La noticia, aunque esperada por muchos especialistas, resuena ahora con una confirmación que pocos se atrevían a pronosticar con tal contundencia y rapidez. El año 2025 se ha convertido, sin lugar a dudas, en un hito en la historia de la conectividad global: por primera vez, el número de bots y herramientas de inteligencia artificial que navegan, interactúan y operan en la vastedad de Internet ha superado al de usuarios humanos. Esta no es una mera curiosidad estadística; es una declaración fundamental sobre la evolución de nuestro mundo digital, un cambio de paradigma que redefine la experiencia en línea, la economía de la información y, en última instancia, nuestra propia interacción con la tecnología. La era en la que los humanos eran los principales actores del ciberespacio ha llegado a su fin, dando paso a un ecosistema híbrido, complejo y, en muchos sentidos, aún por comprender. ¿Estamos preparados para habitar un Internet donde la mayoría de las "presencias" no son humanas? La pregunta ya no es hipotética, sino una realidad palpable que exige nuestra atención y reflexión inmediata.
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En la era de la transformación digital, de la inteligencia artificial y de los sistemas de gestión empresarial integrados que prometen eficiencia y automatización, la noticia de que en 2025 el salario de 6.800 funcionarios del Ayuntamiento de Valencia podría depender de un formulario de Microsoft Access, manejado por una única persona, suena casi a fábula. Sin embargo, este escenario, que raya en lo inverosímil, es una realidad latente que ilustra la profunda brecha entre la ambición digital y la realidad operativa de muchas administraciones públicas. Nos enfrentamos a una paradoja moderna: la subsistencia económica de miles de familias vinculada a una tecnología que, si bien en su momento fue útil, hoy se considera obsoleta para funciones críticas, y cuyo conocimiento reside en una única mente. Esta situación no solo es un riesgo operativo mayúsculo, sino también un espejo que refleja desafíos más amplios en la gestión tecnológica y de recursos humanos dentro del sector público.