Las pymes apenas venden en el Black Friday: una realidad compleja que exige reflexión

El Black Friday, esa fecha señalada en el calendario del comercio mundial, se ha consolidado como un fenómeno de consumo masivo que, año tras año, genera expectativas altísimas. Se nos bombardea con la imagen de descuentos espectaculares y la oportunidad de realizar compras a precios irrepetibles. Sin embargo, detrás de este aparente frenesí de ventas, se esconde una realidad mucho más matizada y, a menudo, desoladora para una parte crucial de nuestro tejido económico: las pequeñas y medianas empresas (pymes). Mientras los grandes gigantes minoristas celebran récords de facturación, muchas pymes apenas consiguen arañar una parte insignificante de ese pastel, encontrándose en una encrucijada que pone a prueba su resiliencia y su modelo de negocio. Esta situación no solo plantea un desafío económico para ellas, sino que también nos invita a reflexionar sobre la concentración del mercado, las estrategias de consumo y el valor que atribuimos al comercio local y de proximidad.