Experto programador prueba el "vibe coding" con ChatGPT y su conclusión no deja lugar a dudas: "No volveré a utilizarlo jamás"

En un mundo donde la inteligencia artificial promete revolucionar cada aspecto de nuestras vidas, especialmente en el ámbito de la tecnología, pocos se atreverían a desestimar de plano una herramienta tan popular como ChatGPT. Sin embargo, un programador con años de experiencia a sus espaldas, un verdadero veterano de incontables líneas de código y arquitecturas complejas, ha realizado un experimento que desafía la narrativa dominante. Decidido a probar lo que algunos han denominado "vibe coding" (una forma de programación donde uno se deja guiar por la IA de forma casi intuitiva), se embarcó en una aventura con el chatbot de OpenAI. Su viaje culminó en una sentencia rotunda y contundente: "No volveré a utilizarlo jamás". Esta afirmación, tan categórica como inesperada, nos obliga a detenernos y reflexionar profundamente sobre el papel que estas herramientas están jugando —y deberían jugar— en el día a día de quienes construyen el software que mueve nuestro mundo. ¿Es el "vibe coding" una quimera peligrosa o simplemente una metodología incomprendida? Acompáñennos a desentrañar los motivos detrás de esta drástica decisión.

Nexperia y la industria automotriz europea: buenas noticias para el sector en jaque

La sombra de la incertidumbre se ha cernido sobre la industria automotriz europea en los últimos años, con la escasez de componentes electrónicos actuando como un freno constante a la producción y la innovación. En este escenario, empresas como Nexperia, un gigante en la fabricación de semiconductores discretos, emergieron como puntos críticos en la cadena de suministro. Su relevancia era tal que cualquier interrupción en sus operaciones o en la entrega de sus productos tenía el potencial de paralizar, y de hecho lo hizo en ocasiones, a algunas de las mayores factorías del continente. Durante meses, la frase "Nexperia tenía en jaque a toda la industria automotriz europea" resonó con una preocupación palpable en los pasillos de las empresas, desde los fabricantes de vehículos (OEMs) hasta los proveedores de nivel 1 y 2. Sin embargo, en medio de este panorama desafiante, y tras un período de intensa presión y esfuerzos coordinados, podemos decir que tenemos buenas noticias para el sector. La situación, si bien no está completamente resuelta, ha tomado un giro prometedor, ofreciendo un respiro largamente esperado y sentando las bases para una mayor resiliencia.

Ashwagandha: qué hay de cierto y qué no en el suplemento que enfrenta a medio mundo

En un mundo donde la búsqueda de soluciones naturales para el bienestar y la salud es constante, la Ashwagandha (Withania somnifera) ha emergido con fuerza, posicionándose como uno de los suplementos más comentados y, a la vez, más controvertidos de los últimos años. Presentada a menudo como una panacea para el estrés, la ansiedad, el insomnio y hasta el rendimiento físico, esta hierba milenaria de la medicina ayurvédica ha saltado del anonimato oriental a las estanterías de supermercados y farmacias occidentales, generando un debate que divide opiniones: ¿estamos ante un verdadero regalo de la naturaleza o ante otra moda pasajera inflada por el marketing? La verdad, como suele ocurrir, reside en los matices, en una zona gris donde la ciencia busca separar el grano de la paja entre las promesas exuberantes y la realidad empírica. Este artículo pretende desentrañar qué hay de sólido en las afirmaciones sobre la Ashwagandha y dónde es necesario aplicar una buena dosis de escepticismo.