaming o mejorar su experiencia actual, sino que también marca el pistoletazo de salida para una temporada de compras cargada de promociones.
El panorama del entretenimiento digital está en constante evolución, y las plataformas de streaming compiten ferozmente por la atención de una audiencia
En el dinámico y, a menudo, volátil mundo de los videojuegos, donde la novedad y el impacto inicial suelen ser las métricas más celebradas, la perspectiv