La elección de lenguajes de programación: ¿racionalidad o identidad?
En un mundo donde la lógica binaria y los algoritmos rigen la creación, uno esperaría que las decisiones fundamentales, como la selección de la herramien
En un mundo donde la lógica binaria y los algoritmos rigen la creación, uno esperaría que las decisiones fundamentales, como la selección de la herramien
En un mundo donde la pantalla es una extensión de la mano y la información fluye a una velocidad vertiginosa, los museos se enfrentan a un desafío apasionante: cómo seguir siendo relevantes, atractivos y educativos para las nuevas generaciones. Aquellas que han nacido y crecido rodeadas de tecnología digital, interacción constante y experiencias personalizadas. El Museo Interactivo de Economía (MIDE) de México ha decidido no solo aceptar este reto, sino abrazarlo con una visión audaz y vanguardista. Al integrar robots e inteligencia artificial en sus exposiciones y servicios, el MIDE no solo moderniza su infraestructura, sino que redefine la experiencia museística, creando un puente entre el conocimiento económico y el lenguaje tecnológico de hoy.
Desde que se anunció la serie precuela ‘It: Bienvenidos a Derry’, la expectativa ha sido palpable. Los fans del universo creado por Stephen King y popula
Es un escenario que se repite constantemente: alguien menciona "Apple TV" en una conversación y de inmediato surge la confusión. ¿Se refieren al pequeño dispositivo que se conecta a la televisión, al servicio de streaming con contenido original o a la aplicación que agrupa todas tus suscripciones? No, no me he liado al escribir el título, ni tampoco usted se está equivocando al sentir que el nombre es, cuanto menos, ambiguo. La realidad es que Apple ha utilizado la marca "Apple TV" para englobar tres conceptos distintos, aunque interconectados, dentro de su ecosistema de entretenimiento.
La forma en que interactuamos con la música está en constante evolución, y la inteligencia artificial juega un papel cada vez más protagioso en esta tran
En un movimiento que redefine el panorama de la estrategia naval global, la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) ha puesto en servicio activo su más reciente y formidable buque insignia: el portaaviones Tipo 003, bautizado como Fujian. Este coloso de los mares, cuya construcción ha sido seguida de cerca por analistas militares y potencias rivales, no es un portaaviones cualquiera. Representa un salto monumental en la capacidad tecnológica y de proyección de poder de China, integrando por primera vez fuera de Estados Unidos dos de las innovaciones más avanzadas en la ingeniería naval contemporánea: un sistema de propulsión eléctrica integrada y, lo que es aún más sorprendente, un sistema de catapulta electromagnética de aeronaves (EMALS). Su confirmada presencia en patrulla no es solo una declaración de intenciones, sino una manifestación tangible de la ambición china por consolidarse como una potencia marítima de primer orden, capaz de operar globalmente y de desafiar hegemonías establecidas. Asistimos, sin duda, a un momento histórico en la carrera armamentística naval, con implicaciones que resonarán en la geopolítica del siglo XXI. La entrada en servicio del Fujian es un testimonio de la dedicación inquebrantable de China a la modernización de su flota, y es, a mi parecer, una señal ineludible de que el equilibrio de poder en los océanos está en constante evolución, con nuevos actores emergiendo con capacidades que hace apenas unas décadas parecían inalcanzables para muchos.
El debate sobre el fraude en las bajas médicas es recurrente y a menudo polarizante. En el imaginario colectivo, la sospecha puede cernirse sobre cualqui
La inteligencia artificial (IA) ha pasado de ser un concepto de ciencia ficción a una fuerza transformadora que redefine nuestra interacción con la tecno
La promesa de una comunicación sin barreras geográficas ha sido un sueño de la humanidad durante siglos. Con la llegada de los satélites a la esfera de l
Los meses de octubre, a menudo asociados con la transición estacional y la preparación para el invierno, nos han dejado en algunas ocasiones una serie de interrupciones eléctricas que, si bien son un inconveniente palpable y directo para millones de personas, ocultan una verdad mucho más profunda y preocupante. Más allá de las explicaciones meteorológicas o de mantenimiento, estos apagones recurrentes son una manifestación clara de una vulnerabilidad sistémica que va más allá de la red eléctrica: revelan un profundo déficit en nuestra soberanía digital. Estamos presenciando cómo eventos físicos se entrelazan de forma inextricable con la fragilidad de un ecosistema digital que, en gran medida, no controlamos. Es hora de dejar de ver estas incidencias como meros fallos técnicos aislados y empezar a comprenderlas como síntomas de una dependencia tecnológica que compromete nuestra autonomía y seguridad nacional.