Una configuración de Windows 11 que acorta la vida de su SSD
En la era digital actual, la velocidad es un requisito, no un lujo. Los discos de estado sólido (SSD) se han convertido en el estándar de oro para el almacenamiento principal en nuestros equipos, reemplazando a los antiguos discos duros mecánicos (HDD) gracias a su impresionante velocidad y eficiencia. Sin embargo, detrás de esta agilidad se esconde una realidad tecnológica que muchos usuarios, incluso los más experimentados, suelen pasar por alto: la vida útil finita de un SSD. A diferencia de los HDD, que eventualmente fallan por desgaste mecánico, los SSD tienen un número limitado de ciclos de escritura y borrado por cada celda de memoria. Una vez que se alcanza ese límite, la celda deja de funcionar correctamente, y con el tiempo, la unidad completa puede volverse inestable o inoperable. Lo que pocos saben es que una configuración muy común en Windows 11, y que seguramente usted tiene activa, puede estar acelerando innecesariamente este proceso de desgaste, restándole años valiosos a la vida útil de su preciado SSD.