Ashwagandha: qué hay de cierto y qué no en el suplemento que enfrenta a medio mundo
En un mundo donde la búsqueda de soluciones naturales para el bienestar y la salud es constante, la Ashwagandha (Withania somnifera) ha emergido con fuerza, posicionándose como uno de los suplementos más comentados y, a la vez, más controvertidos de los últimos años. Presentada a menudo como una panacea para el estrés, la ansiedad, el insomnio y hasta el rendimiento físico, esta hierba milenaria de la medicina ayurvédica ha saltado del anonimato oriental a las estanterías de supermercados y farmacias occidentales, generando un debate que divide opiniones: ¿estamos ante un verdadero regalo de la naturaleza o ante otra moda pasajera inflada por el marketing? La verdad, como suele ocurrir, reside en los matices, en una zona gris donde la ciencia busca separar el grano de la paja entre las promesas exuberantes y la realidad empírica. Este artículo pretende desentrañar qué hay de sólido en las afirmaciones sobre la Ashwagandha y dónde es necesario aplicar una buena dosis de escepticismo.