Los apagones de octubre como reflejo de nuestro déficit de soberanía digital
Los meses de octubre, a menudo asociados con la transición estacional y la preparación para el invierno, nos han dejado en algunas ocasiones una serie de interrupciones eléctricas que, si bien son un inconveniente palpable y directo para millones de personas, ocultan una verdad mucho más profunda y preocupante. Más allá de las explicaciones meteorológicas o de mantenimiento, estos apagones recurrentes son una manifestación clara de una vulnerabilidad sistémica que va más allá de la red eléctrica: revelan un profundo déficit en nuestra soberanía digital. Estamos presenciando cómo eventos físicos se entrelazan de forma inextricable con la fragilidad de un ecosistema digital que, en gran medida, no controlamos. Es hora de dejar de ver estas incidencias como meros fallos técnicos aislados y empezar a comprenderlas como síntomas de una dependencia tecnológica que compromete nuestra autonomía y seguridad nacional.