He dejado mi iPhone 17 Pro en casa una semana para usar solo la cámara del iPhone Air. El resultado quiero que lo juzgues tu mismo.

En un mundo obsesionado con la vanguardia tecnológica, donde cada nueva iteración de un dispositivo móvil promete revolucionar la forma en que capturamos la realidad, uno se pregunta a menudo si la brecha entre el "tope de gama" y sus hermanos menores es tan abismal como los departamentos de marketing nos hacen creer. Esta cuestión, que me ha rondado la cabeza durante meses, me llevó a embarcarme en un experimento personal que, debo admitirlo, superó mis expectativas iniciales y me dejó con reflexiones profundas sobre la verdadera esencia de la fotografía móvil y el valor percibido de las especificaciones de alta gama.