Apple deja de recomendar quedarse en iOS 18. La duda es si merece la pena el salto a iOS 26: esta ha sido nuestra experiencia tras meses de uso

El mundo de la tecnología móvil es un torbellino constante de actualizaciones y nuevas versiones, pero pocas veces una noticia sacude el panorama tanto como la reciente recomendación de Apple de no permanecer en iOS 18. Esta directriz, aunque velada en ciertos comunicados o implícita en la ausencia de soporte activo, ha dejado a muchos usuarios con una sensación de incertidumbre y una pregunta apremiante: si el refugio de iOS 18 ya no es seguro o conveniente, ¿es iOS 26 la respuesta? Tras meses de uso intensivo y una observación minuciosa, hemos decidido sumergirnos en la experiencia que ofrece la última iteración del sistema operativo de Apple para ofrecer una perspectiva clara y honesta. ¿Es iOS 26 el salto cualitativo que promete ser, o esconde complejidades y sacrificios que los usuarios deben conocer antes de actualizar? Acompáñenos en este viaje por sus funciones, rendimiento y las implicaciones de este cambio de paradigma.

El inesperado adiós a iOS 18

Apple deja de recomendar quedarse en iOS 18. La duda es si merece la pena el salto a iOS 26: esta ha sido nuestra experiencia tras meses de uso

La noticia de que Apple ha cesado, de facto, la recomendación de quedarse en iOS 18, ha pillado a muchos por sorpresa. Para ser precisos, no ha sido una declaración frontal y contundente del tipo "no usen iOS 18", sino más bien una estrategia de enfoque en el futuro, dejando de lado actualizaciones significativas y parches de seguridad para versiones anteriores. En la práctica, esto se traduce en una vulnerabilidad creciente para los usuarios que opten por no actualizar, ya que los fallos de seguridad descubiertos no serán parcheados y las nuevas funcionalidades que mejoren la experiencia o la seguridad no llegarán. Este movimiento no es del todo inusual en la industria, donde los ciclos de vida del software suelen ser acotados, pero sí es llamativo para una versión relativamente reciente que muchos usuarios aún consideraban estable y funcional para sus dispositivos.

Las razones detrás de esta decisión son multifacéticas. Por un lado, está la evidente necesidad de impulsar la adopción de las últimas versiones para asegurar la compatibilidad con nuevas tecnologías y, por supuesto, con el hardware más reciente. Mantener soporte para múltiples versiones de iOS implica una inversión considerable de recursos en desarrollo y seguridad, que Apple prefiere concentrar en la vanguardia. Por otro lado, no podemos obviar la constante evolución de las amenazas cibernéticas, que requieren que los sistemas operativos estén siempre a la última en cuanto a protecciones. Un sistema operativo desactualizado es una puerta abierta para exploits, malware y otras brechas de seguridad que ponen en riesgo la privacidad y los datos de los usuarios. Personalmente, creo que esta estrategia es un arma de doble filo: por un lado, empuja a los usuarios a beneficiarse de las últimas innovaciones y seguridades; por otro, puede dejar en una situación complicada a aquellos con dispositivos más antiguos o a quienes simplemente prefieren la familiaridad de una versión anterior. La implicación es clara: si valoras tu seguridad y quieres aprovechar las últimas innovaciones, actualizar ya no es una opción, sino una necesidad. Puedes consultar más detalles sobre las políticas de soporte de Apple en su página oficial de actualizaciones de software.

iOS 26: la promesa de la nueva era

Desde su anuncio, iOS 26 se presentó como un salto generacional significativo, no solo una actualización incremental. La expectación era alta, y las promesas de Apple apuntaban a una profunda integración de la inteligencia artificial, una renovación de la interfaz de usuario en puntos clave y mejoras sustanciales en rendimiento y seguridad. La compañía de Cupertino nos sedujo con demostraciones de funcionalidades de IA que prometían transformar la interacción diaria con nuestros dispositivos, desde una Siri más contextual y proactiva hasta herramientas de edición de fotos y texto sorprendentemente inteligentes.

Las mejoras en privacidad también ocuparon un lugar central en la presentación, con nuevas formas de controlar nuestros datos y una mayor transparencia en el uso que las aplicaciones hacen de ellos. Se habló de una optimización del sistema que garantizaría una mayor fluidez incluso en dispositivos con unos años a cuestas, y se introdujeron nuevas opciones de personalización para la pantalla de bloqueo y los widgets, dando a los usuarios más libertad para adaptar la estética de su iPhone a sus gustos. La idea era ofrecer una experiencia más personal, más inteligente y más segura. Inicialmente, las reseñas alabaron la ambición de Apple, aunque muchos se preguntaban si la implementación real estaría a la altura de las expectativas o si sería otra evolución gradual, camuflada bajo el manto de la "nueva era". La clave, como siempre, reside en la experiencia a largo plazo, una vez que el brillo inicial de las novedades se desvanece y la realidad del día a día toma el relevo. Puedes repasar las características principales anunciadas de iOS 26 en el portal de novedades de Apple.

Nuestra experiencia a fondo con iOS 26

Tras varios meses de uso constante en diferentes modelos de iPhone, desde los más recientes hasta algunos con dos o tres generaciones de antigüedad, podemos ofrecer una visión detallada y honesta de lo que realmente significa vivir con iOS 26. La actualización, como todas, ha tenido sus luces y sus sombras, pero lo cierto es que ha consolidado una serie de cambios que vale la pena analizar en profundidad.

Rendimiento y estabilidad: ¿un salto real o una ilusión?

Uno de los puntos clave en cada nueva versión de iOS es el rendimiento. ¿Realmente es más rápido? ¿O los dispositivos más antiguos se resienten? Con iOS 26, nuestra experiencia ha sido mayormente positiva en los modelos más recientes. La apertura de aplicaciones es casi instantánea, la multitarea fluida y las animaciones se ejecutan sin titubeos. Se nota una optimización en la gestión de recursos que permite una experiencia de usuario consistente y sin interrupciones. Sin embargo, en dispositivos como el iPhone 12 o 13, la historia es un poco diferente. Si bien no hemos notado una degradación catastrófica del rendimiento, sí es cierto que la fluidez que caracterizaba a iOS 18 en estos terminales se ha visto ligeramente comprometida en ciertas ocasiones. No son cuelgues ni ralentizaciones constantes, sino pequeños micro-cortes o una milésima de segundo extra en cargar alguna interfaz compleja. Es algo sutil, que solo los usuarios más exigentes o acostumbrados a la versión anterior notarán.

La estabilidad general ha sido buena, aunque los primeros días de la actualización no estuvieron exentos de pequeños errores. Experimentamos algunos cierres inesperados de aplicaciones de terceros y algún que otro fallo puntual con las notificaciones. No obstante, Apple ha lanzado varias actualizaciones menores a lo largo de estos meses que han pulido significativamente estas asperezas. Hoy en día, la estabilidad de iOS 26 es comparable a la de versiones anteriores, lo cual es un alivio para quienes temían un lanzamiento lleno de bugs. En mi opinión, la promesa de un salto real en rendimiento se cumple en los modelos más recientes, mientras que en los más antiguos, la optimización compensa la exigencia de las nuevas funciones, resultando en un rendimiento aceptable, aunque no espectacular. Es un buen equilibrio, pero el margen de mejora siempre está ahí.

La inteligencia artificial en el día a día: más allá del marketing

La inteligencia artificial fue, sin duda, la estrella de la presentación de iOS 26. Apple prometió una IA integrada de forma nativa y contextual, y en gran medida, lo ha logrado. Las mejoras en Siri son palpables: comprende mejor el lenguaje natural, es más rápida en responder y puede realizar tareas más complejas encadenando comandos o contextualizando peticiones previas. La integración con las aplicaciones es ahora mucho más profunda, permitiendo, por ejemplo, pedirle a Siri que resuma un correo electrónico en Mail o que edite una foto específica sin tener que navegar por la app.

Las herramientas de edición inteligente en Fotos son otro punto fuerte. La capacidad de eliminar objetos no deseados con precisión, ajustar la iluminación de forma semi-automática o incluso generar fondos basados en el contenido de la imagen es impresionante y ha demostrado ser muy útil. Sin embargo, no todo es perfecto. Algunas de las funcionalidades más avanzadas de IA requieren una potencia de procesamiento considerable y no están disponibles en todos los dispositivos compatibles con iOS 26. Además, la promesa de una IA proactiva que anticipe nuestras necesidades aún está en una fase incipiente. Aunque hay avances en la sugerencia de atajos o la gestión inteligente de notificaciones, no hemos llegado al punto de que el iPhone "lea la mente" de forma consistente. La privacidad, un aspecto crucial, ha sido bien gestionada por Apple, procesando gran parte de la IA en el propio dispositivo, lo que minimiza la necesidad de enviar datos a la nube. Mi impresión personal es que la IA de iOS 26 es un paso adelante significativo y práctico, pero aún tiene margen para evolucionar y democratizarse en todos los modelos. Para profundizar en la inteligencia artificial de iOS 26, puedes consultar un análisis técnico de sus capacidades.

Diseño y experiencia de usuario: evolución o revolución estancada

El diseño de iOS 26 es una evolución más que una revolución. Apple ha refinado elementos existentes, dándoles un toque más moderno y, en algunos casos, más funcional. La pantalla de bloqueo es ahora más personalizable que nunca, con nuevas opciones de fuentes, colores, widgets y efectos de profundidad que permiten una expresión individual más rica. Los widgets, por su parte, han ganado en interactividad, permitiendo realizar acciones directamente desde ellos sin abrir la aplicación, lo que agiliza muchas tareas cotidianas.

El Centro de control también ha recibido una reestructuración sutil, haciendo más accesibles y configurables ciertos ajustes. Las notificaciones han sido optimizadas para ser menos intrusivas y más inteligentes, agrupándose mejor y ofreciendo modos de concentración más avanzados. Sin embargo, la interfaz principal de iOS sigue siendo fundamentalmente la misma. Los iconos, aunque con algún pequeño retoque, mantienen su estética. Para algunos, esto es un punto a favor, ya que garantiza la familiaridad y evita una curva de aprendizaje pronunciada. Para otros, puede ser una oportunidad perdida para innovar más audazmente en la estética general del sistema. En mi opinión, Apple ha optado por la seguridad y la funcionalidad, priorizando la coherencia y la usabilidad sobre la disrupción visual. Es un enfoque que funciona para la mayoría, pero que quizás no satisfaga a quienes esperaban un cambio radical en la apariencia del iPhone. La usabilidad es excelente, como siempre, pero el factor "sorpresa" en el diseño es limitado.

Batería y autonomía: el eterno dilema

La duración de la batería es uno de los temas más sensibles en cada actualización de iOS. Con iOS 26, las primeras semanas tras la actualización generaron ciertas preocupaciones. Muchos usuarios reportaron un drenaje de batería más rápido de lo habitual, una queja recurrente en casi todas las nuevas versiones. No obstante, nuestra experiencia a lo largo de los meses indica que, tras un período inicial de optimización del sistema (donde los procesos de indexación y adaptación a las nuevas funciones pueden consumir más energía), la autonomía se ha estabilizado.

En los modelos más recientes, la batería de iOS 26 ofrece una duración comparable a la de iOS 18, e incluso ligeramente mejor en algunos escenarios gracias a las optimizaciones de eficiencia energética que Apple suele implementar. Sin embargo, en los dispositivos más antiguos (iPhone 12, 13), hemos notado una pequeña disminución en la autonomía. No es dramática, pero sí discernible, especialmente en días de uso intensivo. Esto se debe probablemente a que las nuevas funciones, especialmente las de IA, requieren más recursos del procesador y, por ende, más energía. Apple ha incluido nuevas herramientas en los ajustes de batería para ayudarnos a identificar las aplicaciones que más consumen y ofrece sugerencias para optimizar el uso. Mi recomendación es siempre dar unas semanas al sistema para que se asiente tras una actualización mayor. Si el problema persiste, revisar los ajustes y las aplicaciones en segundo plano es clave. En definitiva, no es una mejora sustancial en autonomía, pero tampoco una catástrofe, manteniéndose en un rango aceptable para la mayoría de los usuarios. Para consejos sobre cómo optimizar la duración de la batería, consulta esta guía útil.

Seguridad y privacidad: ¿Apple sigue en la vanguardia?

La seguridad y la privacidad son pilares fundamentales de la estrategia de Apple, y iOS 26 no es una excepción. La nueva versión introduce una serie de mejoras y funcionalidades que refuerzan la protección del usuario. Destacan las mejoras en la gestión de permisos de las aplicaciones, con un control más granular sobre el acceso a la cámara, el micrófono o la ubicación. Ahora es más fácil saber qué aplicaciones han accedido a qué datos y revocar esos permisos si es necesario.

También se han implementado mejoras en la protección de datos en el dispositivo, con tecnologías de cifrado más avanzadas para ciertos tipos de información sensible. La función de "Comprobación de seguridad" ha sido mejorada, permitiendo a los usuarios revisar y gestionar de forma centralizada quién tiene acceso a su información y aplicaciones, una característica especialmente útil en situaciones de abuso o control. En el ámbito de la navegación, Safari incluye nuevas protecciones contra el seguimiento entre sitios y la identificación de IP, lo que contribuye a una experiencia web más privada. En mi opinión, Apple sigue liderando el camino en privacidad y seguridad móvil. Si bien ninguna compañía es perfecta, el esfuerzo continuo por empoderar al usuario con herramientas y transparencia es encomiable. Esta es una de las razones más poderosas para actualizar, dada la creciente sofisticación de las amenazas digitales.

Compatibilidad y ecosistema: ¿todos a bordo?

iOS 26 amplía la brecha entre los dispositivos más nuevos y los más antiguos. Aunque Apple sigue manteniendo un buen nivel de compatibilidad, es inevitable que las funciones más exigentes se reserven para los modelos con el hardware más reciente. Esto es especialmente cierto para algunas de las capacidades de inteligencia artificial, que requieren el chip Neural Engine de los últimos modelos de iPhone. Los dispositivos más antiguos, aunque pueden instalar iOS 26, no disfrutarán de la experiencia completa y podrían notar algunas limitaciones en cuanto a rendimiento o la disponibilidad de ciertas características.

La integración con el ecosistema de Apple sigue siendo uno de sus mayores puntos fuertes. Con iOS 26, las sinergias con macOS, iPadOS, watchOS y tvOS son más fluidas que nunca. La función de continuidad, Handoff, AirDrop y el uso compartido de la cámara entre dispositivos funcionan a la perfección, reforzando la idea de que tener múltiples dispositivos Apple crea una experiencia unificada y eficiente. La compatibilidad de aplicaciones de terceros es, como es habitual, casi universal. Los desarrolladores suelen actualizar sus apps rápidamente para adaptarse a la última versión de iOS, por lo que las posibilidades de encontrar una aplicación incompatible son muy bajas. Este aspecto del ecosistema es, para muchos, un factor decisivo a la hora de elegir la plataforma. Puedes revisar la lista completa de dispositivos compatibles con iOS 26 en la página de soporte de Apple.

¿Merece la pena el salto? Nuestra conclusión

Después de meses inmersos en iOS 26, la respuesta a la pregunta de si merece la pena el salto es un rotundo, aunque matizado, sí. Dado que Apple ya no recomienda permanecer en iOS 18 (y por ende, no se esperan más parches de seguridad significativos), actualizar a iOS 26 se convierte en una necesidad para mantener tu dispositivo seguro y al día.

Ventajas clave de iOS 26:

  • Seguridad y privacidad reforzadas: Es, sin duda, la razón más importante para actualizar, ante el cese de soporte para iOS 18.
  • Inteligencia artificial útil: Las mejoras en Siri y las herramientas de edición de fotos son prácticas y añaden valor real al día a día.
  • Mejoras en la experiencia de usuario: La personalización de la pantalla de bloqueo y los widgets interactivos enriquecen la interfaz.
  • Rendimiento optimizado: Especialmente notable en los modelos más recientes, garantizando fluidez y rapidez.
  • Ecosistema más cohesionado: La interacción entre dispositivos Apple es más pulida.

Posibles desventajas o consideraciones:

  • Rendimiento en dispositivos antiguos: Aunque aceptable, no esperes la misma fluidez que en los modelos más recientes. Algunos iPhone más viejos podrían sentirse un poco más lentos que con iOS 18.
  • Consumo de batería en dispositivos antiguos: Podría haber una ligera disminución en la autonomía, aunque generalmente se estabiliza.
  • Curva de aprendizaje: Aunque pequeña, las nuevas funciones y el rediseño de ciertos elementos pueden requerir un breve período de adaptación.

Para los usuarios de dispositivos recientes (iPhone 14, 15 y superiores), la actualización es prácticamente obligatoria. Disfrutarán de todas las nuevas funciones, un rendimiento excelente y una seguridad inquebrantable sin apenas compromisos. Para los usuarios con dispositivos un poco más antiguos (iPhone 12, 13), el salto sigue siendo recomendable, principalmente por seguridad y por las nuevas funciones de IA. Tendrán una experiencia muy buena, aunque quizás con alguna pequeña concesión en el rendimiento o la batería que, en mi opinión, son asumibles frente a los beneficios. Los usuarios de dispositivos al límite de la compatibilidad (iPhone XS/XR, 11) deben sopesar más cuidadosamente. Si bien iOS 26 es instalable, es posible que la experiencia no sea tan fluida y que algunas de las funciones más avanzadas no estén disponibles. Sin embargo, incluso para ellos, la mejora en seguridad es un argumento de peso.

En resumen, iOS 26 es una actualización sólida que consolida la visión de Apple para un sistema operativo más inteligente, personal y seguro. Es un salto que, aunque no esté exento de pequeños detalles, es necesario y, en general, muy gratificante para la mayoría de los usuarios.

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