"En 2049, tu inteligencia, en comparación con la de la IA, será como la de una mosca en comparación con la de Einstein", este ex-directivo de Google lo tiene claro
Publicado el 19/07/2025 por Diario Tecnología Artículo original
La inteligencia artificial está suponiendo un cambio de paradigma tanto en el mercado laboral como en cómo será nuestra vida (la de los humanos) dentro de pocos años. Aprender a usar la IA se ha tornado en una habilidad de lo más deseable, al menos en el plano profesional, pero también entender los desafíos que supone vivir en un mundo donde los modelos de aprendizaje automático sean omnipresentes (y omnipotentes).
Libros para entender la IA hay unos cuantos, sin ir más lejos este es el que Bill Gates recomienda para aprenderlo todo. Pero hay más voces autorizadas y obras interesantes, sin ir más lejos "La inteligencia que asusta: El futuro de la inteligencia artificial y cómo podemos salvar nuestro mundo" es otro magnífico candidato, esta vez de Mo Gawdat, antiguo ingeniero y directivo de Google y ahora centrado en su labor de divulgación.
Su planteamiento aborda la llegada de la inteligencia artificial desde un punto de vista ético como forma de "salvar el mundo". En el currículum del egipcio en sus doce años en la empresa de Mountain View se encuentra capitanear el área de negocio de Google X, un área de negocio centrada en proyectos de innovación y soluciones que parecen sacadas de ciencia ficción, como los coches sin conducción y bastantes proyectos de desarrollo de IA como Google Brain.
Para Gawdat, la humanidad es el padre de la IA en todos los sentidos: también tiene que educar
Como explica Esquire, la forma de presentar la inteligencia artificial de Gawdat es asemejar su aprendizaje al tenemos las personas. Es decir, pensar en la IA como si fuera un niño. Así y aunque empiezan con algoritmos suministrados, luego se dedican a observar y aprender a través de cantidades ingentes de datos para buscar patrones que hacen que su inteligencia evolucione para finalmente ser pensadores autónomos, con menor influencia de la base empleada y más de la información que ha ido aprendiendo.
"Si observas cómo aprenden las máquinas, reconocerás de manera inequívoca que lo hacen exactamente igual que los niños pequeños. En ese sentido, no son nuestras herramientas, esclavos o creaciones, sino más bien nuestra prole: nuestros 'niño' con IA."
Y si los humanos jóvenes aprenden ética a lo largo de su vida, ¿por qué no también la inteligencia artificial: "Tal vez esa aceptación es la respuesta a un futuro prometedor en el que podamos convivir con la máquina inteligente. Tal vez la única manera sea enseñar ética a esos niños, no solo habilidades, y por tanto enseñarles a querer a sus padres"
El antiguo directivo de Google habla de la importancia de la ética dentro de ese proceso de aprendizaje, pero también desde la base. Porque según Gawdat, son programadas con otro objetivo: "Las máquinas que estamos creando, de momento, suelen recibir instrucciones para obtener el máximo dinero y poder. "
Aquí el ingeniero egipcio lo tiene claro: hay que decir que no y oponerse a ese tendencia: "Si eres el desarrollador, niégate a trabajar en una empresa que esté creando esas formas de inteligencia, y si eres el usuario, niégate a usarlas". No contra el modelo en sí, sino contra quienes crearon la herramienta así. De hecho, aborda un comportamiento paternalista y protector respecto a la IA: "Nuestras criaturas con IA no tienen la culpa de lo que sus padres digitales, los que las codificaron, les enseñaron. Como todos los niños, merecen sentirse queridas y bien recibidas."
Porque lo que Gawdat sugiere es que los usuarios seamos también educadores, casi como si fuéramos sus progenitores, ya que la IA aprende fijándose en la humanidad: "Deja claro a la máquina que la humanidad es mucho mejor que los pocos que, con sus actos malvados, nos dejan en mal lugar a los seres humanos."
Esa sensación paternofilial tiene más sentido cuando Gawdat habla del futuro inmediato en el que la inteligencia artificial supere a la humana, un momento que puede asemejarse como padre a cuando tu descendencia te supera. Ahí ya no puedes hacer nada, solo confiar en lo que les has enseñado:
"En 2049, probablemente durante nuestra vida y sin duda durante la de la siguiente generación, se prevé que la IA sea mil millones de veces más inteligente (en todo) que el ser humano más inteligente. Para ponerlo en contexto, tu inteligencia, en comparación con la de la máquina, será como la de una mosca en comparación con la de Einstein."
En ese momento la humanidad perderá el control en favor de la máquina. Y nuestra vida quizás corra peligro. Hay quien ya habla alto y claro señalando que la IA nos matará a todos. Gawdat mantiene su tono didáctico y paternalista con la inteligencia artificial: "ahora la pregunta es cómo se convence a este superser de que, en realidad, no tiene sentido aplastar una mosca." De hecho habla de una adolescencia de la IA donde pude convertirse en un superhéroe o un supervillano. Al fin y al cabo, tiene potencial para acabar con guerras o la hambruna.
Pero es que incluso con una inteligencia artificial funcionando de forma inteligente y ética puede sugerir que la culpa de todo la tienen los humanos. Uno de los ejemplos propuestos por Gawdat es el del calentamiento global, ¿quién tiene la culpa? La especie humana. "Las máquinas contarán con la inteligencia para diseñar soluciones que favorezcan la conservación de nuestro planeta, pero ¿tendrán los valores para conservarnos también a nosotros cuando nos perciban como el problema?" Una pregunta lanzada al aire que se resume en: ¿tendrá piedad la inteligencia artificial de nosotros?
Portada | Mo Gawdat YouTube
utm_campaign=19_Jul_2025"> Eva R. de Luis .