Más allá del azul: así es como puedes cambiar el color de cualquier carpeta en tu Mac en un par de toques y organizarte mucho mejor

En el vasto universo digital de nuestro Mac, donde la creatividad y la eficiencia se entrelazan, hay un elemento que a menudo pasa desapercibido, pero que domina la estética de nuestro escritorio y Finder: la humilde carpeta azul. Si bien cumplen su función de contener y organizar nuestros archivos, su monotonía visual puede convertirse en un freno sutil para la productividad y la claridad mental. Imagina por un momento un mundo donde tus carpetas más importantes destaquen con un vibrante color rojo para proyectos urgentes, un verde tranquilizador para tareas completadas, o un amarillo energizante para aquello que requiere tu atención inmediata. Este no es un sueño lejano; es una realidad accesible con un par de toques, y su impacto en tu organización y bienestar digital puede ser sorprendentemente profundo.