En el vertiginoso mundo de la tecnología, donde la innovación avanza a pasos agigantados, pocas cosas permanecen estáticas. Hemos sido testigos de la evolución de dispositivos que una vez consideramos imprescindibles, solo para verlos ceder el paso a soluciones más eficientes, rápidas y, sobre todo, más conectadas. Este es precisamente el destino que parece haber alcanzado un compañero fiel de estudiantes, profesionales y usuarios domésticos durante décadas: el pendrive USB. Aquel pequeño dispositivo, que en su momento revolucionó la forma en que movíamos nuestros datos de un lugar a otro, hoy se encuentra en una fase crepuscular, transitando lentamente hacia el estatus de reliquia tecnológica. Lo que alguna vez fue un símbolo de portabilidad y conveniencia, ahora lucha por encontrar un lugar relevante en un ecosistema dominado por la nube, la conectividad inalámbrica y la omnipresencia del ancho de banda. No es una muerte repentina, sino más bien una disolución gradual, un adiós silencioso que se ha gestado a lo largo de los últimos años, impulsado por una serie de factores que han redefinido por completo el paradigma del almacenamiento y la transferencia de información.
Europa se ha consolidado indiscutiblemente como el epicentro global en la fabricación de bombas de calor, una tecnología fundamental para la descarboniza
En un mercado tan competitivo y dinámico como el de la tecnología, las oportunidades de adquirir productos de alta gama a precios más accesibles son siem
La temporada navideña, con su espíritu de alegría y generosidad, a menudo viene acompañada de un desafío logístico considerable: la planificación y ejecución de las compras de regalos. Desde recordar los gustos de cada familiar y amigo, pasando por ajustarse a un presupuesto estricto, hasta evitar duplicidades y asegurar que ningún detalle se escape, la tarea puede volverse abrumadora. El estrés de las últimas horas buscando ese obsequio perfecto, o el temor de olvidar a alguien importante, es una experiencia que muchos conocemos demasiado bien.
Cada año, el mundo de la televisión nos trae nuevas historias, universos por explorar y personajes que llegan a nuestro corazón. Pero, con la misma constancia, también nos arrebata algunas de esas creaciones, dejándonos con un sabor amargo y la eterna pregunta: "¿Por qué?". El 2025 no ha sido diferente. Ha sido un año de éxitos, pero también de duras decisiones que han puesto fin a proyectos que, para muchos, aún tenían mucho que ofrecer. Nos despedimos de tramas inconclusas, de posibles giros inesperados y de ese confort semanal que solo nuestras series favoritas nos pueden dar. Es un recordatorio doloroso de la fragilidad del entretenimiento en la era del streaming, donde la competencia es feroz y la paciencia, un lujo escaso.
En un mundo cada vez más interconectado y dependiente de la tecnología, la promesa de la inteligencia artificial (IA) ha sido la de simplificar nuestras
El sueño es universal: que suene el teléfono o ver el número premiado en la pantalla, esa sensación inefable de que, de la noche a la mañana, la suerte h
En la era digital, nuestros televisores se han transformado en el epicentro de nuestro entretenimiento doméstico. Desde series y películas en plataformas
Desde sus primeras iteraciones, los modelos de lenguaje de gran escala (LLM) han transformado nuestra interacción con la tecnología. Hemos pasado de asis
Se acerca esa época del año en la que nuestros corazones se llenan de espíritu festivo y nuestras agendas se colapsan con el noble, pero a menudo abrumad