Estas dos funciones de Windows 11 podrían estar ralentizando tu PC, avisa Microsoft

La llegada de un nuevo sistema operativo siempre genera expectativas. Windows 11, con su interfaz renovada y sus promesas de una experiencia de usuario más fluida y segura, no fue la excepción. Sin embargo, en el complejo entramado de un software tan robusto, a menudo la mejora en un área puede implicar un compromiso en otra. Y, precisamente, Microsoft ha lanzado una advertencia que merece nuestra atención: dos características de seguridad, diseñadas para proteger nuestro sistema de amenazas cada vez más sofisticadas, podrían estar lastrando el rendimiento de nuestro ordenador. La cuestión no es menor, especialmente para aquellos que buscan exprimir cada gota de potencia de su hardware. Nos adentramos en el corazón de estas funciones para entender qué son, cómo nos afectan y qué podemos hacer al respecto.

Contexto general de la optimización del rendimiento en Windows 11

Estas dos funciones de Windows 11 podrían estar ralentizando tu PC, avisa Microsoft

Windows 11 se ha posicionado como una evolución significativa de su predecesor, no solo en estética, sino también en la arquitectura subyacente y en las características de seguridad. La seguridad informática es una carrera armamentista constante, y cada versión de un sistema operativo busca integrar las últimas defensas contra un panorama de amenazas en constante cambio. Desde el soporte mejorado para TPM 2.0 hasta la inclusión de características como el aislamiento del núcleo (Core Isolation) de forma más prominente, Windows 11 está claramente diseñado con la seguridad como pilar fundamental.

Sin embargo, es una máxima conocida en el mundo de la tecnología: cada capa de seguridad adicional, cada proceso que se ejecuta para proteger el sistema, consume recursos. Esto no es intrínsecamente malo; es el precio que pagamos por estar más protegidos. Pero, ¿qué ocurre cuando ese consumo de recursos se vuelve perceptible y comienza a afectar la experiencia general del usuario? La balanza entre la fortaleza de la seguridad y la fluidez del rendimiento es delicada, y Microsoft mismo ha señalado que, en ciertas configuraciones o con cierto hardware, algunas de estas características pueden inclinar la balanza demasiado hacia el lado del consumo, generando una sensación de lentitud o retraso que nadie desea en un equipo moderno. Es crucial que los usuarios comprendan este equilibrio y puedan tomar decisiones informadas sobre cómo configurar su sistema.

La primera función señalada: Integridad de memoria (Aislamiento del núcleo)

Cuando hablamos de "Integridad de memoria", en realidad nos estamos refiriendo a una característica específica dentro de un conjunto más amplio conocido como "Aislamiento del núcleo" (Core Isolation). Este es un componente de la "Seguridad basada en virtualización" (VBS, por sus siglas en inglés), una tecnología que Windows utiliza para aislar procesos críticos del sistema operativo del resto de los procesos y aplicaciones. El objetivo principal de VBS y, por extensión, de Integridad de memoria, es crear un entorno seguro, una especie de "bunker" virtual, donde el código más sensible del sistema pueda ejecutarse sin ser corrompido o manipulado por software malicioso.

¿Qué es Integridad de memoria y por qué importa?

La Integridad de memoria, también conocida como "Protección de pila con hardware", trabaja activamente para evitar que los atacantes inyecten código malicioso en procesos de alta seguridad. Lo logra aislando el proceso de memoria del sistema del resto del sistema operativo utilizando virtualización por hardware. En términos más sencillos, crea un espacio de memoria completamente separado y protegido para ciertas funciones vitales de Windows. Dentro de este espacio, se verifica la validez de los controladores y del código que se ejecuta, asegurándose de que solo el software firmado y verificado pueda acceder a áreas críticas de la memoria.

Para los usuarios finales, esto se traduce en una barrera adicional contra malware sofisticado, especialmente aquellos que intentan explotar vulnerabilidades en controladores o en el propio kernel del sistema. Es una defensa robusta contra rootkits y otras amenazas persistentes avanzadas que podrían eludir las soluciones antivirus tradicionales. Su importancia radica en que protege la integridad fundamental del sistema, garantizando que Windows funcione como se espera y que los datos críticos no sean comprometidos. En un mundo donde las amenazas de seguridad evolucionan constantemente, contar con este tipo de protección es, sin duda, un activo valioso.

Impacto de Integridad de memoria en el rendimiento del sistema

Ahora bien, ¿dónde entra el factor rendimiento? La implementación de la Integridad de memoria y, en general, de la Seguridad basada en virtualización (VBS), introduce una capa de abstracción y procesamiento adicional. Para ejecutar este "bunker" virtual, el sistema operativo necesita recursos de virtualización del hardware (como Intel VT-x o AMD-V), lo que añade una sobrecarga. Cada vez que el sistema necesita interactuar con los procesos protegidos, debe pasar por esta capa de virtualización, lo que puede resultar en una mayor latencia y un consumo ligeramente superior de recursos de CPU y memoria RAM.

Microsoft mismo ha reconocido que la VBS puede tener un impacto en el rendimiento, especialmente en escenarios donde la velocidad es crítica, como los juegos de alto rendimiento. En su documentación, la compañía menciona que la virtualización tiene un costo de rendimiento que varía según el hardware y las cargas de trabajo. Para equipos con especificaciones más modestas, o aquellos que ya operan cerca de su límite de recursos, este impacto puede ser más perceptible, traduciéndose en tiempos de carga más lentos, menor velocidad de fotogramas en juegos, o una sensación general de menor agilidad del sistema. En mi opinión, esto plantea un desafío interesante: ¿es el nivel de seguridad que ofrece Integridad de memoria un "lujo" que solo ciertos equipos pueden permitirse sin sacrificar una experiencia fluida? Para un usuario que prioriza la seguridad en un entorno corporativo, la respuesta es sí. Para un gamer con un PC al límite, quizás no.

Cómo verificar y gestionar Integridad de memoria

Si te preocupa que Integridad de memoria esté afectando el rendimiento de tu PC, puedes verificar su estado y, si lo deseas, desactivarla. Aquí te explico cómo:

  1. Accede a Seguridad de Windows: Abre el menú Inicio, escribe "Seguridad de Windows" y ábrelo.
  2. Ve a Seguridad del dispositivo: En el panel lateral izquierdo, selecciona "Seguridad del dispositivo".
  3. Aislamiento del núcleo: Busca la sección "Aislamiento del núcleo" y haz clic en "Detalles de aislamiento del núcleo".
  4. Integridad de memoria: Aquí verás un interruptor para "Integridad de memoria". Podrás ver si está activada o desactivada.

Para desactivarla, simplemente mueve el interruptor a la posición "Desactivado". El sistema te pedirá reiniciar el equipo para aplicar los cambios. Es importante recordar que, al desactivar esta función, estás reduciendo una capa de protección crítica contra ciertos tipos de ataques. Solo deberías hacerlo si estás seguro de que el impacto en el rendimiento es significativo y que puedes mitigar los riesgos de seguridad por otros medios, o si el riesgo de tu entorno es bajo. Para más información detallada sobre esta función, puedes consultar la documentación oficial de Microsoft sobre aislamiento del núcleo y VBS.

La segunda función en el punto de mira: Plataforma de máquina virtual

La segunda función que Microsoft ha señalado como potencial culpable de ralentizaciones es la "Plataforma de máquina virtual" (Virtual Machine Platform o VMP). A diferencia de Integridad de memoria, que es una característica de seguridad con virtualización, VMP es un componente más general que habilita la capacidad de Windows para ejecutar entornos virtualizados de forma nativa.

¿Qué es la Plataforma de máquina virtual?

La Plataforma de máquina virtual es una característica opcional de Windows que proporciona el entorno de ejecución fundamental para diversas tecnologías de virtualización. En esencia, permite que tu sistema operativo host (Windows 11) gestione y ejecute máquinas virtuales de manera eficiente. Es la base sobre la que se construyen otras características importantes como:

  • Hyper-V: La propia solución de virtualización de Microsoft.
  • Windows Subsystem for Linux 2 (WSL2): Que permite ejecutar un kernel de Linux completo y distribuciones de Linux dentro de Windows.
  • Sandbox de Windows: Un entorno de escritorio ligero y aislado para ejecutar aplicaciones no fiables sin afectar el sistema host.

Esta característica es increíblemente útil para desarrolladores, profesionales de TI y cualquier usuario que necesite trabajar con múltiples sistemas operativos o entornos aislados en su mismo PC. Sin ella, estas herramientas simplemente no funcionarían o lo harían de forma mucho menos eficiente. Puede que no esté activada por defecto en todas las instalaciones de Windows 11, pero se habilita automáticamente si activas alguna de las funciones mencionadas (como WSL2 o Hyper-V).

Cómo la Plataforma de máquina virtual puede afectar la fluidez de tu PC

Al igual que la Integridad de memoria, la Plataforma de máquina virtual introduce una capa de virtualización que, por su naturaleza, consume recursos. Aunque la virtualización moderna es muy eficiente, sigue habiendo una sobrecarga. Incluso cuando no estás ejecutando activamente una máquina virtual o WSL2, tener la Plataforma de máquina virtual habilitada puede significar que ciertos servicios y procesos relacionados con la virtualización se estén ejecutando en segundo plano, reservando recursos (CPU y RAM) en previsión de que se necesiten.

Este consumo latente de recursos puede ser problemático para usuarios que no utilizan activamente ninguna de las funciones que requieren VMP. Por ejemplo, si un usuario activó WSL2 en algún momento para probarlo y luego dejó de usarlo, la Plataforma de máquina virtual seguirá habilitada y podría estar consumiendo recursos innecesarios. El impacto puede manifestarse en una ligera reducción del rendimiento general del sistema, mayor consumo de energía (lo que afecta la duración de la batería en portátiles) y, en algunos casos, conflictos con soluciones de virtualización de terceros o con juegos que requieren acceso directo al hardware, ya que el hypervisor puede "monopolizar" ciertas capacidades. Para un usuario que no es desarrollador ni utiliza máquinas virtuales, tener VMP activado es, a mi parecer, una penalización de rendimiento sin beneficio aparente.

Desactivar la Plataforma de máquina virtual: cuándo y cómo

Si no utilizas Hyper-V, WSL2, el Sandbox de Windows u otras características que dependen de la Plataforma de máquina virtual, desactivarla podría liberar recursos y potencialmente mejorar el rendimiento de tu PC. Aquí te muestro cómo hacerlo:

  1. Abre "Activar o desactivar las características de Windows": Escribe "Características de Windows" en la barra de búsqueda del menú Inicio y selecciona la opción "Activar o desactivar las características de Windows".
  2. Busca la característica: En la ventana que aparece, desplázate hacia abajo hasta encontrar "Plataforma de máquina virtual" (Virtual Machine Platform).
  3. Desmarca la casilla: Desmarca la casilla junto a "Plataforma de máquina virtual".
  4. Aplica cambios y reinicia: Haz clic en "Aceptar" y el sistema te pedirá que reinicies el ordenador para que los cambios surtan efecto.

Es crucial que seas consciente de que, al desactivar esta función, cualquier aplicación o característica que dependa de ella dejará de funcionar. Si usas WSL2 para desarrollo, por ejemplo, no deberías desactivarla. Si tienes dudas, puedes consultar la documentación de Microsoft sobre cómo gestionar las características de Windows para obtener más contexto.

El dilema del usuario: seguridad versus velocidad

El análisis de Integridad de memoria y la Plataforma de máquina virtual nos lleva a una encrucijada común en el mundo de la informática: el eterno dilema entre seguridad y rendimiento. No existe una solución única que sirva para todos, y la decisión de mantener o deshabilitar estas funciones dependerá en gran medida del perfil de cada usuario y del uso que le dé a su equipo.

Para un usuario cuyo principal uso del PC es navegar por internet, revisar el correo electrónico y ver contenido multimedia, y que además posee un equipo con especificaciones modestas, desactivar estas funciones podría ofrecer una mejora perceptible en la fluidez del sistema. En estos casos, el riesgo de exposición a amenazas avanzadas que la Integridad de memoria mitiga puede parecer menos relevante frente a la frustración de un PC lento. Sin embargo, esto no significa que el riesgo desaparezca; simplemente se gestiona de otra forma, quizás confiando más en un buen antivirus y en hábitos de navegación seguros.

Por otro lado, los profesionales de la seguridad, desarrolladores, o usuarios que manejan información sensible o que se conectan a redes corporativas, probablemente considerarán que el coste en rendimiento es un precio razonable a pagar por la robusta capa de seguridad que ofrecen estas características. Para ellos, la integridad del sistema y la protección contra ataques sofisticados es primordial, y suelen contar con equipos de mayor potencia donde el impacto en el rendimiento es menos crítico.

Los gamers se encuentran en un punto intermedio. A menudo buscan el máximo rendimiento posible para obtener las tasas de fotogramas más altas. En este colectivo, desactivar funciones como Integridad de memoria es una práctica habitual si notan una caída de rendimiento. Sin embargo, hay un riesgo implícito, y deben ser conscientes de ello. Microsoft está trabajando para minimizar el impacto de VBS en el rendimiento de los juegos, pero aún es un factor a considerar. La clave está en ser consciente de las implicaciones y realizar pruebas de rendimiento personalizadas en tu propio equipo. Te recomiendo hacer una prueba de rendimiento con un benchmark antes y después de cualquier cambio significativo.

Más allá de estas funciones: optimización integral de Windows 11

Aunque Integridad de memoria y Plataforma de máquina virtual son puntos focales de discusión, la optimización del rendimiento en Windows 11 va mucho más allá de estas dos características. Un sistema operativo es un ecosistema complejo, y hay multitud de factores que pueden influir en su velocidad y fluidez. Prestar atención a otros aspectos puede marcar una diferencia notable, incluso si decides mantener las funciones de seguridad activadas.

Algunas de las prácticas más efectivas incluyen:

  • Mantener los controladores actualizados: Los controladores de dispositivos, especialmente los de la tarjeta gráfica, la placa base y el almacenamiento, son cruciales para el rendimiento. Los fabricantes lanzan actualizaciones regularmente para mejorar la compatibilidad y el rendimiento. Puedes utilizar el Administrador de dispositivos de Windows o las herramientas de actualización del fabricante para mantenerlos al día.
  • Gestionar las aplicaciones de inicio: Un gran número de programas que se inician automáticamente con Windows puede ralentizar significativamente el arranque y consumir recursos en segundo plano. El Administrador de tareas (Ctrl+Shift+Esc) te permite revisar y deshabilitar los programas innecesarios en la pestaña "Inicio".
  • Desinstalar programas innecesarios: Con el tiempo, acumulamos software que ya no usamos. Estos programas no solo ocupan espacio en disco, sino que a menudo dejan servicios en segundo plano o entradas en el registro que pueden afectar el rendimiento. Una limpieza periódica es aconsejable.
  • Liberar espacio en disco y desfragmentar: Un disco duro casi lleno puede ralentizar el sistema. La herramienta "Liberador de espacio en disco" de Windows ayuda a eliminar archivos temporales y otros elementos innecesarios. Para discos HDD, la desfragmentación periódica es beneficiosa; para SSD, no es necesaria y puede reducir su vida útil.
  • Configurar opciones de energía: Asegúrate de que tu plan de energía esté configurado en "Alto rendimiento" o "Máximo rendimiento" si buscas la máxima potencia, especialmente en equipos de escritorio. En portátiles, esto puede reducir la duración de la batería, pero para tareas exigentes es lo ideal.
  • Controlar aplicaciones en segundo plano: Windows 11 permite que muchas aplicaciones se ejecuten en segundo plano, incluso cuando no las estás usando activamente, para recibir notificaciones o actualizar contenido. Puedes gestionar cuáles tienen este permiso desde la configuración de Privacidad y seguridad.
  • Realizar un mantenimiento regular: Escaneos de virus, limpieza de registro (con precaución y herramientas fiables) y comprobaciones de errores de disco son parte de un buen mantenimiento que ayuda a preservar la salud y el rendimiento del sistema.

Adoptar un enfoque holístico en la optimización de Windows 11 es la clave para disfrutar de una experiencia fluida y eficiente, sin tener que sacrificar necesariamente la seguridad. Para más consejos sobre cómo mantener tu PC en óptimas condiciones, te recomiendo revisar esta guía de optimización de Windows 11.

Conclusión: el poder de la decisión informada

La advertencia de Microsoft sobre Integridad de memoria y Plataforma de máquina virtual es un recordatorio valioso de que cada característica de un sistema operativo tiene sus pros y sus contras. Windows 11 ha sido diseñado con la seguridad en mente, y estas dos funciones son ejemplos claros de esa filosofía. Sin embargo, esta seguridad adicional puede venir con un coste de rendimiento, especialmente en hardware más modesto o en escenarios donde cada milisegundo cuenta, como en el gaming.

La buena noticia es que, como usuarios, tenemos la capacidad de decisión. No se trata de una elección binaria entre seguridad o rendimiento, sino de encontrar el equilibrio adecuado para nuestras necesidades específicas. Evaluar el uso que le damos a nuestro PC, entender los riesgos y beneficios de cada opción y, si es necesario, probar los cambios, nos permitirá personalizar nuestra experiencia en Windows 11. La clave reside en la información: al conocer cómo funcionan estas características y cómo nos afectan, podemos tomar decisiones informadas que optimicen tanto nuestra protección como la fluidez de nuestro sistema.